Montoro utilizó a la Agencia Tributaria para amedrentar y perseguir a periodistas incómodos
El entonces ministro lanzaba amenazas veladas contra la prensa con información confidencial de Hacienda


El entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó un aviso a navegantes en el pleno del Congreso de aquel diciembre de 2012. Molesto con los periódicos que criticaban su amnistía fiscal, que permitió blanquear el dinero oculto en paraísos fiscales a cambio de una ventajosa tributación del 10% y acabó anulada por el Constitucional, arremetió contra los medios de comunicación que daban “lecciones de ética” en sus editoriales, mientras mantenían “importantísimas deudas con Hacienda”. Aunque era obvio que el ministro hablaba de periódicos concretos, su departamento alegó que se refería a “la situación general del sector”.
Montoro hablaba con tal desparpajo de los problemas fiscales de periodistas, actores o futbolistas que muchos querían creer que se trataba solo de fanfarronadas y que el ministro no conocía en realidad unos datos que tenía vedados por ley. Sin embargo, el 26 de septiembre de 2017, José Manuel de Alarcón Estella, inspector jefe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) envió un correo a Santiago Menéndez Menéndez, director general de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), sobre el siguiente asunto: “Informe Chicote”. “En el análisis que hemos realizado sobre Javier Chicote, se ha puesto de manifiesto riesgo fiscal en la utilización de una sociedad”, informaba el email, alegando que el citado Chicote facturaba a través de una sociedad para minorar tributos y deducir gastos. “Vamos a remitir una FITT a Madrid para su carga en plan de inspección”, concluía el correo, al que se adjuntaba un informe detallado.
Una FITT es una Ficha de Información con Trascendencia Tributaria. La ONIF remite a las delegaciones de la Agencia Tributaria unos pocos centenares de fichas al año (416 en 2023). Sin embargo, el contribuyente para quien se pedía una inspección fiscal, tras ser objeto de un informe remitido al propio director general de la AEAT, tenía escasa “trascendencia tributaria”; a juzgar por sus ingresos, unos 70.000 euros brutos al año. Pero sí tenía trascendencia mediática.
Javier Chicote revela las amenazas que recibió de Montoro cuando empezó a investigar sus "actividades": "Hicieron un informe prospectivo espeluznante sobre mí" https://t.co/MANXB60arj
— AlRojoVivo (@DebatAlRojoVivo) July 17, 2025
Se trataba de un periodista del diario Abc que, en abril y junio de ese mismo año, había publicado varios artículos en los que desvelaba los pagos que empresas del Ibex habían realizado al despacho fundado por el ministro de Hacienda. “En junio de 2017, Montoro dice en los pasillos del Congreso que nos está vigilando, que nos andemos con mucho ojo, que de momento las informaciones están muy medidas, pero tengamos cuidado”, explicaba este jueves el propio periodista en La Sexta. La advertencia se materializó, en palabras de Chicote, “en un informe espeluznante”, según sus palabras. “Hasta el punto”, apostilla, “de que ahí aparece mi hija de tres años, husmearon en la herencia de mi padre, que había fallecido en 1999, cuando yo tenía 19 años. Ahí aparece todo lo que yo había cobrado […] absolutamente todo, buscando algo para acabar conmigo como fuera”.
Chicote no fue el único periodista que sufrió las amenazas del ministro. Carlos Alsina ha explicado cómo Montoro convocó a la sede de su ministerio a los responsables de la emisora Onda Cero y a él mismo, director entonces del programa La Brújula y “ejerció [sobre ellos] toda la presión que pudo para intentar que ese programa se volviera complaciente con él y su Gobierno”. Alsina recuerda que, tras intentar sin éxito seducir a sus visitantes alternando promesas de futuros beneficios con advertencias de los peligros a los que se exponían, concluyó espetándole sin rodeos: “Soy el ministro de Hacienda, ¿entiendes? Yo decido el IVA del libro digital y no creo que a los accionistas de tu grupo les guste que lo suba. Tenlo presente”. El periodista radiofónico concluyó su relato: “Veremos cómo sigue esta causa judicial en la que está imputado Cristóbal Montoro […], pero que el ministro entendía el poder como una vía para premiar favores, beneficiar a los afines y castigar a quien no tragara, no hace falta, al menos por mi parte, que el juez se esfuerce en demostrarlo".
El que peor parado salió, según su propio relato, fue el periodista Federico Quevedo, quien narró su propio “calvario” en el programa Mañaneros 360 de TVE. “Durante la época del Gobierno de Mariano Rajoy […] publiqué con Fernando Jáuregui dos libros muy críticos [con el Ejecutivo] y yo, que arrastraba un problema con Hacienda, empecé a sufrir las consecuencias", explica.
Quevedo asegura que Montoro “le amenazó directamente en una copa de Navidad en [el Palacio de] La Moncloa”, donde le dijo: “O dejas de criticarnos o vas a sufrir las consecuencias con Hacienda”. “Y efectivamente, no dejé de criticarlos y sufrí las consecuencias con Hacienda”, añade. Según recuerda, sufrió una serie de embargos por parte de Hacienda y perdió el trabajo en la mayoría de los medios con los que colaboraba. “Llegó un punto en el que toqué fondo hasta el punto de que le robé a mi madre, que estaba muy enferma, unas pastillas y me las tomé. Estuve a punto de suicidarme”, confiesa. Quevedo reconoce que todavía no ha saldado todas sus cuentas con Hacienda, porque “cada embargo que te hacen impide que puedas cumplir con tus obligaciones y es una pescadilla que se muerde la cola”.
Ha sido muy duro contar hoy en @MananerosTVE como Montoro me amenazó, cumplio su amenaza porque no cedi, y entre él y Soraya me llevaron al extremo de tocar fondo y querer suicidarme. #saludmental #Acoso #GobiernoPP pic.twitter.com/kSec9gwrF1
— Federico Quevedo (@FedericoQuevedo) July 18, 2025
Menos dramática, pero también inquietante, es la historia de un periodista de EL PAÍS que, junto a un compañero, publicó en 2015 un artículo sobre los contratos que, por valor de más de dos millones de euros, concedieron al bufete fundado por Montoro Antonio Beteta, exsecretario de Estado para la Administraciones Públicas, y José Folgado, expresidente de Red Eléctrica, cuando ambos eran consejero madrileño de Hacienda y alcalde de Tres Cantos (Madrid), respectivamente. Poco tiempo después, uno de los dos firmantes de la noticia recibió la llamada de un alcalde del PP de la Comunidad de Madrid, quien le advirtió de que sabían que su esposa era propietaria de tierras en un municipio madrileño. Se trataba de una herencia familiar de menos de mil metros cuadrados dividida entre cinco hermanos. “¿Cómo pudieron saberlo?”, se pregunta todavía hoy el periodista de EL PAIS.
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