Una nueva senda ciclopeatonal permitirá recorrer el último tramo del antiguo cauce del Túria de Valencia
La nueva infraestructura, de 1,3 kilómetros, costará algo más de dos millones de euros y se prevé que entre en servicio en 2027


El último tramo del antiguo cauce del río Túria, reconvertido en su mayor parte en un jardín que recorre de este a oeste la capital, contará con una senda ciclopeatonal, que llegará hasta la fachada marítima. El trazado partirá desde el barrio de Penya-roja, en el distrito de Camins al Grau, hasta el puente de Astilleros, que se encuentra en el barrio de Natzaret, cerca de la desembocadura del antiguo cauce del río, en el distrito marítimo de Valencia.
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha presentado el proyecto del camino ciclopeatonal que permitirá conectar estos dos distritos y el de Quatre Carreres, donde se ubica la Ciudad de las Artes y las Ciencias. La nueva senda partirá del margen izquierdo del antiguo cauce del Túria, cruzará, con una pasarela, el canal y continuará por el sector del plan urbanístico de las Moreras hasta el puente de Astilleros.
Tendrá una longitud aproximada de 1,3 kilómetros y un ancho variable entre 3 y 6 metros. Se ejecutará con un presupuesto de algo más de 2 millones de euros “y dará respuesta a una reivindicación vecinal histórica”. La previsión, afirma la regidora, es que a principios del próximo año –enero o febrero- se puedan licitar las obras para que puedan concluir en 2027”.
El proyecto incluye una pasarela metálica de 54 metros que cruzará el antiguo cauce, sin afectar su capacidad hidráulica. “Esta estructura garantizará seguridad frente a posibles crecidas, gracias a un estudio hidráulico que se ha realizado específicamente para el diseño de esta infraestructura, ya que en este tramo del antiguo cauce del río confluyen gran parte de los colectores de la ciudad y en episodios de lluvias puede variar notablemente el nivel de agua”, ha informado Catalá, durante la presentación de este proyecto de la empresa de ingeniería civil Urbinsa, urbanistas ingenieros.
En el margen derecho del antiguo cauce, el camino continuará por la zona que atraviesan las vías de ferrocarril de Serrería, “que están pendientes de un proyecto estatal para soterrarlas”. Pasará por debajo del puente ferroviario a través de un paso inferior existente que se acondicionará para mejorar su accesibilidad y su integración ambiental y, seguidamente, por el PAI de las Moreras, hasta el edificio de Cantarranas, donde se bifurcará en un itinerario ciclista y otro peatonal, el primero por la calle de l’Estacioneta y el segundo por el borde oeste del puente de Astilleros.
Quienes utilicen esta senda se encontrarán con zonas de descanso cada 50 metros, iluminación solar con sensores de presencia, que se intensificará en las zonas más oscuras, arbolado, papeleras, aparcabicis y videovigilancia. Además, el itinerario separará los tramos peatonales y ciclistas, con prioridad para quienes vayan a pie.
“El objetivo es que este proyecto conecte el Parque de Cabecera con el futuro Parque de Desembocadura, y cumplir así con nuestra aspiración de conectar la ciudad con el mar”. La actuación ha sido impulsada por el Ayuntamiento con motivo de la capitalidad Verde Europea 2024 y estará cofinanciada por la Generalitat.
“Y no se trata de una intervención aislada”, ha subrayado tras recordar que “forma parte de un gran proyecto que incluye la urbanización del PAI del Grau, con más de 160.000 metros cuadrados de zonas verdes, 3 kilómetros de carril bici y 45.000 metros cuadrados de equipamientos públicos que culminará con el Parque de Desembocadura, que es la gran infraestructura verde de esta década, ya que va a transformar la fachada marítima y con ello vamos a culminar el Jardín del Túria”.
Soterramiento de las vías de Serrería
La alcaldesa ha pedido al Gobierno de España el soterramiento de las vías de Serrería porque es “un punto de la conexión de la ciudad con el mar que no depende del Ayuntamiento de Valencia, sino que requiere de la implicación estatal”. “Ahora mismo, este carril pasa por debajo de esas vías pero esas vías no tienen sentido en este momento de la ciudad ni por el desarrollo de la zona ni por la construcción actual de las ciudades, que son más sostenibles, más habitables, más conectadas y más verdes”.
Para Catalá, “tampoco puede dejar de hacerse este soterramiento por cuestiones económicas porque todos sabemos que no es un proyecto caro. Solo falta voluntad y nosotros reclamamos esa voluntad. Yo, como alcaldesa, no me voy a cansar de decirlo. No vamos a renunciar nunca y vamos a pelear siempre por el soterramiento de las vías de Serrería. La ciudad no va a crecer con esa cicatriz ferroviaria”.
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