Familias de colegios del Opus rechazan que La Farga y La Vall pasen a ser privadas
Un grupo de padres impulsan un manifiesto y recogida de firmas para que el colegio no se convierta “en un espacio de élite educativa y económica”


La decisión de las escuelas vinculadas al Opus Dei, La Farga (Sant Cugat del Vallès) y La Vall (Bellaterra) de pasar a ser privadas en el curso 2026-27 para poder mantener la separación de niños y niñas no ha agradado a todas las familias. A pesar de que desde Institució Familiar -la fundación que gestiona estos centros- y la Fapel -coordinadora de las AFA- aseguraron que la medida había tenido una “buena acogida” entre las familias, parece que no ha sido así y un grupo de unas 70 de ellas, según afirman, han impulsado un manifiesto y una recogida de firmas criticando la decisión de la titularidad, que consideran “unilateral”.
Los bandazos de estas escuelas entre el modelo mixto y el diferenciado dura ya años. Hace tres, coincidiendo con la renovación de los conciertos educativos en secundaria, la Generalitat obligó a una decena de escuelas del Opus a mezclar niños y niñas si querían mantener la financiación pública. Todas aceptaron las condiciones, excepto dos, Viaró y Camp Joliu, en Tarragona, que perdieron el concierto. No obstante, en la práctica, la mezcla apenas se ha notado porque los alumnos suben de primaria separados y llegan a la ESO así por inercia.
Otra cosa será la renovación de los conciertos en primaria porque los alumnos en infantil están mezclados y sería más fácil que siguieran así en primaria, cosa que pondría en peligro el modelo de escuela diferenciada que tanto defienden estas escuelas. Por este motivo, Institució Familiar admite que lleva tres años preparando el terreno para poder renunciar al concierto y poder sobrevivir sin los casi ocho millones que reciben de la Generalitat ambas escuelas para pagar al profesorado y en concepto de gastos de mantenimiento.
Para hacer frente a la situación, las familias verán incrementado su recibo en unos 75 euros al mes por alumno, al menos al principio, aunque no es descabellado pensar en aumentos más notorios en los próximos cursos porque esta cantidad, teniendo en cuenta que las dos escuelas suman 3.100 alumnos, no sirve para cubrir los ocho millones del concierto y los colegios deberán hacer equilibrios para asumir costes esenciales, como el sueldo de los trabajadores.
Toda esta incerteza ha generado inquietud y preocupación en algunas familias, que en dicho comunicado aseguran estar “preocupadas por el riesgo que puede suponer la privatización del colegio”. Estas familias aseguran que el aumento de cuotas puede suponer una barrera. “Queremos una escuela no excluyente, que no se convierta en un espacio de élite educativa ni económica”, añade.
Asimismo, critican la falta de diálogo por parte de la titularidad y que no se les ha tenido en cuenta a la hora de haber tomado la decisión. “Pensamos que impulsar cambios estructurales de la escuela requiere consenso, confianza y alineación de toda la comunidad educativa afectada”, rematan en su escrito. Paralelamente, han impulsado una recogida de firmas para sumar apoyos y buscar más complicidades entre las familias de las dos escuelas.
Las dos escuelas seguirán así una parecida a la de los colegios Viaró, de niños, y Canigó, de niñas, que el pasado septiembre anunciaron le inicio de un proceso de fusión para “crecer” y poder resistir sin el concierto. No obstante, rompe con la tendencia que han seguido otras escuelas de Institució Familiar, que sí han renunciado al modelo diferenciado para no perder la subvención. También se da el caso que son centros que por su ubicación tendrían más difícil la supervivencia sin el concierto, mientras que La Farga y La Vall, además de ser los más grande, cuenta con un perfil de familias con un nivel de renta más alto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
