Primavera Sound 2025: mujeres, músculo, veteranía y mucho post

Dos ejes vertebran el cartel del Primavera Sound de este año. Por un lado la incontestable prevalencia del pop en cualquiera de sus formas, como si a los tiempos duros que vivimos les conviniese el linimento melódico como medicación. En la música, al contrario que en la política, la testosterona cotiza poco. Por otro, y esto ha dejado de ser noticia, el poder femenino se confirma, se podría arriesgar que en la música popular en su conjunto, y son precisamente mujeres las que se supone serán protagonistas de gran parte de los conciertos más celebrados de esta edición. Es, por cierto, la vigésima que el festival celebra en un Fórum que fue él mismo quien diseñó para su utilización a tales efectos. Un rincón urbano encajado junto al mar que aporta uno de los elementos más distintivos del Primavera Sound, su casi imbatible ubicación. Todo vendido para ver artistas de todo tipo.

Las tres tenoras

Este año es el de Charli xcx, que ya estuvo el año pasado, Chappell Roan, que se apuntó al festival viendo que también en él estaban Sabrina Carpenter y Charli. El de Charli, actuando al alimón con el sudafricano Troye Sivan, será el único concierto en Europa tras 20 realizados en Estados Unidos a inicios de este mismo año. El Primavera será también el único festival en el mundo que tenga a estas tres divas en su cartel. Charli y Troye marcarán el cénit del frenesí bailable con cortinaje electrónico. Chapell usa cortina también, pero para dar a su espectáculo un aire de cabaret y vodevil en el que expone son soltura y credibilidad marcadamente queer un cancionero imbatible de estética drag, trama melodramática y una personalidad arrolladora que la llevó a la gloria tras intimar con el fracaso sirviendo cafés. Sabrina es por su parte una especie de caramelo ácido. Sus formas de pop suave, que puede parecer tontorrón, esconden letras picantes y nada ingenuas que llega sin complejos a este duelo a tres en el festival.

Más mujeres

El listado de artistas femeninas no se cierra con la triple corona. FKA Twigs es otro activo del festival, con sus ambientes de sugestiva penumbra y paso perezoso legado del trip-hop, que hibrida con el R&B y la electrónica. Cassandra Jenkins y su pop adulto y calmo tiene una de las voces más cautivadoras del festival, como Zaho de Sagazan, la nueva diva de la neo-chanson con apoyo electrónico. Por su parte, la galesa Kelly Lee Owens envuelve su voz, en ocasiones susurrada, entre sintetizadores y ritmos que van del techno al drum&bass matizado. Mientras Momma está encabezado por otras dos mujeres y su indie-rock años 90 evidencia que esta década está en boga. Waxahatchee llega de Alabama, con una voz más que transparente y canciones que huelen a country, a folk y a rock. Bien jangle-pop, surf o indie-pop son Dehd, cuarteto de guitarras nítidas sin retorcimientos y deliciosos punteos. En el lenguaje de las guitarras también se expresa el trío de hermanas Haim, rock suave y pop que ha evolucionado en su último single hacia el r&B. Y qué decir de la ensoñación de Beach House, música de sabanas vaporosas que flotan sobre el colchón musical. Las excelentes Judeline y Amaia son parte de la aportación local a un cartel donde figura la veterana y reinventada Kim Deal (ex Pixies) con un disco muy variado y suave “Nobody Loves You More”. Cat Power versionando a Dylan será otra must del festival.

Veteranía

En un festival de música actual la memoria también cuenta. Vuelven LCD Soundsystem y su dance-punk, dance-rock o como llamarse quiera a su insistencia bailable de sustrato analógico-digital. También Spiritualized interpretando Pure Phase a los 35 años de su edición. Sí, el tiempo pasa rápido, aunque Stereolab parecen haberlo congelado. Hacía 15 años que no editaban nuevo material y el reciente “Instant Holograms On Metal Films” resulta contemporáneo, con canciones de giros sorprendentes, aperturas estilísticas y un equilibrio perfecto entre calidez y distancia en la voz de Laetitia Sadier. Y Anohni, artista de largo recorrido, presentará el maravilloso disco del 2.023 dedicado a la luchadora por los derechos trans Marsha P. Johnson (quien luce en la portada).

Músculo y neuronas

Varias formaciones de las que intelectualizan el rock, perfil Black Country New Road, el post-punk, TV On Radio, el post-hardcore, Turnstile, que suavizan el post-punk, Fountains DC, que reflejan la mugre contemporánea a base noise y pulso industrial, Chat Pile, evidencian que el pop no es el único lenguaje con vigencia y que las guitarras ásperas y veloces ni han muerto ni se espera lo hagan. Que se lo digan a Idles, post-punk, post-hardcore y rock para cuestionar la masculinidad tóxica. Todo es hoy post, como si viviésemos tiempos nuevos. Que sí, pero no tanto. Ahí está MJ Lenderman con su excelente country-folk. Todo vale si vale la pena. Incluso quitarle el bombo al techno, como Barker.