Las asociaciones reconocen la trayectoria de Peramato y confían en que contribuya a acabar con la división en la Fiscalía
La mayoritaria, de tendencia conservadora, espera que la futura fiscal general recupere “el prestigio que se ha perdido por la actuación” de García Ortiz


La propuesta de Teresa Peramato como próxima fiscal general del Estado ha sido recibida con satisfacción por parte de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), la asociación que ella presidió, y con más cautela por parte de las dos asociaciones críticas con el Gobierno, la Asociación de Fiscales (AF) y la Asociación Profesional Independiente de Fiscales (APIF). Con todo, todas las asociaciones coinciden en reconocer la trayectoria de Peramato, un consenso muy poco habitual en la carrera fiscal, profundamente dividida tras el proceso que ha llevado a la inhabilitación a Álvaro García Ortiz, quien dimitió este lunes tras ser condenado a dos años de inhabilitación para el cargo por un delito de revelación de secretos vinculado al empresario Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso y procesado por fraude contra Hacienda.
El currículum de Peramato, con 35 años de carrera —20 más de los que exige la ley para poder ser fiscal— y fiscal de Sala (la máxima categoría) desde 2021, es incontestable, y así lo han señalado las asociaciones tras la propuesta de nombramiento anunciada este martes por el Gobierno. Cristina Dexeus, presidenta de la AF, la asociación mayoritaria de la carrera, ha reconocido en declaraciones a EL PAÍS, que Peramato tiene una trayectoria “notable” en la que “no hay nada que objetar”. Los vocales de la AF votaron en contra hace unos meses del nombramiento de Peramato como jefa de la sección Penal de la Fiscalía del Tribunal Supremo, aunque ese voto se leyó como un rechazo a cualquier nombre que se considerara afín a García Ortiz y a la UPF, a quien esta asociación ha acusado durante su mandato de promocionar exclusivamente a fiscales vinculados a la UPF.
Para Dexeus, la elección de Peramato marca en ese sentido “una línea continuista”, pero espera que sirva para “recuperar la imagen de imparcialidad” del ministerio público y “el prestigio que se ha perdido por la actuación y la permanencia en el cargo” de García Ortiz y “su estrategia de confrontación con el Tribunal Supremo durante la instrucción y en el juicio” de la causa por revelación de secretos por la que ha sido condenado. “Vamos a ver si Peramato es capaz de dirigir bien la institución, volviendo a retomar las conductas necesarias para asumir que el ministerio fiscal es una institución al servicio de todos los españoles”.
La asociación a la que pertenece la futura fiscal general ha elogiado su “acreditada solvencia técnica y rigor profesional”. En un comunicado, la UPF ha destacado que Peramato “encarna las mejores virtudes” de la carrera fiscal con más de 35 años de servicio público y es “ampliamente respetada por la judicatura, la abogacía, los operadores jurídicos y la propia carrera fiscal”. “Su designación representa la elección de una fiscal de acreditada solvencia técnica y una trayectoria marcada por el rigor profesional, el sentido institucional y la defensa de los derechos fundamentales”. Asimismo, afirman que tiene una experiencia “ejemplar” y un firme compromiso con la “defensa de la dignidad de quienes más necesitan amparo” y subrayan su labor en la “protección de las víctimas, en particular de las víctimas de violencia de género”.
La UPF confía en que Peramato contribuya a “fortalecer una Fiscalía moderna, autónoma y plenamente comprometida con los valores del Estado de derecho” en unos momentos en que, apuntan, “la carrera fiscal vive momentos delicados que exigen liderazgo sereno, solvencia jurídica y una profunda conciencia del papel del ministerio fiscal en la defensa de la legalidad y los derechos de la ciudadanía”.
Con más cautela la ha recibido la APIF, la tercera asociación de la carrera y que ha formado parte de la acusación popular en el juicio contra García Ortiz. “A nuestro juicio, habiendo sido presidenta de UPF, el Gobierno ha buscado un perfil muy parecido al de Álvaro García Ortiz, por lo que habrá que esperar a su desarrollo de las funciones como fiscal general” señala su presidente, Miguel Pallarés.
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