Muere a los 81 años la periodista y exdiputada socialista Anna Balletbò, símbolo de la Transición
La exparlamentaria, que tuvo un papel destacado como miembro del congreso durante el 23-F, presidía la Fundación Internacional Olof Palme


La periodista y exdiputada en el Congreso por el PSC Anna Balletbò ha fallecido este viernes a los 81 años de edad. Balletbò, nacida en 1943 en la localidad barcelonesa de Santpedor, tuvo una dilatada carrera política e institucional, así como una intensa actividad empresarial en el sector de la hostelería. Hasta hace muy poco, como presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme, todavía organizaba conferencias sobre geopolítica y economía en su hotel de S’Agaró, con una importante capacidad de convocatoria. Pero Balletbò sobre todo es conocida por haber sido la primera persona en salir del Congreso después de que los golpistas del 23-F entraran para intentar descarrilar la Transición española.
En el libro Crónica sentimental de la transición, un sibilino Manuel Vázquez Montalbán viene a sugerir que Anna Balletbò, periodista y exdiputada socialista, prácticamente salvó a la democracia española. Montalbán recuerda que durante el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, Balletbò estaba dentro del Congreso embarazada de gemelos y en un avanzado estado de gestación. Por este motivo, el teniente coronel Antonio Tejero y sus seguidores permitieron que la diputada fuese la primera en salir de la cámara.
Mujer intrépida y con gran energía, al salir se fue corriendo a buscar un teléfono: quería llamar al Rey Juan Carlos I para contarle lo que estaba pasando. Pero no tenía el teléfono. Nadie a su alrededor lo tenía, así que llamó a Jordi Pujol, presidente de la Generalitat. “¿Para qué quieres el teléfono, Anna?“, ”Para explicarle lo que pasa", “¡Hum! Buena idea. Yo también voy a llamarle", relata Montalbán sobre cómo fue esta primera conversación. La del Rey con Pujol terminó con la famosa frase “Tranquil, Jordi, tranquil!”. Pero Montalbán pone el foco en cómo fue la conversación entre Su Majestad y Balletbò.
Según Montalbán, la diputada, después de decirle que no había heridos, le hizo al Rey una pregunta simple pero con insondables ramificaciones filosóficas, éticas y políticas: “¿Qué hacer?“. El Rey, explica el escritor, le respondió que estaba haciendo lo mejor para España. Esta primera respuesta no satisfizo a Balletbò, así que fiel a su carácter inagotable, insistió. ”Y entonces el Rey le habló, como suelen hacerlo los reyes, con majestad: ‘La corona está al servicio de España y de la democracia’. ¡Uf! Tras el suspiro de alivio, tranquilizó la Historia a doña Anna Balletbò, señora de Giral, y parió sus gemelos, dos españolitos a los que estuvo a punto de helárseles el corazón ya en el vientre de su madre", termina el relato Montalbán.
Balletbò, cuando explicaba este episodio por el que fue tan conocida, recordaba que si insistió en su pregunta fue por cumplir con su deber como diputada, pero también como periodista. Licenciada en Ciencias de la Educación, Historia y Ciencias de la Información, Balletbò, quien siempre que podía mostraba su carné de periodista para demostrar que también pertenecía a este oficio, muy pronto entró en política. Tras ingresar en Convergencia Socialista, fundada en 1974 como unificación de algunos grupos de ideología socialista, Balletbò inició su periodo de militante a través de las distintas transformaciones del Movimiento Socialista y fue fundadora del Partido Socialista de Cataluña (PSC). En 1976 participó, de hecho, en el primer mitin del PSC en el Palau Blaugrana, hablando en nombre de los movimientos de mujeres. Fue elegida diputada en el Congreso en las elecciones generales de 1980, 1982, 1986, 1989, 1993 y 1996.
Tras su etapa como diputada. Balletbò fue miembro del Consejo de Administración de RTVE entre 2000 y 2007 y profesora en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona. En la actualidad, era presidenta de la Fundación Internacional Olof Palme, mediante la cual organizaba conferencias sobre geopolítica y economía en varios lugares, especialmente en su hotel de S’Agaró. Al evento asistían cada año personalidades como Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España, empresarios de los principales sectores y compañías de España y políticos de todos los partidos. En entre ellos, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien se ha mostrado “conmocionado” en un mensaje en redes sociales: “Una mujer entusiasta y siempre activa, que recordaremos como una gran servidora pública, valiente y defensora de los valores socialistas cuando era más difícil y necesario”.
En estas jornadas, su capacidad de convocatoria y su influencia eran altas, incluso en los últimos años. También lo era su insistencia, aunque esta fuera un mal menor, teniendo en cuenta que, tal como sugiere Montalbán, su carácter podría haber salvado a la democracia en sus horas más oscuras.
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