Barcelona se prepara para el verano de los 50 grados

¿Y si un día Barcelona alcanza los 50 grados? El Ayuntamiento trabaja en una estrategia para comprobar la resilencia de la ciudad si el calor alcanza niveles casi incompatibles con la vida. La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha anunciado este jueves que el Consistorio realizará un simulacro, en los próximos dos años, donde, en una ”zona localizada de la ciudad”, se pondrán a prueba las entidades, los servicios, las instituciones y la ciudadanía para ver cómo funcionaría la capital catalana si el mercurio alcanza los 50 grados. París ya hizo este simulacro en 2023 con el que se pretende evaluar la capacidad de reacción ante temperaturas tan extremas y comprobar como quedaría afectado la movilidad, el suministro energético… Con el simulacro se pretende fijar unos protocolos para saber cómo actuar en equipamientos, escuelas, transporte público…

Bonet ha dado pocos detalles sobre el simulacro y ha anunciado que se realizará, en el poco concreto plazo de dos años. Ha lanzado el anuncio durante la presentación del Plan Calor. Un documento que sirve de hoja de ruta durante la próxima década para proteger a la ciudadanía frente a las altas temperaturas. El Plan Calor pone el foco en la adaptación del espacio público y la protección de los colectivos vulnerables ante las olas de calor y el calor sostenido. De hecho, según la Agencia de Salud Pública de Barcelona solo en 2024 fallecieron 240 personas en la ciudad a causa de las altas temperaturas.

El Consistorio asegura que la ciudad ha aumentado la temperatura en 1,5ºC respecto a la era preindustrial y todo apunta a que seguirán subiendo las temperaturas. El Plan Calor tiene un presupuesto inicial de 111,6 millones de euros y plantea hasta 47 medidas para mejorar la resiliencia del espacio público, mejorar el confort térmico de los edificios y adaptar los espacios municipales. Pertenecen al Plan Clima acciones municipales como la instalación de 200 espacios de sombra en los próximos años, la red de 400 refugios climáticos, la climatización progresiva de 170 escuelas públicas o la instalación de pavimientos que reducen el efecto del calor.

El PSC presiona a Junts con el 30%

Durante la rueda de prensa del Plan Clima, Bonet ha anunciado que pedirá a Junts que explique “los verdaderos motivos” por los que deja de negociar la reforma de la norma que obliga a reservar para vivienda de protección oficial el 30 % de las nuevas promociones y grandes rehabilitaciones en la ciudad de Barcelona.

Bonet ha hecho estas declaraciones un día después de que el presidente Junts en el Ayuntamiento, Jordi Martí, anunciara que no apoyarán la propuesta de flexibilización del Consistorio. Martí explicó que la decisión se debe a “la prepotencia” y “a la negativa del gobierno municipal a intentar llegar a aproximaciones” en las seis medidas que propuso Junts en febrero para hacer frente a la crisis de acceso a la vivienda en la ciudad, entre ellas reducir en un 4 % del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) en 2026.

“Como no entendemos lo que explicaron ayer y tampoco entendimos que saliesen ayer en rueda de prensa en medio de las conversaciones, necesitamos entenderlo y, para entenderlo, lo que haremos es pedir una reunión con Junts para que nos expliquen cuáles son sus verdaderos motivos para levantarse de la mesa”, ha anunciado Bonet.

La primera teniente de alcalde ha defendido que la reforma del 30 % es una “oportunidad de hacer efectiva una norma necesaria más que nunca y que permitiría que de 100 viviendas que se construyan, el 30 % sean protegidas y las construyan promotores privados”.

Por ello, ha asegurado que el gobierno municipal estará sentado en la mesa de negociación “el tiempo que haga falta para garantizar que tenemos una medida efectiva” y con el objetivo de “desencallar la construcción de vivienda en la ciudad”.