El último día del mejor carril bici de Valladolid: “Queremos sustituir al coche y no carriles de entretenimiento”
El Ayuntamiento (PP y Vox) ejecuta la supresión de una senda ciclista y estrena una vía por un parque que costó 800.000 euros


La comunidad ciclista de Valladolid se refiere al carril bici del paseo de Isabel la Católica como “el mejor carril bici de Valladolid”. Mejor dicho: se refería. Este miércoles han comenzado los trabajos para eliminar definitivamente una senda ciclista de 800 metros rectos y lisos, que costó 200.000 euros y tenía aproximadamente medio millón de usuarios anuales. Los coches ganarán otro carril y los pedaleadores tendrán como alternativa una vía de 1,1 kilómetros, con subidas, bajadas y curvas, por medio de un parque contiguo y valorada en 810.000 euros.
El Ayuntamiento (PP y Vox) defiende la obra en favor de la descongestión del tráfico mientras la oposición y los colectivos ciclistas esgrimen que apenas hay embotellamientos y que la idea de abrir un trazado por el parque desanima a quien cree en la bicicleta como medio de transporte: “Queremos sustituir al coche particular y no carriles de entretenimiento”.
Una de las medidas estrella del programa electoral del PP en la ciudad consistía en suprimir ese altamente frecuentado carril. Su plan B, crear uno a través del parque de Las Moreras, una zona verde de la ciudad donde en los últimos meses han comenzado a efectuarse los trabajos para crear por allí la pista. El presupuesto asciende a 810.000 euros, de modo que el retorno a los dos carriles para coches anteriores rebasa el millón de euros toda vez que la anterior corporación, del PSOE con Valladolid Toma La Palabra, invirtió otros 200.000 para dotar a Valladolid de ese carril céntrico que en años completos ha rondado los 500.000 usos.
En diciembre de 2024, el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca (PP), explicó a EL PAÍS su posición junto a las incipientes obras en Las Moreras. “Era un clamor la obcecación del Ayuntamiento anterior por la movilidad, sobre todo en lo que hemos modificado, no eran buenas soluciones”, esgrimió el político, y alegó que la vía recientemente inaugurada, y cuyos plazos de conclusión se han extendido varias semanas respecto a lo previsto inicialmente, “no perjudica a la movilidad ciclista ni peatonal, es una alternativa más”.

La postura consistorial contrasta con la perspectiva de colectivos como la Asamblea Ciclista de Valladolid (Asciva) que, durante estos meses de tramitación y de obras, ha clamado contra destruir un carril bici de tanto uso y al que uno de sus miembros, Daniel de Santiago, considera el mejor de la ciudad, muy llana y ciclable salvo un barrio (Parquesol).
“Queremos sustituir al coche particular y no carriles de entretenimiento”, esgrime el vallisoletano para defender la filosofía del colectivo de las dos ruedas: se necesitan carriles bici eficientes para llegar de un punto a otro, pues la bicicleta es un medio de transporte más allá de un estupendo recreo para los fines de semana.
Finalmente, han estrenado el nuevo carril bici este martes. Tiene 20 pasos de peatones en un kilómetro de recorrido, lo cual genera críticas de los colectivos ciclistas porque creen que tiene riesgo con los peatones y dificulta los traslados. Además, presenta un larguísimo paso de cebra pintado sobre la acera.
“Buscamos carriles rápidos y seguros, este no lo es porque tiene subidas y curvas ni seguro porque es peligroso cuando llueve. Este equipo de Gobierno dice apostar por la movilidad ciclista pero lo entiende como entretenimiento”, sostiene De Santiago, con un ejemplo: el nuevo trazado de Las Moreras es “perfecto para ir en bici un domingo de junio con buen tiempo, pero no un martes de diciembre de noche si quieres ir rápido de un punto a otro”.
El crítico incide en los números, no solo en los usos del recorrido, sino en lo económico: el millón de euros perdido en primero construir el original y luego en el sustitutivo es un “derroche” porque la ordenanza municipal de Valladolid ya permite pedalear por los parques sin necesidad de carriles como este. “Esto no es una movilidad real alternativa, queremos sustituir al coche particular clásico”, proclama.
Tanto él como otros ciclistas destacan el peligro extra de la nueva infraestructura, pues se pasa de asfalto segregado de los coches a pavimento entre árboles, cerca del río Pisuerga, hojas resbaladizas entre otoño y primavera, con mucha humedad en invierno, en una zona de botellones y con muchos perros, corredores, niños o peatones despistados. Pasear por el nuevo carril en las semanas previas a su inauguración revela que muchos ciudadanos, desde menores a ancianos, caminan distraídos por donde próximamente circularán bicicletas.
El portavoz municipal del PSOE, Pedro Herrero, reprocha el empeño del alcalde, Jesús Julio Carnero (PP). “Esta obra es puramente ideológica: borrar el legado del anterior Gobierno y devolver al coche el espacio que PP y Vox consideran que le corresponde por naturaleza. No hay nada que justifique esta actuación, ningún informe técnico. Ni había atascos ni los hay. El destrozo medioambiental es palmario: han exiliado el carril bici y han metido con calzador un trazado sinuoso tipo scalextric a costa de zonas verdes que va a ocasionar infinidad de percances entre ciclistas y peatones, dado que está plagado de puntos peligrosos”, explica el edil, quien cree que muchos ciclistas se lanzarán al “trazado actual aunque se convierta en carril para coches”.

Herrero recuerda que el viejo carril servía como recurso de emergencias para ambulancias, que en caso de atasco podían circular por él ágilmente. “En total más de 800.000 euros despilfarrados que no sirven para solucionar ningún problema, sino para crear una ristra de ellos”, argumenta el socialista, apostillando que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León consideró ilegal la ordenanza de movilidad por la cual PP y Vox ya han suprimido otros carriles bus y un recorrido ciclista y que “Carnero la ha vuelto a tramitar subsanando las deficiencias”.
De Santiago expresa el sentir particular, el de Asciva y el de muchos ciclistas anónimos: muchos ciclistas utilizarán el asfalto para vehículos a motor para no andar desviándose por el parque, pues no quieren rodear para llegar a su destino. Solo emplearán el nuevo, vaticina, los más temerosos o quienes quieran dar un amable pedaleo junto al río: “Está claro que con ese carril no se ganarán usuarios, sino que se va a perjudicar porque da vueltas, es peligroso cuando llueve…”.
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