El diputado en el Congreso Gerardo Pisarello se perfila como candidato de los comunes en Barcelona
Janet Sanz, jefa del grupo municipal tras la salida de Ada Colau del Ayuntamiento, anuncia que deja la política


El anuncio, este lunes, de la jefa del grupo municipal de los comunes en Barcelona, Janet Sanz, de que deja la política, cierra una puerta y abre otra. Cuando faltan 614 días para las elecciones municipales de 2027, la marcha de Sanz la tacha de la lista de posibles candidatos. Autodescartada como candidata la ex alcaldesa y tótem del partido, Ada Colau, actualmente embarcada en la flotilla de ayuda humanitaria para Gaza, la puerta que se abre es la de la candidatura de Gerardo Pisarello, diputado en el Congreso con cargo en la Mesa por segundo mandato, explican fuentes de los comunes. Presente en la rueda de prensa en la que Sanz hizo el anuncio, junto con otros ex concejales, preguntado Pisarello por su futuro no niega que se plantee presentar candidatura y apunta que “el escenario está muy abierto” y que “depende de lo que hagan otras personas”, sin revelar quién. Otros nombres como el del eurodiputado Jaume Asens o el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, han perdido fuerza en los últimos meses como posibles candidatos, aseguran fuentes del partido.
Pisarello es un pata negra del núcleo fundador de Barcelona en Comú hace una década. Amigo personal de Colau y ex número dos en el primer gobierno municipal de la alcaldesa. Profesor de Derecho Constitucional, el discurso del diputado el pasado julio en la clausura del primer congreso del partido dio pistas, en lo que algunos ya leyeron como el lanzamiento de una candidatura.
Fue también durante el Congreso cuando el portavoz del partido, Max Canher, anunció que antes de finales de año el partido “celebrará elecciones primarias para elegir un tándem, un ticket electoral que se presentará para volver a liderar Barcelona”. Sería de lógica, apuntan las mismas fuentes, que el tándem lo completara la concejal en el Ayuntamiento Gemma Tarafa, también de fundadora y muy próxima a Colau. Es uno de los nombres que puede relevar a Sanz en la presidencia del grupo municipal.
En julio, tras dos días de encuentro con la militancia en los que el mensaje oficial fue la apuesta por un “frente amplio” de las izquierdas en vistas a las municipales de 2027, Pisarello y Tarafa tuvieron intervenciones parecidas. Con fama de buen orador, Pisarello fue más el más explícito. Concretó: abogando por hablar con nombres destacados de la CUP (que días antes había lanzado la idea de una candidatura de izquierdas bajo unas siglas nuevas), de barrios e incluso del PSC: “Cerrar una lista implica hablar, cenar, bailar juntos, con nuestras diferencias, pero poniendo en valor lo que nos une. Hagamos honor a lo que somos, comuners, sabemos que costará, pero no podemos desertar”, dijo. Tarafa admitió la pérdida de apoyo electoral en 2023 y apostó por un tiempo de “alianzas y generosidad” y de “tender puentes que están rotos”.
El documento de la ponencia votada en el congreso constataba que “la suma de Barcelona en Comú, ERC y la CUP representa la primera fuerza electoral de la ciudad, lo que abre una ventana de oportunidad estratégica”, aunque en 73 páginas no citaba la palabra candidatura. Está por ver si en las primarias habrá alguna candidatura. En una organización que presume de escuchar a la ciudadanía y a la militancia, pero donde las listas siempre las ha cerrado un grupo muy reducido, es difícil que surjan nombres para batirse con Pisarello. Si hay malestar, nunca se rompe nada en los comunes, hasta ahora nunca ha habido un sector crítico mostrando discrepancias en púbico, o se ha pronunciado de forma anónima, como ocurrió en el congreso de Catalunya en comú de hace casi un año, cuando el informe de gestión de la dirección saliente de Ada Colau, Jessica Albiach y Candela López obtuvo solo un 46% de voto favorable. Otra crisis destacada y provocada por la falta de democracia interna fue la de junio de 2023, a propósito de las listas de las elecciones generales.
Sanz: “Toca dar el paso. Son 14 años de dedicación exclusiva”
Janet Sanz (Tamarite de Litera, Huesca, 40 años) estuvo en la oposición del Ayuntamiento por ICV durante el mandato 2011-2015 (con Xavier Trias como alcalde) y fue la teniente de alcalde de Urbanismo durante los dos mandatos de la alcaldesa Colau (un cargo desde el que impulsó el proyecto Superilla, la unión de los tranvías por la Diagonal o sacar espacio a los coches para ganar espacio público) y tomó el relevo a la líder de los comunes como presidenta del grupo municipal cuando se marchó en octubre del año pasado. “Son 14 años de dedicación exclusiva, ahora toca dar paso para cuidarse. Ahora es el momento de abrir una nueva etapa profesional y personal. Continuaré trabajando por Barcelona desde otros espacios”, explicó este lunes en rueda de prensa, y recalcó que es una reflexión que viene de lejos, sin contar en qué trabajará a partir de ahora.
El actual es el cuarto mandato seguido de Sanz, 14 años de concejal en una formación cuyo Código Ético fija un tope de dos, prorrogables a tres, como es su caso. Los comunes siempre han dicho que el primer mandato no cuenta, porque Sanz militaba en ICV, el partido que dio paraguas legal y músculo financiero inicial a Barcelona en Comú.
“Dejo un grupo municipal fuerte y valiente”, dijo sobre una decisión que ha comunicado en los últimos días, pero de la que algunos concejales de su grupo municipal se enteraron por la prensa. Está previsto Sanz entregue el acta de regidora antes de que acabe el año. Sanz habló de la exalcaldesa como “una mujer como ejemplo”. “Si en política tengo un padre, se llama Ricard Gomà [presente en la rueda de prensa]. Y si tengo una madre, se llama Ada Colau”. Sanz presidía desde hace unos meses la Comisión No Permanente de Estudio sobre la problemática de la vivienda en el Ayuntamiento de Barcelona.
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