Una víctima de vandalismo en Barcelona: “Quemaron la furgoneta con una bengala o un soplete”
Al menos una quincena de vehículos fueron quemados intencionadamente durante la verbena de Sant Joan en la capital catalana y en Mollet del Vallès


Javier Ruiz, después de pasar la verbena de Sant Joan con familiares y amigos, acudió a su taller de carpintería, ubicado en la avenida de Meridiana de Barcelona, para encontrarse con una escena desoladora. Su furgoneta de trabajo había sido quemada por completo al punto de que, en la parte interior, las llamas lo acabaron convirtiendo todo en una mezcla oscura de cenizas y escombros. El fuego desintegró los asientos y todos los objetos del interior del vehículo que Ruiz compartía con sus hermanos para las labores cotidianas del taller.
“Quemaron mi furgoneta desde abajo con una bengala o un soplete bastante potente y la dejaron inservible”, explica Ruiz, quien mantiene que no se trata de un caso aislado y lamenta que se haya “normalizado” este tipo de actos vandálicos contra particulares. La noche del 23 de junio, otras siete furgonetas sufrieron daños debido a las llamas en la misma zona. Un taller de pintura también sufrió los efectos del fuego: una de sus furgonetas de trabajo quedó inservible, mientras que la otra se encuentra en reparación. “Hemos tenido que gastar más de 1.000 euros en alquilar una furgoneta”, explica uno de los responsables.
Aunque en la noche de Sant Joan las incidencias por hogueras y petardos se disparan, los actos de vandalismo se han esparcido a lo largo del año en Barcelona, con contenedores o coches quemados con más frecuencia en los últimos años. En febrero, se quemaron cinco coches en la Gran Via de L’Hospitalet de Llobregat en un incendio provocado, mientras que en abril otros ocho vehículos quedaron calcinados en el mismo municipio. En el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona, un episodio similar afectó el año pasado a una decena de vehículos, según un portavoz de la asociación de vecinos. “Los coches normalmente no arden así, tuvieron que utilizar algún combustible o acelerador”, asegura.
Los Mossos d’Esquadra no dan cifras respecto al número de coches quemados en lo que va del año ni el número de imputados por este tipo de actos. Sin embargo, fuentes de la policía catalana señalan que “los incendios de coches se producen por diversas tipologías: accidentales, como consecuencia de la afectación de otros incendios (contenedores o edificios) y provocados, ya sea por cuestiones personales entre víctima y autor, o por otros motivos”.

Después de lo ocurrido, la hija de Ruiz denunció públicamente los hechos por medio de las redes sociales: “Siendo una furgoneta de hace cinco o seis años, lo que nos van a reembolsar del seguro es lo mínimo, por muy buen estado en que estuviera, la mayoría del gasto lo tendrá que asumir mi padre“, asegura.
La noche de Sant Joan, los vecinos llamaron a los bomberos, quienes terminaron apagando las llamas del coche. Ruiz acudió al día siguiente a una comisaría cercana a denunciar los hechos. ”No puedes ir a trabajar ese día y además debes alquilar furgonetas para poder ir a trabajar al día siguiente, psicológicamente es muy duro", asegura su hija. Hasta el momento, la policía no ha dado con los responsables, según Ruiz.
Esa misma noche, un incendio similar afectó a siete vehículos en Mollet del Vallès (Barcelona), en donde un grupo de jóvenes celebró la festividad de Sant Joan encendiendo una hoguera en un punto de alimentación para gatos, según explicó una asociación de protección de animales de la localidad. “Nos comentaron que los jóvenes cogieron un manojo de petardos y lo tiraron por la zona donde estaban los coches, y eso causó un incendio que quemó a varios de ellos”, explicó una de las responsables de la entidad. En Castelló d’Empúries (Girona), una persona resultó herida por quemaduras después de que se incendiara la furgoneta en la que permanecía.
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