La cultura pierde el miedo a denunciar: las acusaciones de abusos se triplican en la Academia del Cine Catalán
El departamento pasa de las 17 denuncias en ejercicios anteriores a 46 en el último año y medio. Mayor confianza de las víctimas, consolidación del servicio y detección precoz, las causas del incremento


El miedo a denunciar abusos pierde fuerza en el sector cultural catalán. El Servicio de atención a las víctimas de violencias machistas y LGTBI-fóbicas en el audiovisual y las artes escénicas, impulsado por la Academia del Cine Catalán, ha hecho público su último informe de actuación, donde especifica que ha atendido un total de 46 personas entre el 2024 y el primer semestre del 2025. Esa cifra representa casi el triple del ejercicio anterior, cuando se detectaron ocho atenciones el 2023 y nueve el 2022.
El informe desprende que no solo se ha perdido el terror a contarlo, también el de interponer una denuncia buscando la reparación por la vía legal. De los 46 casos detectados, 18 han expresado la voluntad firme de interponer denuncia, activar protocolos internos o hacer denuncia pública. Un avance clave respecto a los años anteriores, cuando cinco casos optaron por ese camino. Los agresores siguen sin sentirse interpelados: solo un agresor se puso en contacto con el departamento en 2023. La única consulta desde que se puso en marcha el servicio.
“Este incremento no solo muestra la consolidación del servicio, sino que también refleja una mayor confianza por parte de las víctimas y una detección más precoz de los casos. Que se contacte con el servicio cuando los hechos acaban de pasar permite una mejor reparación y una respuesta más eficaz por parte del sector. Este aumento de actividad constata, además, la necesidad de mantener activo el Servicio, y por eso es imprescindible que las administraciones no retiren su apoyo”, ha explicado Judith Colell, presidenta de la Academia, en la nota facilitada a los medios.
El departamento de abusos se anunció en los premios Gaudí de 2022 tras contabilizar más de 150 casos en instituciones públicas y privadas del sector. Bajo una máxima de confidencialidad absoluta en favor del bienestar emocional y del asesoramiento de las víctimas y de los testimonios, el Servicio de atención a los abusos se impulsó coordinado por dos especialistas en violencias machistas, la psicóloga Aina Troncoso y la abogada penalista y criminóloga Carla Vall i Duran. Tras tres años y medio de su puesta en marcha, las cifras visibilizan que las víctimas toman la iniciativa a la hora de denunciar por su cuenta y se han acortado los tiempos de espera para dar el paso y formalizar esas quejas. Durante el 2024, el 91% de las consultas las hicieron las propias afectadas, una tendencia que baja el 2025 al 70%. En total, se han atendido 33 personas en 2024 y trece entre enero y junio de 2025. Estas cifras casi triplican la atención registrada en años anteriores (17 en el primer año y medio de funcionamiento).
Pese a los avances, el precio económico de la vía legal sigue siendo uno de los impedimentos para continuar con la resolución en los juzgados. Denunciar es caro. Así pasó con el caso del cineasta Eduard Cortés, exmiembro de la Academia de Cine, tras las denuncias por grooming (acoso y abuso sexual online) que se hicieron públicas en 2024, cuando 27 mujeres acusaron al cineasta de esa práctica El director se dio de baja de la Academia antes de ser citado por la institución, la investigación de la Academia se archivó y desde el servicio se recomendó a las víctimas pasar a un bufete privado, el despacho de Carla Vall i Durán, que les ofreció asesoramiento inicial, pero cuyo coste, según aseguraron a este diario, no pudieron asumir algunas de las denunciantes.
Romper el silencio del sector académico
El informe desprende que el entorno laboral es el que más denuncias recibe, pero que en el académico y formativo también se están rompiendo silencios. En ese sector se han recogido cinco situaciones de violencia y representan un tercio del total de casos atendidos en esta primera mitad del año en curso. En total, se han detectado situaciones de abuso, acoso o agresión sexual en espacios laborales (82% de los casos recogido en este periodo), el 11% de las denuncias se da en el ambiente académico y el 7% en esferas más íntimas, ya sea mediante relaciones de pareja o entornos comunitarios.
El tiempo de reacción frente al abuso también se ha acortado. Todos los casos registrados en 2025 se corresponden con abusos recientes, mientras que en 2024, casi el 60% de los casos atendidos correspondían a situaciones recientes o que estaban en curso en el momento de la consulta y el 40% hacían referencia a hechos del pasado.
Atención psicológica y formativa
La atención jurídica y psicológica ha sido clave, según defiende el departamento, durante el ejercicio de 2024. Catorce personas recibieron orientación psicológica (con 17 sesiones realizadas, incluyendo por primera vez una sesión grupal), y veinte personas han recibido asesoramiento jurídico. Durante el primer semestre de 2025, seis personas han accedido al acompañamiento psicológico, mientras que todavía no se han hecho asesoramientos jurídicos. “El uso del servicio como espacio para tomar decisiones informadas ha crecido mucho. No solo nos contactan para asesorarse, sino para recibir seguimiento y apoyo a lo largo del proceso de denuncia o reparación”, afirma en el informe la psicóloga Aina Troncoso, al frente del equipo de atención.
Con el lema de “prevención, respeto y reparación” en su hoja de ruta, la formación y concienciación sigue siendo otro de los factores clave en la lucha contra los abusos desde el departamento. El objetivo es la capacitación profesional a la hora de abordar protocolo (personas de referencia o comisiones de abordaje, entre otros temas), y ofrecer al sector los conocimientos básicos que permitan la detección de violencias machistas en el contexto laboral. Más de 280 personas han recibido estas formaciones, a las que se añaden los más de 250 estudiantes de escuelas de cine y de interpretación que han participado en talleres prácticos sobre detección y coordinación de intimidad.
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