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Cae en Barcelona un ‘hub’ internacional de reventa de móviles robados

Dos informáticos crearon un ‘software’ bajo suscripción para seguir estafando a las víctimas

Moviles robados Barcelona
Rebeca Carranco

Eran dos receptadores, especialmente preeminentes, con contactos con dos informáticos, especialmente listos. Los primeros lideraban un entramado de pisos a los que los ladrones multirreincidentes corrían para deshacerse del móvil todavía caliente que acababan de robar en la calle; los segundos habían creado un software, que ofrecían bajo suscripción, para además intentar estafar a los desesperados dueños de los teléfonos robados. Los Mossos d’Esquadra han dado un golpe a una estructura asentada en Barcelona que también llegó a dar salida a teléfonos sustraídos en otros puntos de la geografía, como Sevilla, Portugal o Milán. De los 20 detenidos, los dos principales receptadores y los dos informáticos han ingresado en prisión provisional. En dos registros, los policías han recuperado un millar de teléfonos móviles.

“La gracia era intentar subir el nivel y atrapar a quienes dan salida a los móviles robados”, explica el inspector de los Mossos Lisard Hidalgo. Lograrlo les ha costado un año de trabajo, que empezó con el análisis de las ubicaciones de los teléfonos, una vez volaban de los bolsos, bolsillos o manos de sus propietarios. “Marcamos distintos pisos de la zona de El Raval y empezamos a ponerles cara” a las personas concretas detrás de esos domicilios ubicados en la calle de Carretas de Barcelona, explica el mando policial. Seguimientos, intervenciones telefónicas, y un nuevo dato que les permitió destapar una derivada que suele acompañar al robo del teléfono: la estafa a través de mensajes falsos para recuperarlo. “Las personas que caían daban si querer acceso al teléfono y las tarjetas a veces asociadas y vimos que se hacían pagos en comercios cerca de los domicilios de los principales investigados”, detalla.

Así lograron deshacer una madeja que les llevó a dos entramados vinculados entre sí: los receptadores, que compraban por entre 150 y 500 euros (en función del tipo y estado del teléfono) los móviles robados, y quienes les ofrecían el servicio extra de seguir esquilmando a las víctimas “hasta que se daban cuenta o hasta agotar el límite de las tarjetas”. El segundo grupo estaba conformado por tres hombres (dos de ellos con más liderazgo), afincados en Sabadell, que habían creado el sistema informático para hacerlo. En total, arrestaron a 20 personas, la mayoría de origen paquistaní, cuatro de las cuales han ingresado en prisión.

La policía catalana calcula que, como mucho, un teléfono robado que acababa en este entramado tardaba dos meses en tener una nueva vida. Con una capacidad para dar salida a centenares de móviles al mes, el dispositivo contaba con dos destinos posibles. Si habían logrado desbloquearlo, iba normalmente por carretera (en vehículos que subían a ferris) hasta Marruecos. Si no se había conseguido liberar, los Mossos han detectado que los móviles acababan en China. “Allí van a fábricas, y pensamos que se reutilizan para recambio de piezas, o bien que modifican el sistema operativo y vuelven al mercado mundial reacondicionados como teléfonos nuevos”, detalla el inspector Hidalgo, jefe de investigación de la División de Investigación Crimina (DIC) en Barcelona.

Los Mossos han logrado ya identificar a los dueños de 171 de los 1.022 teléfonos recuperados, valorados en 400.000 euros en el mercado negro. “Uno lo hemos enviado a Islandia”, cuenta el inspector, sobre un turista al que le sustrajeron el móvil en Barcelona. También han encontrado teléfonos robados en el extranjero, como Milán o Portugal, además de numerosos lugares de España, como Torrejón de Ardoz, Gandía, Sevilla o Barakaldo. “Trabajamos en la confección de un acceso web para que la ciudadanía pueda consultar con su IMEI si su teléfono está entre los que hemos encontrado”, indica el subinspector, sin que todavía haya una fecha concreta para ello.

La operación nace del esfuerzo por la lucha contra la multirreincidencia que ha desplegado el Departamento de Interior, a través del plan bautizado como Kanpai. En Cataluña se roban de media 155 teléfonos al día, la mayoría en Barcelona. “No solo vamos a por el ladrón, sino también a por la estructura que le da apoyo”, incide el mando de Mossos. La policía catalana es consciente que no ha acabado con el robo de teléfonos móviles, pero sí considera que ha asestado un golpe importante a los mayores puntos de receptación.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.
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