La guerra contra el fuego en Galicia intenta proteger O Courel: “Como en la dana, el pueblo salva al pueblo”
Indignación vecinal por la detención de un hombre que hizo una quema para frenar las llamas que asediaban casas

Uno de los megaincendios que asolan Ourense se ha adentrado ya en una de las obras maestras de la naturaleza en la vecina Lugo. Ha empezado a arder la sierra de O Courel, declarada Geoparque Mundial y Reserva de la Biosfera por la Unesco. Yolanda López, de 39 años, observa con rabia los regueros naranjas que están abrasando las montañas desde la aldea de Paradaseca, en el municipio lucense de Quiroga. La ola incendiaria la ha dejado sin empleo. Trabajaba junto a otros 190 compañeros en una fábrica de automoción de A Rúa (Ourense) que ha sido arrasada. Estos días ha recorrido pueblos de la fronteriza provincia de Ourense como Vilela (A Rúa) o Santa María de Mones (Petín) ayudando a defender las casas con ramas, mangueras, cubas de agua o lo que surja: “Peleamos como podemos porque estamos abandonados, no hay medios. Como en la dana [de Valencia], el pueblo salva al pueblo”.
Fabio Folla, de 27 años, y sus vecinos lograron salvar Parada Piñol, otra aldea de O Courel a tres kilómetros de Paradaseca, en plena Ribeira Sacra. Con rostro agotado, cuenta cómo se vieron cercados el domingo. Junto a otros compañeros se lanzó a parar el fuego con un tractor y una cuba. “Luego llegó una motobomba del Ayuntamiento. De la Xunta, nada”, reprocha. Finalmente, solo ardió una vivienda en ruinas y un coche. El automóvil lo abandonó en la carretera una mujer que tuvo que escapar corriendo de las llamas que la perseguían.
La indignación de los afectados por los incendios en Galicia y el abandono que sienten ante la falta de medios de extinción ha estallado en Petín (Ourense). Allí la Guardia Civil detuvo el domingo a un hombre de 61 años por prender fuego después de ser señalado por un miembro de la UME, cuentan los vecinos. Un centenar de personas se concentraron este lunes en los juzgados de Trives para apoyarlo porque lo consideran un “cabeza de turco”. Los manifestantes llenaron dos autobuses contratados para desplazarse desde su localidad de origen. Sostienen que lo que intentaba el arrestado era evitar que se quemasen unas viviendas de O Seixo, en el municipio de O Bolo. “Estaba haciendo un contrafuego porque las llamas estaban llegando a unas casas. Es injusto. Ese hombre lleva trabajando toda la semana como un loco yendo a los pueblos a ayudar porque no hay medios”, explica López desde Quiroga.
El detenido ha recibido el apoyo de la alcaldesa socialista de Petín, Raquel Bautista, quien defiende el esfuerzo de los ciudadanos por cubrir las carencias del dispositivo de extinción. A diferencia de lo ocurrido con el arrestado acusado de provocar el fuego de Oímbra donde resultaron heridos de gravedad tres bomberos, el juez ha decretado su puesta en libertad, aunque sigue investigado por un supuesto delito de incendio forestal. Deberá comparecer en el tribunal de instancia los días 1 y 15 de cada mes, informan fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. La Fiscalía sí pidió para él prisión provisional porque considera que su acción fue “contra el raciocinio de la persona” y que pudo tener “consecuencias indeseables”.

Los habitantes de Paradaseca se han pertrechado con cubas de agua por lo que pueda pasar. “Por aquí no se ha visto a nadie del Ejército”, dicen ya con sorna. Los medios aéreos han conseguido actuar por fin este lunes, después de que les fuera imposible el domingo debido a la espesa humareda que invadía la zona. Ha bajado el calor y ha amainado el viento, pero nadie se fía. “La virulencia de los incendios de ahora es lo nunca visto”, señala López.
Emergencia en el parque natural de O Invernadeiro
El incendio que ha entrado en estos parajes de Lugo saltó desde Ourense el pasado viernes. Se trata del fuego de Larouco, que empezó a ganar terreno hace casi una semana en un municipio que está a 35 kilómetros de distancia. Acumula más de 15.000 hectáreas de destrucción y ya es el segundo mayor de la historia de Galicia, después del de Chandrexa de Queixa. Luis Manuel Arias, concejal de Medio Ambiente de Quiroga, estima que ha quemado más de lo que dicen los cálculos de la Xunta y alerta del peligro de que se fusione con otro foco del Bierzo (León) para seguir batiendo récords. El edil explica que aún no manejan datos de cuánto ha ardido dentro de O Courel, que más al norte sufrió unos terribles incendios en 2022, pero sí avanza que las llamas han escalado el alto de Montouto, donde anida el águila real.
El último fuego que se recuerda en esta zona de O Courel fue hace casi 20 años, afirman sus habitantes. Dos décadas son también las que, según se quejan los vecinos de Paradaseca, llevan sin limpiar los cortafuegos de los montes que les rodean. Claman contra el abandono que sufren y creen que el valor ambiental de la tierra que habitan obstaculiza sus tareas agrícolas. “No dejan limpiar por el ecologismo. Aparece ahí una rana de no sé qué y ya nada”, critica, muy enfadado, un hombre. Como López y Folla, él también ha ido a apagar fuegos ante la falta de medios profesionales de extinción.
Una decena de incendios siguen sin control en Ourense, con 62.000 hectáreas arrasadas. No hay lluvias a la vista, aunque sí un alivio en las temperaturas. Otra joya natural en peligro es el parque natural de O Invernadeiro, al sur de la provincia. La Consellería do Medio Ambiente e Cambio Climático ha declarado en situación de emergencia esta reserva natural situada en Vilariño de Conso, asediada por el incendio de Chandrexa de Queixa que ya suma 17.500 hectáreas. Máquinas pesadas trabajan para intentar mejorar los cortafuegos perimetrales y proteger el paraje. La Xunta no aclara si ya ha sido afectada, pero la imagen del satélite europeo Copernicus muestra que ya se ha dañado una parte, informa Europa Press.
Este lunes la Diputación de Ourense, en manos del PP desde hace más de cuatro décadas, ha aprobado la compra de tractores y desbrozadoras para la prevención de incendios por 1,2 millones de euros. “Hay mucho que mejorar”, aduce su presidente, Luis Menor, con la provincia sumida en el caos.
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