El PP valenciano espera un gesto de Feijóo ante la debilidad de Mazón y el desafío de Camps
El partido cierra filas de puertas afuera en torno al ‘president’, cercado por su gestión de la dana

De puertas afuera se multiplican los gestos de apoyo a Carlos Mazón, a veces tan sobreactuados que revelan el artificio; de puertas adentro, el president de la Generalitat, cercado por su gestión de la dana, ejerce su liderazgo también en el seno del PP de la Comunidad Valenciana, pero las espadas se mantienen enfundadas solo a la espera de un gesto del presidente nacional, Alberto Núñez Feijóo.
“El partido está en ámbar, a la espera de la dirección nacional y de los acontecimientos. Más que descontento, hay cierta desazón. La gente está desconcertada, sin entender bien la situación”, sostiene una fuente del entorno del PP, buena conocedora del partido en la Comunidad Valenciana, desde las cuatro mayorías absolutas que obtuvo entre 1999 al 2011 hasta ahora.
En este contexto, Francisco Camps ha agitado la calma tensa que vive la formación regional. Su insistencia en volver al escenario político, una vez absuelto el pasado año en la última pieza de la red de corrupción de Gürtel en que estaba imputado, chocó con la indiferencia cuando no condescendencia de las direcciones nacional y regional. El expresidente valenciano empezó entonces a movilizarse por los pueblos buscando el cariño de la militancia y de la vieja guardia. “La dirección del partido no le ha dado ninguna bola a Camps, en vez de buscarle un acomodo, pero no pierde de vista el acto del sábado por si sale una foto potente”, apuntaba esta semana otra fuente del PP, alejada de la cúpula.
En la foto de este sábado aparece Camps rodeado por centenares de militantes, simpatizantes y antiguos cargos, más de 1.500 personas, según los organizadores. El acto tuvo lugar en Veles e vents, el edificio icónico de la Copa del América, símbolo de una época de mayorías absolutas, de grandes proyectos y casos de corrupción.
“Mi partido hoy necesita más fuerza y vitalidad, más presencia, más carácter, más talante, más discurso, menos complejos y más ganas de trabajar”, afirmó un Camps redivivo en tareas mitineras. Entre el público, predominaban antiguos dirigentes que tuvieron mucho peso orgánico y político, como el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra (que cumplió su condena en la cárcel por corrupción), el expresidente de la Diputación de Valencia Alfonso Rus (procesado en el caso Taula) o la exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo (absuelta del caso Brugal). Pero también se le dio un espacio muy visible a jóvenes militantes y concejales, como Jesús Molins, portavoz de Aldaia, pueblo afectado por la dana, que abrió las intervenciones.
Camps aprovechó para trazar una breve semblanza de lo que debe ser un político: “Una persona que va caminando por las calles, por las plazas; alguien que quiere mejorar las condiciones de vida de la gente, con la que habla y al que le proponen cosas”. Un perfil que hoy no cumple Mazón, a quien no mencionó en ningún momento. Desde la dana del 29 de octubre, que causó 228 muertos en la provincia de Valencia, el expresident no acude a actos multitudinarios, o lo hace fuera de agenda, para evitar los abucheos y los gritos de dimisión por su gestión de las riadas.
Camps dejó entrever, sobre todo, su disposición a plantear batalla para liderar el partido en la Comunidad Valenciana y subrayó que él ya ha sido “presidente de la Generalitat”. El PP nacional prevé aplazar el congreso regional que estaba previsto para este verano ante la debilidad de Mazón. No se vio a ningún cargo actual del PP, ni orgánico ni político, en su acto.

Mayoría absoluta
Hace un año, cuando fue absuelto también de la última pieza de la trama corrupta de Gürtel, Camps llamó a las puertas del partido para volver a la política, pero no encontró ninguna respuesta. No obstante, este sábado empezó su intervención aseverando que su movilización solo tiene un objetivo: “Que [Alberto Núñez] Feijóo sea el presidente de Gobierno”. Y con mayoría absoluta. Y eso solo es posible en España si se logra en la Comunidad Valenciana, como él hizo en tres ocasiones, reiteró.
Como era previsible, no hizo mención a los numerosos casos de corrupción y excargos condenados durante sus mandatos y los del expresidente valenciano entre 1995 y 2002, Eduardo Zaplana (condenado a 10 años de prisión). Ambos fueron reivindicados en un acto que tuvo otra protagonista secundaria pero con ganas de representar de nuevo papeles principales, la exalcaldesa de Alicante.
Castedo evidencia las diferencias internas en la ciudad del también alicantino jefe del Consell. Ella fue el principal apoyo del actual alcalde, Luis Barcala, informa Rafa Burgos. Ninguno de los dos son personas del círculo cercano de Mazón, cuya madrina política fue la hoy secretaria general del grupo parlamentario del PP en el Congreso, Macarena Montesinos. Ambos formaron parte de la guardia de corps del expresidente valenciano y exministro de Trabajo con José María Aznar, Eduardo Zaplana. A principios del siglo XXI, el PP se dividió entre zaplanistas y campistas.
Pero el tiempo pasa y las circunstancias cambian. En abril se vio a Zaplana y Camps dedicándose gestos de complicidad y camaradería en una calle de Valencia. También el pasado viernes Mazón y el alcalde de Benidorm y presidente de la diputación de Alicante, Toni Pérez, mostraron mucha afinidad, aunque en la capital del turismo del Mediterráneo español se recuerda que las afinidades electivas del jefe del Consell se dirigen más hacia los alcaldes de las poblaciones vecinas, Juanfran Pérez Llorca, primer edil de Finestrat (y secretario general del PPCV), y Bernabé Cano, regidor de La Nucía y hermano de la consejera de Industria, Marián Cano, nombrada tras la dana.
También la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, expresa su apoyo en público a Mazón, una vez pasados los primeros días de la dana en la que no se les vio juntos. Catalá cuenta con el respaldo de Esteban González Pons y la dirección de Feijóo piensa en ella para suceder, llegado el momento, al actual presidente, y en ningún caso en Camps, quien, a su vez, se ofreció hace unos años a ser el candidato a la alcaldía de Valencia.
Fuentes próximas a Mazón quitan importancia al acto de la vieja guardia de Camps y recuerdan los múltiples gestos de apoyo recibidos desde Génova, así como el visto bueno al acuerdo presupuestario con Vox. Consideran que el tiempo corre a su favor, conforme se avance en la reconstrucción de la dana. Oficialmente inciden en que “el partido no tiene nada que ver” con el acto “privado”.
Otras fuentes recuerdan que Mazón fue el candidato que propuso e “impuso” la anterior cúpula de PP, formada por Pablo Casado y Teodoro García, para el congreso del partido de 2021, en el que los delegados votaron muy disciplinadamente. Ahora la pelota está en el tejado de Feijóo.
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