El independentismo da la batalla por el control del Colegio de Abogados de Barcelona

El independentismo tratará de hacerse con el control del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona (ICAB), la joya de la corona de los colegios profesionales. El letrado Gonçal Oliveros, un hombre jovial y de trato cercano, aspira a desbancar a la decana Maria Eugènia Gay, que tratará de revalidar el cargo en las elecciones del próximo 3 de junio. Oliveros rechaza la etiqueta soberanista, pero admite que una de sus apuestas es que el colegio se pronuncie sobre la vulneración de “derechos fundamentales” en Cataluña. El equipo de Gay, por su parte, pretende que el ICAB se mantenga “neutral” en el terreno político.

El plazo para presentar candidaturas finaliza el 13 de mayo. Salvo sorpresas de última hora, Maria Eugènia Gay (Barcelona, 1975) y Gonçal Oliveros (L’Hospitalet, 1957) son los dos aspirantes con posibilidades reales de alcanzar el decanato de una institución con una gran proyección pública y un potente altavoz. Ambos sostienen que lideran una candidatura “transversal”, sin un perfil ideológico definido, y “profesional”, volcada en la mejora de las condiciones de trabajo de los abogados. Pero ese esfuerzo por huir de las etiquetas —constitucionalistas frente a independentistas— no esconde la pugna por el rumbo que el ICAB debe tomar en los próximos cuatro años.

“Son dos candidaturas antagónicas”, destaca un veterano abogado que conoce las interioridades de la corporación. El independentismo ha logrado que candidatos afines se hayan impuesto en órganos clave como Cámara de Comercio de Barcelona o el rectorado de la Universitat de Barcelona, aunque ha fracasado en su intento de presidir la patronal Pymec.

Oliveros toma el relevo de Jordi Domingo, el candidato independentista que perdió en las citas electorales de 2013 y 2017. La apuesta de Domingo pasaba por “recuperar la catalanidad” del ICAB e involucrar a la institución en la defensa del “derecho a decidir”. De una forma más sutil, Oliveros sigue esa senda: cree que el colegio debe pronunciarse cuando se vulneran derechos como, en su opinión, ha ocurrido en Cataluña a propósito del procés y del encarcelamiento de los líderes independentistas.

Socio de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Oliveros niega que la entidad soberanista haya tenido nada que ver en su candidatura. Y subraya que algunos de los miembros de su lista —como el juez inhabilitado Elpidio Silva, que ahora ejerce como abogado en Barcelona— no son independentistas. Pero muchos otros sí: entre los candidatos a diputados figuran Sergi Blázquez, presidente de la entidad Drets —que ha denunciado casos de catalanofobia— o Teresa Vallverdú. Esta letrada recogió firmas, en 2018, para reprobar a Gay por amonestar al presidente del Parlament, Roger Torrent, que en un acto oficial en el ICAB —la celebración de su patrono, Sant Raimon de Penyafort— utilizó la expresión “presos políticos”, lo que provocó que las máximas autoridades de la Fiscalía y del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña abandonaran la sala.

Aquel fue uno de los enfrentamientos que el otoño catalán de 2017 y el posterior periplo judicial del procés desataron en el seno del colegio. Jordi Pina, que defiende a tres de los dirigentes encarcelados por el referéndum, dimitió en 2019 como vicedecano por sus diferencias con Gay. Poco antes, en una entrevista, la decana había afirmado que la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña fue “inevitable”. La invitación a un acto, el año pasado, al fiscal del procés Javier Zaragoza, acabó de encender los ánimos de los soberanistas.

Uno de los abogados que apoyan, desde fuera, la candidatura de Gonçal Oliveros es su amigo Jaume Alonso-Cuevillas, diputado de Junts per Catalunya. Cuevillas fue decano del ICAB entre 1997 y 2005 con una lista que le valió el apoyo entusiasta del sector constitucionalista. Ahora, en el otro lado de la trinchera, colabora para impulsar el voto por correo. “Sabe hacerlo muy bien, será de gran ayuda”, explica un letrado. Las opciones de Gonçal Oliveros de ganar pasan por un aumento de la participación, tradicionalmente baja: en los pasados comicios ni siquiera llegó al 20%.

Consultado por este diario, el equipo de Maria Eugènia Gay prefiere mantenerse en silencio hasta que se hayan oficializado las candidaturas. Y remite a un vídeo, de tono institucional, que la decana ha publicado en Twitter. Allí habla de un equipo “transversal y conciliador”, presume de los “retos conseguidos” y pide “unidad y firmeza” para lograr un segundo mandato.