La empresaria que aseguró que llevó dinero a la sede del PSOE se ratifica con un asentimiento en el Senado
Carmen Pano se ha negado a declarar, pero ha confirmado sus acusaciones cuando le han preguntado

La comisión de investigación sobre el caso Ábalos/Koldo/Cerdán en el Senado, impulsada por el PP en abril de 2024, continúa en el Senado con su sesión 79. Y con la vista puesta en el calendario. En unos días se fijará la fecha para que también acuda Pedro Sánchez, como anunció Alberto Núñez Feijóo la semana pasada en el Congreso. Será el 27 o el 30 de este mes. Los populares, mientras tanto, se frotan las manos con esta comisión, sabedores de que acapara titulares y crónicas. Foco mediático. Aunque, eso sí, la mayoría de sus citados no hablen mucho —o no cuenten nada—, como este miércoles.
El turno de esta mañana ha sido para la empresaria Carmen Pano. Pano, con el rostro serio, ha acudido puntual, ha saludado al presidente, el aragonés Eloy Suárez, y ha estado un rato observando su bolso mientras los fotógrafos tomaban imágenes. De pronto, con la bienvenida a la sesión y a preguntas de la senadora de Unión del Pueblo Navarro, Mar Caballero, Pano ha pulsado el botón rojo de su micrófono:
—Por indicaciones de mi letrada, no voy a hacer declaraciones.
La decisión no ha pillado por sorpresa a ningún senador. “Mi más absoluto respeto a esta cámara”, ha continuado Pano. “Los hechos objetos de esta comisión se hallan bajo investigación judicial y tengo la condición de investigada”. La empresaria Pano es “el empresario” anónimo que aseguró el pasado año “haber entregado en nombre de [Víctor] Aldama [comisionista también investigado en la trama] dos bolsas de dinero a cambio de favores políticos”.
Sus declaraciones, incluidas en un artículo del diario The Objective, impulsaron al Partido Popular para presentar una querella en la Audiencia Nacional contra el PSOE por presunta financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. La Audiencia Nacional rechazó la acusación unas semanas después. Pano dirigía, junto a su hija Leonor María González, Have Got Tim, la empresa comercializadora de hidrocarburos al por mayor que compró, bajo disposición de Aldama —el conseguidor del caso Koldo— el chalé de La Línea de la Concepción, en Cádiz, para que lo disfrutara el ministro José Luis Ábalos. Y Pano es la que aseguraba en una entrevista publicada por El Español que fue ella, bajo conocimiento de Aldama, la que acudió en octubre de 2020 a la sede del PSOE en Ferraz y entregó dos bolsas con 90.000 euros. “Llevé el dinero a la segunda planta. Lo declaré ante notario y así lo declararé ante el juez cuando me cite”, dijo. El PP, al leer estas declaraciones, la llamó de inmediato al Senado, aunque no haya servido de mucho.
“[Su silencio] entraba dentro de lo posible”, ha continuado la senadora de Unión del Pueblo Navarro, “pero ha declarado otras veces en otros medios”. Poco ha importado. Sin embargo, la senadora sí ha conseguido arrancar a Pano unos asentimientos. Los únicos de la mañana. “¿Se confirma que ha llevado en efectivo a la sede del PSOE?”. Y Pano ha asentido. También cuando se le ha preguntado si acudió al Ministerio de Industria. Y cuando se le ha cuestionado por si estos supuestos pagos sirvieron para pagar una licencia en la trama de hidrocarburos. Y Pano ya no ha vuelto a asentir. La trama de hidrocarburos es una telaraña judicial donde es muy fácil perderse. Involucra a una red de empresas y políticos acusados de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción en la compraventa de carburantes. El fraude se centra en la evasión del IVA y el uso de licencias manipuladas. En esta compleja investigación también está Pano, como ha recordado el senador de Vox, el extremeño Ángel Pelayo Gordillo, que últimamente gana mucho peso mediático en el partido por sus intervenciones en el Senado. “Me sorprende usted”, ha dicho Gordillo, en referencia a su silencio. Y Pano ni se ha inmutado.
Los socialistas han hecho un alegato contra Pano y contra el PP. Han intentado —sin mucho éxito— quitarse de encima la losa de la corrupción de sus dos últimos secretarios de Organización. “Expulsamos a Koldo, a Ábalos y a Cerdán”, ha dicho el senador socialista José Latorre. “Por muy doloroso que fuera, y ahora tendrán que defenderse”. De paso, y sin venir a cuento, ha criticado al jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez. “La derecha usa sus declaraciones para atacar a mi partido”, ha dicho Latorre, que le ha comunicado a Pano que la formación interpondrá una querella contra ella por sus declaraciones sobre las supuestas entregas de bolsas de dinero en Ferraz.
Una hora después —la sesión ha durado casi dos— el senador del PP, Luis Santamaría, ha tratado de arrancar titulares, también sin éxito. Y ha hecho un monólogo leyendo sus preguntas. No sin antes contestar al senador socialista que “si mentir fuera delito, Sánchez tendría cadena perpetua”. Una frase que anticipa cómo será el interrogatorio del presidente del Gobierno a finales de mes en la comisión. Así, Santamaría ha continuado con una coletilla: “Le iba a preguntar si hablaba con el ministro Ángel Víctor Torres, si habló de entregas de dinero a Koldo, a Ábalos…”. De pronto, Pano ha parpadeado más de lo común, según el senador popular. Ante el silencio, cualquier gesto es interpretado por los populares como un resquicio por el que sacar titulares:
—No sé cómo interpretarle los parpadeos.
—Es que tengo alergia.
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