El número dos de Emergencias de Mazón reconoce que fue un “error” retirar a los bomberos en la dana
Emilio Argüeso declaró a la jueza del caso que salió del Ejecutivo valenciano de forma voluntaria y no porque lo destituyera el ‘president’ tras la riada

Emilio Argüeso, secretario autonómico de Emergencias del Gobierno de Carlos Mazón durante la dana que dejó 228 muertos y un reguero de destrucción en Valencia, reconoció en el juzgado que uno de los “errores” de la tragedia fue “retirar a los bomberos” de puntos calientes como el barranco del Poyo, detonante de la catástrofe. Argüeso, que está imputado en la causa y fue destituido por el president cuatro semanas después de la riada, defendió esta tesis el pasado 11 de abril ante la jueza Nuria Ruiz Tobarra, que investiga penalmente la inundación, según su declaración como imputado.
El “error” asumido por este ex alto cargo se suma a las declaraciones del inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia durante la dana, José Miguel Basset, ya jubilado, que admitió que se dejó de vigilar el barranco del Poyo el día de la gota fría, el pasado 29 de octubre, porque el “caudal bajó” y había “ganas de comer”.
El que fuera número dos de Emergencias relató a la instructora que “pidió que le cesaran [como alto cargo]” tras la riada. Y que su salida del Ejecutivo valenciano –que se fraguó en paralelo a la de la exconsejera de Justicia e Interior Salomé Pradas, también imputada- no fue porque se sintiera responsable. “Sentía que no debía continuar [en el Consell de Mazón]”, defendió este dirigente procedente del vivero de Ciudadanos.
Argüeso destacó que, de los 224 municipios valencianos con obligación de disponer de un plan de emergencias, “más de 50″ carecían de él. Detalló que el día previo a la aciaga jornada recibió mensajes de preocupación de localidades como la alicantina Elche, que reportó esta inquietud a su jefa de servicio, Inma Piles. Y que esta le indicó que “algo había, pero sobre viento”. Argüeso reconoció que “ninguna autoridad le pidió que se declarara la alerta uno”, que contempla pedir información a las confederaciones hidrográficas.
El ex número dos de Emergencias explicó a la jueza que la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé, no se puso en contacto con él el día de la dana y que “solo” se comunicó con ella “telemáticamente” durante la reunión del Cecopi, el centro de la Generalitat que coordinó la crisis. Bernabé, en cambio, sí contactó con la jefa de Argüeso, la exconsejera Pradas, a la que le ofreció la Unidad Militar de Emergencias (UME) a las 12.23 horas del 29-O, ocho horas antes de que la Generalitat enviara la alerta masiva a móviles para avisar a la población de la magnitud de la dana.
El ex alto cargo de Mazón calificó de “error” que Bernabé no asistiera físicamente al Cecopi y que participara en la reunión de este organismo de emergencias por videoconferencia. “Telemáticamente no eres conocedor de todo lo que ocurre en tiempo real”, afirmó.
Argüeso explicó a la magistrada que ni la Guardia Civil ni la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana enviaron notificaciones para informar de la magnitud de la tragedia. La jueza ya ha insistido en varios autos que la responsabilidad de la gestión de la riada fue “autonómica”.
El ex alto cargo de Mazón reconoció que trató de comunicar sin éxito entre las 8.00 y las 12.00 horas con la jefa del servicio de Coordinación de Emergencias del 112. “No obtuve respuesta”, indicó sobre su intención de preguntarle a esta dirigente sobre los efectos de las lluvias torrenciales en la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).
El exjefe de Emergencias relató que su subdirector Jorge Suárez le indicó que no había que tener en cuenta “el número de llamadas al 112″ [el centro de atención telefónica del Consell]. A juicio de Suárez, según Argüeso, por un mismo incidente “llamaban varías personas”. El día de la dana, el 112 recibió casi 20.000 comunicaciones desesperadas.
Argüeso explicó que “no tenía capacidad para convocar el Cecopi” y que la exconsejera Pradas organizó la reunión de este dispositivo de emergencias –que arrancó a las 17.00 horas- tras la llamada del alcalde de Requena, Mario Sánchez. Añadió que “él no era jefe de nada”, que echó “alguna bronca” durante esta cita y que la tardanza del president Mazón en aterrizar en el dispositivo de emergencias -llegó a las 20.28 horas- “no supuso ningún retraso”. “El señor Mazón no se retrasó en la toma de decisiones ni siquiera unos minutos”, exculpó Argüeso a la magistrada.
El exdirector de Emergencias remarcó que, tras arrancar la reunión del Cecopi, le advirtieron del riesgo de rotura de la presa de Forata y cómo este incidente “podría provocar 20.000 fallecidos”. Sobre la alerta masiva a móviles, que llegó a las 20.11 horas, cuando ya había decenas de fallecidos y desaparecidos y personas atrapadas en plantas bajas y garajes como animales, Argüeso indicó que el mensaje para advertir a la población de la dimensión de la catástrofe “no era para el barranco del Poyo, sino para [la presa] de Forata”.
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