La telaraña de la financiación singular deja en suspenso la política catalana
Las incógnitas sobre los avances del plan económico para Cataluña, pactado entre ERC y PSOE, dificultan la negociación de los Presupuestos autonómicos


“Ahora dependemos de Madrid”. Dos diputados del Parlament de Cataluña, de ERC y Comuns, resumen así la situación de la política catalana tras las incógnitas que empieza a generar el futuro de los Presupuestos Autonómicos. Los republicanos, socios prioritarios del Govern junto a los comunes, reclaman avances en la nueva financiación singular para Cataluña pactada con el PSOE para empezar a negociar, pero la compleja aritmética en el Congreso de los Diputados (donde debe modificarse la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas, LOFCA), imposibilita cualquier promesa ciega. Tras años marcando el ritmo de la agenda política nacional desde Cataluña durante el procés, el Govern y el parlamento catalán observan con incerteza el traslado del centro de gravedad de nuevo a Madrid.
El reinicio de curso ha sido de momento amable para el Govern porque el Parlament avaló el martes los tres decretos que el Ejecutivo socialista aprobó hace un mes. La duda es si en el próximo Debate de Política General, previsto para la próxima semana, podrá mostrar la misma solidez. Tanto ERC como Comuns siguen sin dar aún por válido el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con Illa; Junts quiere convertir el pleno en un examen a los acuerdos de Bruselas con el PSOE que propiciaron la investidura de Pedro Sánchez; y varios grupos (PP, Vox y Aliança) ya reclaman elecciones anticipadas si finalmente el gobierno no consigue formalizar las cuentas autonómicas. Tras renunciar este año a presentar una propuesta ante la falta de apoyos, Illa gobierna con la prórroga de las cifras del último gobierno de Pere Aragonès (ERC), y un segundo año sin poder presentar su propio proyecto económico laminaría la idea de nueva normalidad que defiende desde su llegada a la Generalitat.
El fantasma electoral en Cataluña es precipitado, según fuentes de los republicanos y de Comuns. Pero nadie conoce aún la fórmula para encerrarlo definitivamente. Esquerra sigue a la espera de que el PSOE ofrezca una propuesta válida sobre la financiación singular, y tras considerar como “inconcretos” los acuerdos de la Comisión Bilateral Generalitat-Gobierno sobre financiación, convencer ahora a los republicanos de que la cosa va en serio no parece tan sencillo, según fuentes socialistas. El diputado Albert Salvadó (ERC), ya avisó el martes de que el plan tenía que parecerse más a los acuerdos de investidura, donde PSC y ERC pactaron la financiación singular, que al resultado de la reunión entre ambas administraciones. “De allí tenía que salir una agenda legislativa para desplegar el modelo acordado”, advirtió. A modo de presión, Esquerra registró hace dos semanas en el Congreso su propuesta de hacienda catalana para debatirla en el pleno, debate que el PSOE prefiere de momento evitar. Con aún mayores dificultades que Illa para aprobar los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso, Sánchez guarda silencio sobre el plan legislativo en Madrid, más allá de que la intención del Gobierno era abrir la nueva financiación al resto de Comunidades Autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
En pleno ascenso de la extrema derecha, el contexto actual no muestra un ascenso marcado de ERC en las encuestas y parece restar robustez a la posición de fuerza de la formación de Oriol Junqueras en las negociaciones con los socialistas. “Ni al PSC ni a nosotros nos interesan unas elecciones en Cataluña”, remarca otro diputado republicano. Tras superar su crisis interna, ERC sigue en proceso de consolidación, y varios rivales políticos del Parlament consideran que el anuncio de Junqueras de querer presentarse a los próximos comicios en Cataluña es un movimiento más interno que externo. “Marcó perfil dentro del partido antes sus críticos”, consideran desde las entrañas del Parlament.
La incógnita es cómo y cuándo se puede desencallar la situación en la política catalana. El Govern evita comprometerse a tener los Presupuestos el próximo 1 de enero y tampoco pone plazos para presentar el anteproyecto de ley de las cuentas catalanas en el Parlament. El Departamento de Economía trabaja de momento en la elaboración de su propio marco presupuestario a la espera de seducir a sus socios para empezar a negociar su aprobación.
Y mientras que ERC busca respuestas en Madrid, los comunes esperan avances en Cataluña. “La diferencia es que cumplir nuestros acuerdos dependen únicamente del Govern”, avisa Jéssica Albiach, líder parlamentaria de Comuns, que pretende consolidar la carpeta de vivienda. El Govern ya anunció esta semana su compromiso para crear una unidad antidesahucios y un registro de grandes tenedores (propietarios de más de 10 pisos) para cumplir con lo pactado. De ser así, la percepción de los grupos es que Comuns dará su brazo a torcer, dentro de tres semanas, en una nueva reunión con el gobierno catalán, para impulsar la negociación.
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