Barcelona consuma la ruptura de relaciones con Israel: “Lo que ocurre en Gaza es inhumano”
PSC y comunes intercambiaron hasta seis versiones del texto hasta alcanzar un acuerdo. ERC lo apoya y Junts se abstiene


Barcelona ha roto las relaciones con el actual Gobierno de Israel y la ciudad de Tel Aviv, con la que estaba hermanada desde 1998. El pleno del Ayuntamiento ha aprobado este viernes una proposición pactada entre los Comunes y el gobierno del alcalde Jaume Collboni, socialista, y apoyada por ERC que rompe “relaciones institucionales con el actual gobierno de Israel hasta que se restablezca el respeto al Derecho Internacional y al Derecho Internacional humanitario y se garantice el respeto a los derechos básicos del pueblo palestino”. El texto, también incluye “romper el acuerdo de amistad y colaboración que regula la relación con la ciudad de Tel Aviv”. El texto se cerró el jueves de noche, tras intercambiarse socialistas y comunes hasta seis versiones del texto en 48 horas. Los concejales de Junts, que intentó introducir enmiendas al texto pero los impulsores declinaron analizarlas, porque eran las tantas, se han abstenido. PP y Vox han votado en contra. En la proposición, el Consistorio insta a Fira de Barcelona a vetar al Gobierno de Israel, a lo que el consorcio no ha respondido por ahora.
El acuerdo al que se ha llegado esta vez en el Ayuntamiento llega tras dos años de rifirrafes entre PSC y comunes a propósito del conflicto, pero cuando en las últimas semanas se han vuelto a intensificar las matanzas de población palestina por parte de Israel en la franja de Gaza. Las críticas arrecian entre la comunidad internacional y ha habido gestos contundentes de proximidad, como el del Gobierno de Pedro Sánchez instando a la Comisión Europea a “movilizarse para detener la invasión ilegal de Netanyahu sobre Gaza”, o el del Govern de Salvador Illa, que la semana pasada anunció que cierra su oficina exterior en Israel.
Los textos sobre el posicionamiento de Barcelona ante el conflicto se remontan a febrero de 2023, con Ada Colau como alcaldesa, cuando el ejecutivo municipal decidió romper relaciones con Israel y la ciudad de Tel Aviv. La ruptura se materializó por decreto y ese mismo mes fue rechazada hasta tres veces en el pleno. En septiembre del mismo año, Collboni, ya en la alcaldía, restituyó las relaciones. Y la cuestión volvió al pleno con un texto de los comunes por el que la ciudad “interrumpía” las relaciones, una suspensión que salió adelante con el apoyo de PSC y ERC.
El texto transaccionado ha llegado al pleno tras un intercambio de versiones que incluye cesiones tanto de los socialistas como de los comunes. Habla de “romper” en vez de “suspender temporalmente”, como afirmaba el texto del PSC. E incluye cláusulas contractuales para dejar de trabajar con empresas proisraelianas, un redactado que suaviza el inicial de los comunes que exigía que “ninguna empresa colaboradora con el genocidio de Israel” pudiera “desarrollar sus actividades en connivencia con el Ayuntamiento de Barcelona” un punto que en parte se refería a la polémica por el Sonar. El texto final también menciona explícitamente la idea de los comunes de que que Fira de Barcelona no pueda acoger pabellones de Israel, como ocurre en el Mobile World Congress, ni de empresas armamentísticas y que el Puerto no permita atracar barcos con armas con para Israel.
El alcalde Jaume Collboni ha defendido el rol de Barcelona como ciudad de paz: “Cuando nuestra ciudad habla, el mundo escucha”, ha dicho y ha recordado que en 1998 los alcaldes de Tel Aviv y Gaza visitaron la ciudad durante su fiesta mayor y del encuentro salieron acuerdos de cooperación y el hermanamiento. “El nivel de destrucción y crueldad del gobierno de Israel ha llegado a unos niveles de inhumanidad que hacen imposible mantener ni hermanamientos como los que se firmaron entonces y hacen inviable cualquier relación”, ha defendido. “Gaza pertenece a los palestinos, lo reconoce la legalidad internacional y este texto”, ha señalado. En su intervención, Collboni ha evitado pronunciar la palabra ‘genocidio’, pero tras relatar los bombardeos, destrucción y negación de comida a la población civil, ha afirmado: “Es indignante y es inhumano, todos sabemos qué nombre tiene, esperemos que sus responsables acaben ante el Tribunal Penal Internacional”.
La presidenta del grupo municipal de Barcelona en comú, Janet Sanz, ha presumido de “mover [el posicionamiento] al partido socialista” y ha manifestado que “lo que está ocurriendo, el genocidio del pueblo palestino, es insoportable, y es insoportable que no pase nada, que se haga lo que sea para que el estado siniestro de Israel haya matado 250 personas al día, 18.000 niños desde que comenzaron los ataques”. “¿Lo podríamos soportar si fuera Barcelona? No”, ha respondido y ha arremetido contra la falta de respuesta y contra los apoyos que tiene Israel. “Es un acto simbólico, pero Barcelona es un referente, es una ciudad de paz”, ha dicho sobre una proposición que “es un éxito de todas las entidades y la comunidad palestina”, pero también ha recordado que el texto comportará “revisar todos los contratos y licencias” municipales.
Desde Junts, el concejal Damià Calvet, ha alabado la capacidad de “tender puentes” de Barcelona y ha tachado de “macabro el baile de Hamás, Hezbolá y el gobierno de Netanyahu”. El edil ha lamentado “la forma como se ha acordado el texto” y que comunes y PSC no hayan contado con las aportaciones de Junts “que hubieran dado riqueza”. “Su texto desprende un grado de cinismo importante”, ha dicho y ha reprochado que la ciudad rompa relaciones pero “las mantenga el Gobierno, cuando son los mismos partidos”. En ERC, la presidenta del grupo municipal, Elisenda Alamany, también ha tachado de “genocidio” e “insoportable” asistir a las imágenes que llegan desde la franja de Gaza. “¿Nos imaginamos a nuestros hijos solos ante esta barbarie? Igual que Europa ha sido contundente con Rusia, debe serlo con el estado de Israel", ha manifestado.
En el PP, el concejal Juan Milián, ha alertado de una “doble vara de medir no condenar Venezuela”. “Han escogido un bando, lo que tenemos que hacer es fomentar la paz y no atizar el fuego”. Por parte de Vox, Gonzalo de Oro, ha afirmado que su partido “condena el terrorismo de Hamás” y ha considerado que Barcelona no tiene competencias en políticas exterior: “¿Creen que esto va a servir de algo?“, ha preguntado.
Entre otros puntos, el texto también rechaza y condena los ataques del Estado de Israel contra la población civil palestina, afirma que la actuación de Israel en tierras palestinas es contraria al Derecho Internacional, exige al Gobierno Israelí el alto el fuego inmediato y que levante el bloqueo de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, condena “cualquier forma de antisemitismo e islamofobia” y se adhiere a los esfuerzos para convocar una cumbre de paz. Además, apoya las peticiones de la comunidad internacional, el Gobierno y la Generalitat para tomar medidas para defender los derechos humanos en Palestina.
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