La ponencia del PP deja la puerta abierta a los pactos con Vox a escala nacional

La ponencia política del PP que aprobará el próximo congreso del mes de julio define por primera vez la política de pactos de Alberto Núñez Feijóo. Aunque con una redacción deliberadamente ambigua, del texto se desprende que el PP deja la puerta abierta a los pactos con Vox a escala nacional e, incluso, con los independentistas catalanes y vascos, siempre que esos eventuales acuerdos respeten la Constitución española.

“Ni cordones arbitrarios, ni mayorías incoherentes”, proclama el PP en la propuesta de ponencia política, que ahora podrá ser enmendada por el partido. El nuevo ideario de los populares, que actualiza el vigente, aprobado en 2017, implica un giro a la derecha del PP, que endurece su postura sobre la inmigración y las políticas climáticas y elude pronunciarse sobre los asuntos espinosos para el partido como el aborto (lo que significa que tampoco lo garantiza como derecho) o la eutanasia, como publicó EL PAÍS. El texto lanza también algunos guiños centristas con medidas sociales como la flexibilización de la jornada laboral y la financiación pública de la congelación de óvulos.

Tras la ponencia política, este miércoles se hará pública la ponencia de estatutos, en la que se define el sistema de primarias para elegir al presidente del PP, que enfrenta a Génova con el PP de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de Madrid ha defendido un modelo de “un militante, un voto”, mientras Feijóo quiere un sistema de elección por compromisarios. En los últimos días ambas partes han negociado para encontrar un punto intermedio, pero a 24 horas de que se haga pública la ponencia, según ha sabido EL PAÍS, no hay todavía acuerdo.

La ponencia política ha sido presentada hoy en Sevilla por sus redactores, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; y la eurodiputada Alma Ezcurra. Estos son sus puntos más destacados:

Política de pactos: puerta abierta a Vox y sin vetos a Junts. “Ni cordones arbitrarios, ni mayorías incoherentes”, se lee en el texto del PP, en una frase deliberadamente ambigua que deja todo abierto. El PP define como único límite a sus acuerdos el respeto a la Constitución española y no establece vetos expresos a pactar con ningún partido político, incluido Vox o los independentistas catalanes y vascos. En el caso de la extrema derecha, la ponencia política remarca además su rechazo a “cordones arbitrarios”, en referencia al cordón sanitario a los ultras.

Bajo el mandato de Feijóo, el PP ha gobernado con Vox en cinco Gobiernos autonómicos y cientos de Ayuntamientos, hasta que los ultras rompieron de forma unilateral esos acuerdos en las autonomías. Feijóo siempre ha manifestado su intención de gobernar en solitario, pero nunca ha cerrado la puerta a hacerlo con Vox si no tiene más remedio. La ponencia política sigue la misma filosofía.

“El PP aspira a obtener una mayoría suficiente que le permita gobernar aplicando su programa sobre la base de la Constitución y la defensa del interés general como únicas guías. No vamos a renunciar a nuestros principios y valores, ni entraremos en subastas políticas”, remarca el texto, que no cita expresamente a Vox.

La ponencia rechaza tanto los cordones sanitarios a los ultras como las “mayorías incoherentes”, en una referencia velada a la mayoría parlamentaria que sostiene a Pedro Sánchez. A preguntas de EL PAÍS, fuentes del equipo del líder del PP y candidato a la reelección explican que, para Feijóo, una mayoría incoherente es “aquella conformada al margen de la Constitución”. A la pregunta de si eso dejaría fuera a los independentistas catalanes, como Junts, las mismas fuentes contestan que “dejaría fuera cualquier acuerdo que implique modificar la Constitución”. Es decir, que en el caso de que el pacto respetara la Constitución, el PP no pone peros a pactar con Junts.

Los acuerdos con los independentistas catalanes han dividido en los últimos años al PP. El líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, se enfrentó a Génova precisamente por su rechazo a cualquier pacto con el partido de Carles Puigdemont. La ponencia también apuesta por recuperar el delito de sedición y tipificar el referéndum ilegal en el Código Penal.

Más trabas a la inmigración. El PP endurece su postura sobre el fenómeno migratorio en línea con otros partidos conservadores en Europa y a rebufo de la extrema derecha. Los populares desligan el empadronamiento del acceso de los inmigrantes en situación irregular a las prestaciones económicas no contributivas, “porque la irregularidad no puede generar derechos”, y condicionan la residencia de larga duración “a la contribución efectiva al sistema de Seguridad Social, al conocimiento del idioma y de la cultura española”. Los inmigrantes en situación irregular en España no pueden acceder al Ingreso Mínimo Vital (IMV). Para acceder a esta prestación, es necesario acreditar la residencia legal en España durante al menos un año.

El PP apuesta por poner más trabas a la llegada de inmigrantes, e insiste en la idea de que estos deben integrarse y hablar español y respetar la “cultura española”. “Devolveremos al arraigo y a la reagrupación familiar su carácter excepcional, porque se ha convertido en una vía opaca de regularización masiva sobre la que el Estado apenas ejerce control”, afirma la ponencia, que destaca también la “tolerancia cero con aquellos que cometen delitos, especialmente los reincidentes, y con los que no se quieren integrar”.

