Presión a los ‘grow shops’ en Cataluña: “Que no se sientan fuera de peligro si no se someten a la legalidad”

Los grow shops son una de las vías por las que la policía sospecha que se abastecen los grupos criminales para montar plantaciones de marihuana. Y por eso se han convertido en un nuevo objetivo en la lucha contra el cultivo de esta droga. De 17 locales inspeccionados simultáneamente en Barcelona el pasado 12 de junio, ocho han acabado con denuncias penales. Les encontraron marihuana, cogollos, hachís, cocaína y ketamina en pequeñas cantidades y un número muy elevado (19.300) de semillas no autorizadas. “Queremos inspeccionar todos los grow shops de Cataluña”, ha asegurado el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, en una rueda de prensa. El pasado mes de mayo, la Guardia Urbana ya actuó otros 35 locales de la ciudad.

Las tiendas de cannabis han proliferado los últimos años, con una notable expansión concentrada en la ciudad de Barcelona. La Guardia Urbana calcula que hay un centenar de locales. “Pero es una comunicación ágil, hoy pueden haber cerrado tres, y abierto otras tres nuevas”, se ha excusado el intendente de la policía local Pedro José Jiménez, que no se atreve a concretar un número exacto de estos establecimientos. En todo caso, el delegado del Gobierno central en Cataluña ha dejado claro que serán implacables en su seguimiento. “Es un toque de atención”, ha dicho, “que no se sientan fuera de peligro si no se someten a la legalidad vigente”.

El cultivo de marihuana y su tráfico está prohibido en España, pero buena parte del negocio que se mueve alrededor de esta industria es legal. Una persona puede comprar semillas, fertilizantes, ventiladores, luces y todo lo demás que necesita para montar una plantación en los grow shops. A eso se añade la novedad del CBD: una variante que se extrae también de plantas de cannabis pero que, para ser legal, debe contener un THC (sustancia psicoactiva) por debajo del 0,3%, además de cumplir con normas de consumo. En las inspecciones simultáneas se han intervenido 2.249 productos con CBD (vaporizadores, golosinas y cremas), que están a la espera del análisis de la cantidad de sustancia psicoactiva.

Además de las causas penales, y las ocho personas investigadas por tráfico de drogas, se han impuesto 60 denuncias administrativas de distinta índole a los locales. Aunque no se cerró ninguno de ellos de manera cautelar, algunos de los expedientes pueden acabar con órdenes de clausura, según ha explicado el intendente de la Guardia Urbana. También se han confiscado distintos objetos, como latas de bebida o mecheros, con departamentos habilitados en su interior, que los agentes entienden que pueden servir para ocultar droga, según ha explicado el teniente coronel de la Guardia Civil Jorge Raúl Sáez.

La rueda de prensa ha sido también un alegato contra el cultivo y tráfico de marihuana. “No existen drogas blandas”, ha insistido el delegado del Gobierno, Carlos Prieto, que se ha referido también a la banalización de esta droga, que puede tener graves consecuencias, sobre todo entre la gente joven. El intendente de la Guardia Urbana ha puesto el acento también en los peligros de las golosinas con CBD, y ha citado el caso de un menor que acabó en el hospital Clínic por la ingesta de este tipo de productos, sin ser consciente de su peligro.