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LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Estrategias electorales en marcha y a ciegas

Los partidos de izquierda, constatan la autonomía de las movilizaciones

Anabel Díez

Antes de que finalice enero de 2026 se espera que el presidente de Castilla y León llame a las urnas para votar en marzo. Esa es la agenda prevista y pese a que no se descartan sorpresas en Andalucía, Extremadura y Aragón, en Moncloa insisten en que el presidente no adelantará las elecciones.

El próximo año debe estar pleno de iniciativas económicas y sociales palpables y cuantificables para los ciudadanos. Esa intención gubernamental de llenar la agenda incluye el último trimestre del próximo año y desde fuentes gubernamentales aseguran que 2027 empezará con el mismo color político en el poder aunque interlocutores de los partidos que prestan apoyo externo al Ejecutivo no son en absoluto categóricos sobre la continuidad de la legislatura.

Sin certezas, los partidos han puesto en marcha sus estrategias electorales necesariamente a ciegas sobre cuándo tendrán que presentarse ante los ciudadanos, pero preparados para hacerlo en cualquier momento.

Hay que estar con la máquina en marcha “por si acaso….” . Esta es la única conclusión que trasladan responsables de los partidos políticos respecto a las próximas elecciones generales. Lo primero para el Gobierno es asegurar y contribuir a que la evolución de la economía siga siendo favorable. El contexto político es relevante, pero un parón en el crecimiento, en la creación de empleo y en las expectativas nacionales e internacionales anularían cualquier posibilidad de recuperación de la izquierda. Así lo entiende también el PP.

El Gobierno reconoce que los altos niveles de empleo y el crecimiento sostenido, y al alza, tienen la contrapartida de salarios insuficientes para alquilar o comprar una vivienda y hacer frente a los gastos de la vida cotidiana. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, y uno de los activos más reconocidos por todos los miembros socialistas del Gobierno, mantiene un discurso optimista con los datos por delante, pero tanto él como el resto de los miembros del gabinete creen que aún queda mucho por hacer y conseguir.

Esta apelación ha sido permanente en Sumar y los sindicatos. Y así seguirán. En el Parlamento, Podemos no ha dejado de hacerlo; tampoco los partidos independentistas de izquierda, ERC, Bildu y BNG, aunque hayan llegado a acuerdos. La economía, no obstante, aún no ocupa el primer lugar en la estrategia del PP, imbuido de que debe mantener el discurso de la corrupción, colocando a Pedro Sánchez como “el cabecilla de Ferraz y de Moncloa”, como acusó este domingo la vicesecretaria de sanidad y política social, Carmen Fúnez.

El último informe de la UCO sobre los pagos de Ferraz a José Luis Ábalos, con un pequeño descuadre contable de los tickets y justificantes que el PSOE entregó a los investigadores, ha reavivado el ímpetu de los populares. Los socialistas ofrecen su disponibilidad a aclarar lo que les pidan y ponen el énfasis en que el informe no habla de financiación ilegal del PSOE. No la hay, insisten. De ahí no se mueven.

Tanto Alberto Núñez Feijóo como Pedro Sánchez tienen munición para este miércoles en su cara a cara en el Congreso. La situación judicial de la esposa del presidente, de su hermano y del Fiscal General del Estado es más que suficiente para los cinco minutos reglamentarios en la sesión de control al Gobierno. Sánchez apostará por hacer daño con el nuevo enredo del PP sobre el derecho al aborto y el fallido cribado de cánceres mama en Andalucía. Un toma y daca en el que los populares incluyen el fallo de las pulseras antiviolencia de género.

La movilización en España, y en medio mundo, por las víctimas palestinas no es un asunto en el que el PP se sienta cómodo. El Gobierno también observa con prudencia la movilización en las calles de España. Defenderán que Pedro Sánchez dio el paso en la defensa de los dos Estados, Israel y Palestino, y se enfrentó con el gobierno de Israel, pero ningún partido de la izquierda está en condiciones de hacer bandera de esas protestas, conscientes todos de la autonomía de miles y miles de personas en su respuesta a la masacre de palestinos.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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