La misión europea sobre la crisis de vivienda ve “difícil” regular el mercado desde Bruselas
La presidenta de la comisión especial que ha visitado Barcelona urge un parque de pisos asequibles y afirma que intentarán movilizar fondos


La comisión especial sobre la crisis de vivienda del Parlamento Europeo ha finalizado este miércoles su visita de tres días a Barcelona y Badalona, donde se ha reunido con instituciones, entidades, asociaciones y agentes económicos. En una comparecencia en la sede de la eurocámara en la capital catalana, la presidenta de la comisión, la eurodiputada Irene Tinagli, ha explicado que lo que más les ha llamado la atención ha sido “la falta de vivienda asequible, que es fruto de años y no es responsabilidad de gobiernos concretos”. “Las políticas [de vivienda] se han abandonado durante décadas y ahora todo irrumpe como emergencia”, ha lamentado.
Tinagli ha evitado valorar las regulaciones vigentes en España y Cataluña y ha admitido que las competencias europeas hacen “difícil” regular el mercado desde Bruselas, en cuestiones como los precios. “No es nuestra competencia hacer regulaciones o directivas, de verdad, veo difícil que tenga competencias para regular precios. Tenemos situaciones muy distintas y la vivienda es un tema que sufren millones de europeos, en cada lugar con su contexto, precios, salarios, no es deseable hacer una ley que regule desde Bruselas”.
En un ejercicio de realismo, como factor que complicaría una regulación comunitaria Tinagli ha citado también las dificultades de alcanzar consensos políticos en un arco parlamentario que va de la extrema izquierda hasta la extrema derecha. “A veces es frustrante ver que no se puede hacer todo desde Bruselas”, ha admitido en respuesta a una pregunta. Sí ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de movilizar fondos europeos porque urge “aumentar el parque de vivienda asequible para las clases medias”. La petición de más fondos es una de las principales de la alianza de alcaldes Mayors for Housing, impulsada por el edil de Barcelona, Jaume Collboni.
La eurodiputada ha explicado que los nueve parlamentarios europeos que han visitado Barcelona, de siete grupos políticos distintos, tienen hasta comienzos del próximo año para elaborar un informe a partir de la información recabada en las visitas realizadas también a otras ciudades. Pero ha recordado que no están para juzgar, ni valorar, ni proponer medidas, sino para realizar una diagnosis de la crisis de vivienda que, eso sí, ha coincidido que viven muchas ciudades europeas. “Requerirá tiempo”, ha avisado sobre el alud de información e informes “elaborados desde distintas perspectivas” recabados solo en Barcelona.
“Bruselas no puede decidir si una ciudad tiene que hacer control de precios o dónde, es un tema extremadamente complejo. Europa lo que tiene que hacer es ver cómo podemos movilizar recursos, o productos financieros para intentar alentar inversiones no especulativas, desde por ejemplo el Banco Europeo de Inversiones (BEI)”, y ha puesto como ejemplo los fondos Next Generation en la crisis que provocó la pandemia del covid. Tignali ha admitido que el debate existe, pero que “hay grupos partidarios de más no menos intervención”.
Tinagli ha apostado por “regular de manera gradual”, como se ha hecho al imponer más transparencia a portales como Airbnb. Y también ha citado una sentencia del Tribunal Europeo sobre un caso de fondos de inversión en París, donde se ha fallado que las ciudades que tienen muchas presión sobre los precios y la disponibilidad de vivienda deben poder adoptar medidas restrictivas para garantizar una oferta suficiente. “Hay que ver cómo puede influir”, ha dicho.
La presidenta de la comisión especial ha agradecido a las instituciones (Gobierno, Generalitat, Ayuntamientos de Barcelona y Badalona), agentes sociales (patronales y sindicatos) y entidades como el Sindicato de Inquilinas o la Federación de Entidades Vecinales de Barcelona (FAVB).
Sobre Barcelona, ha alabado “el grandísimo esfuerzo” que las tres administraciones están haciendo para atender la crisis habitacional. Y en concreto sobre los efectos del turismo ha afirmado que es “difícil analizar el impacto”, pero ha dicho que “hay formas de turismo, el que utiliza el parque de vivienda para uso no residencial que están creando problemas en Barcelona y en otras partes”.
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