Bolaños considera que la petición del juez Peinado de imputarlo “no se sostiene y contiene errores de bulto”
Pilar Alegría acusa al PP de practicar el “trumpismo” por cuestionar el resultado electoral del 23-J

El Gobierno vive estos días expectante a la espera de conocer hasta dónde llegará la onda expansiva de los informes que prepara la Unidad Central Operativa (UCO) sobre la trama de corrupción que presuntamente formaban José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García. En La Moncloa defienden que esta crisis resta relevancia al resto de frentes que el Ejecutivo gestiona como la reacción de Donald Trump al acuerdo de Pedro Sánchez de no alcanzar un nivel de gasto en defensa equivalente al 5% del PIB que el presidente de EE UU exige a los demás miembros de la OTAN. La crisis por los casos de corrupción que amenazan la continuidad del Gobierno es tan seria que el controvertido auto en el que juez Juan Carlos Peinado pide al Supremo la imputación de Félix Bolaños, por malversación y falso testimonio se ha recibido, como ha reconocido el ministro de Presidencia y Justicia, con una “tranquilidad absoluta”.
“Comparecí como testigo el 16 de abril más de una hora y media y respondí a todas las preguntas que se me formularon, tanto por parte del señor Peinado como de todas las partes personadas. Tengo una tranquilidad absoluta. Es una buena noticia para la justicia que el Tribunal Supremo se pueda pronunciar sobre esta instrucción y sobre esta exposición motivada. Un Tribunal Supremo profesional e imparcial y estoy convencido que habrá una resolución justa, ajustada al derecho y conforme a los hechos”, ha afirmado Bolaños en una comparecencia en el Congreso.
El último movimiento del juez Peinado se ha recibido en el Gobierno casi como un balón de oxígeno. La causa ha sido cuestionada en público y en privado desde hace meses, a diferencia de la practicada por el juez Leopoldo Puente en el proceso abierto a los dos últimos secretarios de Organización del PSOE. En la cúpula del Gobierno recalcan que el auto está lleno de errores e imprecisiones y creen que el Tribunal Supremo no alargará “sin motivos” una causa que, en esta ocasión, afecta a uno de los pesos pesados del Ejecutivo. “En un día como hoy, más que nunca, quiero mostrar mi confianza en el sistema judicial de mi país. La confianza plena en el sistema judicial de nuestro país y en el sistema de recursos que es capaz de anular y revocar decisiones que no se ajusten al Derecho”, ha subrayado Bolaños. El ministro ha asegurado que su confianza “se ha visto reafirmada” cuando ha leído las exposiciones motivadas del magistrado: “No se sostienen y contienen errores de bulto y no hay nada que me pueda preocupar. Quizá una cosa, la imagen de la justicia con esta resolución”.
En el Ejecutivo insisten en que están tranquilos, pero al mismo tiempo también preocupados por cómo la última decisión de Peinado puede repercutir en la imagen de la Justicia. De todos modos, la seguridad es generalizada de que la causa no tiene visos de prosperar. “El señor Peinado afirma que yo declaré que el señor Raúl Díaz nombró a la señora Cristina Álvarez [asesora de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno]. Jamás, nunca, declaré tal cosa. El vídeo de mi declaración es público. Cualquiera lo puede comprobar y puede saber que efectivamente nunca declaré tal cosa. Me ratifico al 100% en todo lo que dije mi declaración del 16 de abril en su veracidad”, ha sentenciado Bolaños. “La señora Álvarez nunca dependió de la Secretaría General. Nunca fue mi subordinada. Nunca fui su jefe. Nunca dirigí su actividad laboral”, ha reiterado el ministro de Justicia, que en unas palabras muy medidas ha evitado pronunciarse sobre si Peinado estaría prevaricando: “No me corresponde a mi decir si el señor Peinado está prevaricando”.
El Gobierno, entretanto, ha pasado a la ofensiva por primera vez en semanas después de que el PP cuestionase el escrutinio de las elecciones generales. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, ha acusado al PP de practicar el “trumpismo” por sembrar dudas sobre las generales de 2023.
“La estrategia que consiste en sembrar dudas sobre las elecciones es muy grave. Se llama trumpismo. Esto es no aceptar la democracia de tu país. No aceptar los resultados electorales en tu país, las propias reglas del juego democráticas por las que todos nos regimos”, ha arremetido. Alegría ha recordado que el expresidente José María Aznar, el “ideólogo” de esta estrategia, “pretendió amañar unas elecciones a través de la mentira más miserable de la historia de nuestra democracia”, en referencia al bulo de que el atentado del 11-M en 2004 fue obra de ETA y no de unos terroristas yihadistas. “Si uno es capaz de adulterar unas elecciones internas en su partido ¿por qué no va a alterar unas generales?”, sostuvo el expresidente en una entrevista, a raíz del intercambio de mensajes entre Cerdán y García en las primarias del PSOE en 2014 en los que hablaban de meter “dos papeletas” en una urna del proceso interno del partido. Sánchez se impuso por más de 17.000 votos a Eduardo Madina, que ganó en Navarra, la comunidad donde Cerdán era en ese momento el secretario de Organización.
“En esas palabras [del PP] lo que veo es una estrategia que consiste en sembrar dudas sobre las elecciones. Eso no aceptar la democracia en tu país. Eso es no aceptar los resultados electorales, las propias reglas de juego democráticas que todos conocemos y por las que todos nos regimos. Esta estrategia de sembrar constantemente dudas hila muy bien con la estrategia que lleva trabajando el Partido Popular desde 2018 de querer deslegitimar a este Gobierno”, ha sentenciado Alegría. Previamente, Feijóo había endurecido todavía más su discurso contra Sánchez. “Quien todavía ostenta la Presidencia del Gobierno ha emprendido el proyecto más divisivo que ha tenido España en su etapa, el más alejado de los intereses generales y el más lesivo para nuestra nación que hayamos conocido en la democracia”, ha afirmado, informa Elsa García de Blas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
