Jaume Plensa, un fan del cine policíaco en la Filmoteca

“El cine negro y la novela negra tienen alguna cosa que yo siempre he buscado en mi obra: todo lo que no se dice y se sobrentiende. La escultura tiene esta capacidad enorme de trabajar en el silencio, es como los escritores que controlan bien los vacíos entre palabras o entre líneas. El malentendido, cuando lees un texto y lo malinterpretas. Creo que el cine negro está todo basado en el malentendido y eso es extraordinario”. Es a partir de este pensamiento lo que explica que el artista Jaume Plensa haya escogido mayormente películas con un alto sustrato de thriller y policiacos para conformar la invitación de la Filmoteca de Cataluña a compartir sus gustos cinéfilos, en el marco del programa Carta blanca.

El propio escultor presentará este jueves (20 horas) la decena de títulos que, hasta el día 29 de este mes, conforman su particular filmoteca. Abrirá esa sesión inaugural El topo (2011), de Tomas Alfredson, quizá de los directores que mejor han captado el espíritu de las novelas de John Le Carré basadas en su mítico agente Smiley. También hay clásicos en blanco y negro como Sed de mal (1958), con Charlon Heston y Orson Welles, o de contemporáneos como Muerte entre las flores (1990), uno de los títulos estrella de los hermanos Coen.

Al igual que llama la atención la ausencia de propuestas que serían propias del ámbito cultural del escultor, lo hace la calidad de los directores seleccionados, todos cineastas de referencia. Es el caso de King Vidor, con El manantial (1949), o, mucho más cercano en el tiempo, la elección de David Cronenberg a partir de su Promesas del Este (2007), protagonizada por Viggo Mortensen.

También muestra Plensa cierta debilidad por el filme político, como ejemplifica Los idus de marzo (2011), dirigida y producida por George Clooney e interpretada por él y Ryan Gosling, sobre la corrupción política en unas elecciones de candidatos demócratas aspirantes a la presidencia de EE UU.