Sevilla se resiste a perder el cuarto puesto en número de habitantes
Zaragoza ocupa por primera vez ese lugar por casi 4.300 personas de diferencia, pero el Ayuntamiento hispalense relativiza los datos y reactiva el empadronamiento a domicilio


Zaragoza ha apeado a Sevilla en el podio de la cuarta ciudad más poblada de España, una carrera en la que la capital de Aragón llevaba años pisándole los talones a la de Andalucía. El adelanto se ha producido en 2024, de acuerdo con las últimas cifras referidas al censo anual de población publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al 1 de enero de ese año. Con todo, la ciudad hispalense no se resigna y, además de advertir de que el dinamismo metropolitano influye en la población flotante que se muda a los alrededores y que en conjunto aglutina a más de un millón y medio de habitantes, ha rescatado mecanismos como el empadronamiento a domicilio para actualizar e incrementar el padrón municipal y conseguir rebasar el ansiado umbral de los 700.000 vecinos.
De acuerdo con los últimos datos del INE, después de Madrid, con 3.422.416 habitantes; Barcelona, con 1.686.208; y Valencia, con 824.340; Zaragoza se sitúa por primera vez como la cuarta ciudad más poblada del país, con 691.037 personas censadas, 4.296 más que Sevilla, relegada al quinto lugar con 686.741 habitantes. El crecimiento en el último año de la capital maña fue del 1,04%, por el 0,38% de la ciudad hispalense. Son unas cifras que el consistorio hispalense relativiza al entender que no hacen referencia a los datos oficiales del padrón, sino a un plan nacional de estadística a cuyas conclusiones se han presentado alegaciones. El Ayuntamiento, recuerdan fuentes municipales consultadas, comunicó al INE un total de 698.163 habitantes a 1 de enero de 2025, de acuerdo con el padrón municipal. “La tendencia desde 2023 es a un incremento de la población”, sostienen esas fuentes, que se reforzará con la construcción de más de 15.000 viviendas, 5.600 de protección especial, precisan.
“El INE lo que mide es el municipio, pero eso es diferente a la ciudad real como tal”, advierte el catedrático de Geografía Humana de la Universidad Pablo de Olavide, José María Feria Toribio, que matiza que actualmente las ciudades como tal son más que el mero término municipal que es al que se circunscribe la medición de la población. “El municipio de Zaragoza ha superado al de Sevilla, pero es que la ciudad de Sevilla está conformada por distintos ámbitos municipales, como ocurre con Madrid”, apunta el catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, José Ignacio Castillo,
En ese contexto, y tomando en consideración todo el área metropolitana, Sevilla se mantendría en cuarto lugar con 1.547.640 habitantes, mientras que Zaragoza se colocaría en el séptimo, con 881.038. Ese cinturón metropolitano está conformado por los municipios del Aljarafe sevillano y ciudades cada vez más dinámicas, como Dos Hermanas, La Rinconada o Alcalá de Guadaíra, que no paran de sumar población gracias a promociones de viviendas asequibles que atraen los sevillanos a los que la compra de una vivienda en la capital se les hace imposible. “Si miras el tamaño de ambos municipios verás que el de Zaragoza es casi siete veces más grande que el de Sevilla, luego la población que ha crecido en Zaragoza se ha podido quedar en ese municipio, mientas que en Sevilla se ha tenido que ir a la ‘gran Sevilla’ o área metropolitana”, indica Castillo.
“Sevilla tiene un área metropolitana muy grande y buena parte de esa población vive allí y no en el municipio, algo que no pasa en Zaragoza y eso es un factor decisivo”, señala Ibán Díaz Parra, profesor del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla, que advierte de cómo a diferencia de lo que ocurre en muchas ciudades que tienen un saldo migratorio positivo, en el caso de la capital andaluza, “expulsa más población de la que atrae”. Un fenómeno que se explica por la economía más diversificada de la ciudad maña y un mayor nivel de renta. “Sevilla tiene una economía mucho más centrada en el sector servicios y en todo lo que tiene que ver con el turismo y la hostelería, lo que genera trabajos de poca calidad y un mercado de vivienda disfuncional y mucho más especulativo que el de Zaragoza”, abunda Díaz Parra.
Ese crecimiento del turismo ha sido otro factor determinante a la hora de expulsar a los sevillanos a las afueras, provocando en la ciudad lo que Castillo llama “efecto Venecia”. “Si a una ciudad la sometes a mucho turismo durante mucho tiempo, expulsará a sus nativos hacia la periferia, que, en el caso de Sevilla, por el menor tamaño de municipio, será hacia las otras ciudades del área metropolitana. Si en Venecia se van a Treviso aquí se van a Dos Hermanas o Tomares”.
El umbral de los 700.000

El hecho es que la capital andaluza lleva desde la década de los 90 estancada en cuanto a número de residentes y hace una década descendió por primera vez del umbral de los 700.000 habitantes, una frontera que no solo es emocional, sino que implica pérdidas económicas en cuanto a incremento de ingresos por impuestos y aportaciones que percibe del Estado, puesto que ese es el límite a partir del que se obtiene la calificación de “gran ciudad”. Por eso, desde el Ayuntamiento se están impulsando medidas para actualizar el padrón y acotar toda esa población flotante rescatando el Servicio de Empadronamiento a Domicilio.
Este servicio, que empezará a funcionar a partir del mes de julio, permitirá facilitar el empadronamiento y la actualización de los datos a los residentes en Sevilla sin tener que presentarse en las oficinas municipales y lidiar con la burocracia administrativa. Además, será el consistorio quien realizará comprobaciones de los datos padronales de los vecinos que constan en la base de datos y en los domicilios de los ciudadanos. “Facilitar la cuestión del empadronamiento es fundamental, sobre todo para la población extranjera”, señala Díaz Parra, que apunta al bloqueo que se ha dado en los últimos años. “El padrón a domicilio es un avance positivo y podrá aumentar el número de habitantes que hay en la ciudad”, abunda.
Desde el Ayuntamiento también se tiene esperanza en que las nuevas promociones de vivienda impulsadas por el consistorio contribuyan a fijar a la población, pero Díaz Parra advierte de que en los últimos años también se han construido nuevos barrios en la ciudad y se ha recuperado el centro histórico, pero no ha servido para que crezca el número de habitantes.
Más allá de los esfuerzos por arañar población, Feria tiene claro que la financiación de los municipios no debería supeditarse a la población del término municipal. “Debería actualizarse a los parámetros de las áreas metropolitanas, como ocurre con Londres o el Gran París”, señala.
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