Marc Gascons y Fermí Puig a título póstumo, Premios Nacionales de Gastronomía de Cataluña

Los Premios Nacionales de Gastronomía 2025, que concede la Academia Catalana de Gastronomía i Nutrición, han reconocido este miércoles por la noche la cocina de autor de Marc Gascons, del restaurante Els Tinars, en Llagostera (Girona); y a Fermí Puig, distinguido in memoriam por su contribución a la cocina tradicional desde su restaurante homónimo en Barcelona, que cerró a raíz de la enfermedad del cocinero, que murió hace un año. Con este doble premio, la Academia reconoce dos maneras de entender hoy la cocina catalana, desde la más enraizada a la más personal. El Premio Revelación ha sido para Moha Quach, del restaurante El Terrat de Tarragona, y el Premio Jefe de Sala ha recaído en Montse Serra, que lleva junto a Paco Pérez el restaurante Miramar de Llançà (Girona). Mònica Ramírez se ha alzado con el Premio Nèstor Luján de Periodismo Gastronómico.

Noche todavía más especial en un entorno natural que por sí solo ya desprende magia. Món Sant Benet, en Sant Fruitos del Bages, ha sido el enclave donde se han entregado los premios de gastronomía de la Academia Catalana. Entre bosques y un monasterio medieval, la sociedad gastronómica ha celebrado su gala anual para entregar los premios a profesionales de la restauración que han destacado en su ámbito. Como ya fue el año pasado con el doble premio a Paco Solé y Xavier Pellicer, esta vez también hay dos Premios Nacionales de Gastronomía porque la cocina catalana está en un punto que es preciso distinguirlo en dos categorías, opina Carme Ruscalleda, vicepresidenta de la Academia. “Los ganadores son una demostración muy clara del momento de la cocina respecto al legado cultural”, apunta.

Para el desaparecido Fermí Puig, a título póstumo, ha sido el premio que pone en valor la cocina más tradicional y de base. Así eran sus recetas en el restaurante que tenía en la calle Balmes, que reabrirán Alfred Romagosa y Josep Maria Masó el próximo julio con el nombre de Fonda Balmes para rendir homenaje a su compañero. Ferran Adrià y Jordi Basté se han encargado de elogiar el legado que deja en la cocina catalana. Nacido en Granollers en 1959, empezó su carrera en elBulli, dirigió el restaurante Drolma, el primero de hotel en conseguir estrella Michelin, y fundó Petit Comitè, referente de la cocina tradicional. En 2015 abrió su propio restaurante con su nombre, Fermí Puig, con una cocina centrada en el buen comer que huía de lujos innecesarios. “Su aportación a la cocina catalana es inestimable”, apuntan desde la Academia.

Por otro lado, Marc Gascón se ha llevado el premio a la innovación porque desde su restaurante Els Tinars (que tiene una estrella Michelin) va más allá de la tradición, pero su trabajo parte siempre de las raíces, del producto de la región y de la temporada. La Academia le reconoce una “cocina elegante, sencilla y honesta, enraizada al producto y al territorio”. Para la Academia, este desdoblamiento del premio era imprescindible para seguir aupando la novedad sin olvidar las raíces. Procedente de una familia hostelera, ha forjado su estilo con maestros como Joan Roca o Salvador Brugués. Su cocina, vinculada a la tradición catalana y más concretamente ampurdanesa, destaca por el sabor, la calidad y el vínculo con la tierra. Anteriormente, ha sido reconocido con premios como el mejor cocinero joven en 2016, el cocinero más joven con estrella Michelin en 2011 y el mejor cocinero de Girona en 2008.

Los otros premiados de la noche han sido Moha Quach, del restaurante tarraconense El Terrat, reconocido con el Premio Revelación. Nació y creció en Nador (Marruecos), en una familia muy vinculada a la pesca, el oficio de su padre, y a la ganadería y la agricultura, el trabajo de sus abuelos. Su historia personal le ha llevado a ser siempre muy respetuoso con el producto local y de temporada, y en Tarragona ha encontrado la talaya desde donde hacer una cocina que innova sin renunciar a estos principios.

Además, otro premio se ha ido para tierras gerundenses y es el de jefe de sala. Montse Serra, del restaurante Miramar de Llançà, ha sido distinguida por su “sensibilidad, discreción y capacidad de transmitir emoción y conocimiento desde la sala”. Junto a Paco Pérez, su marido, es el alma de este hostal familiar, situado frente al mar, que tiene un restaurante con dos estrellas Michelin y cinco suites en la planta superior. Nacida en Llançà en 1965, representa a la cuarta generación al frente de esta casa que abrió en 1939, y donde también trabajan sus hijos.

El Premio Nèstor Luján de Periodismo Gastronómico se lo ha llevado Mònica Ramírez, por un artículo titulado ‘La cocina sube al tractor’, que salió publicado en la revista Cuina. La periodista, especializada en gastronomía desde hace más de veinte años, pone en valor la conexión directa entre cocina y territorio y retrata como algunos de los chefs más relevantes del país se han implicado activamente en el mundo rural, ayudando a vincular alimentación, paisaje y sostenibilidad. El último premio de la noche ha sido una distinción especial para la empresa de Pineda de Mar Josper S.A., fundada por Pere Juli y Josep Armangué, por su aportación innovadora y su alcance internacional (vende en más de 100 países) con el desarrollo de un aparato que combina las prestaciones de un horno y de una brasa en un mismo equipo.