El uso del burka o el niqab suponen “una negación simbólica y práctica de la libertad de las mujeres”, dice el PP.

Mutis sobre el aborto y la eutanasia. La ponencia evita los asuntos espinosos para el PP, como el aborto y la eutanasia. El texto ni menciona la interrupción voluntaria del embarazo, que en la última ponencia vigente sí aparecía para decir que “el aborto no debe entenderse como un derecho, sino como un fracaso de la sociedad”. Tras la sentencia del Tribunal Constitucional que avaló la ley de plazos, Feijóo dijo públicamente que respetaría la norma vigente, pero no ha llevado ese compromiso a la ponencia.

La eutanasia tampoco aparece en el documento, que sí reafirma la “cultura de la vida digna” y se compromete a un sistema de “cuidados paliativos mejor dotado y humanizado”.

Financiación pública de la congelación de óvulos. El nuevo ideario de los populares recoge ayudas públicas a la congelación de óvulos para las mujeres que quieran retrasar la maternidad, como adelantó EL PAÍS. Hasta ahora, la Seguridad Social asume esta prestación solo para el caso de enfermedades que dañen la fertilidad, pero no por el mero deseo de posponerla, y las mujeres tienen que recurrir a clínicas privadas.

“Bilingüismo cordial” frente a Ayuso. Feijóo ha conseguido incluir en la ponencia su defensa del “bilingüismo cordial” que defendió desde su etapa como presidente de la Xunta de Galicia y que cuenta con detractores dentro del PP. El texto la define como una política lingüística “que busque la convivencia equilibrada entre las lenguas cooficiales en los distintos territorios”.

El documento remarca que “la diversidad de las lenguas de España es una manifestación de nuestra riqueza cultural que debemos preservar y potenciar”. Esta filosofía choca con la que representó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la última Conferencia de Presidentes, cuando se levantó de la sala al escuchar al lehendakari hablar en euskera. El PP de Feijóo también ha batallado contra el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados y en la Unión Europea.

Impuestos más bajos y derecho al “error fiscal”. El PP apuesta por rebajas fiscales “para todos”, aunque “en especial, para las rentas más modestas, los jóvenes, las familias y las clases medias”. La ponencia no detalla en qué cuantías o tramos. “Más Estado no es la solución”, subraya el texto, de clara inspiración liberal, que aboga por un Estado “limitado, eficaz y subsidiario”.

En plena polémica por la investigación por fraude fiscal a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, los populares abogan, además, por “darle la vuelta a la relación entre el contribuyente y la Administración tributaria”, incorporando el “derecho al error en el ordenamiento tributario español, para minimizar las consecuencias de los errores que se puedan producir en las declaraciones fiscales y reducir la indefensión del contribuyente”.

Sobre el SMI, el PP defiende que “esto va de que suba el salario medio, no sólo de que el Estado aumente el mínimo”, lo que evita un compromiso expreso por incrementarlo.

Jornada laboral flexible. La ponencia contempla “la creación de sistemas de bancos de horas y la flexibilización del horario laboral”. El líder del PP planteó el año pasado una propuesta para concentrar la jornada laboral en cuatro días, pero tuvo que diluirla por el rechazo del ala dura del PP y de la patronal. Así, descafeinada, es como ha llegado a la ponencia.

Transición ecológica “realista” y apuesta por la nuclear. El PP pisa el freno en las políticas climáticas, en línea con el giro de los conservadores europeos, que se han distanciado del pacto verde europeo por influencia de las extremas derechas. “Las políticas climáticas no pueden construirse a costa del bienestar y las oportunidades de la gente y la transición ecológica debe ser ordenada, realista y justa”, se lee en el documento. Los populares defienden “el crecimiento en energías renovables y el apoyo a la prórroga de la nuclear”.

Derogar la ley de memoria democrática. El ideario de los populares afirma que “la Transición, que culminó en la Constitución del 78, es el momento fundacional de nuestra democracia”, lo que deja fuera la I y la II República. El PP remarca que el partido “está en contra de que se utilice la historia para enfrentar” a los españoles, y aclara que el partido derogará “la mal llamada “ley de memoria democrática”, como han hecho algunos Gobiernos de PP y Vox con la normativa autonómica.

Condena a la violencia machista... y a “las denuncias falsas”. La ponencia deja claro que el PP “condena toda forma de violencia, especialmente la violencia machista”, con lo que se desmarca de Vox. Pero a renglón seguido, el PP compra a la extrema derecha que existe un problema con las denuncias falsas, cuando la estadística demuestra que representan un porcentaje ínfimo, mientras que casi la mitad de las víctimas no había denunciado previamente.

Contra el “borrado de mujeres” por la transexualidad. El PP se alinea con una corriente del feminismo, contraria a la autodeterminación de género, que considera que “no puede ser una opción revisable a diario porque profundiza en el borrado de las mujeres”. Plantea retrasar los tratamientos de cambio de sexo para los menores. Y dispone que “en las competiciones deportivas femeninas, el sexo biológico es el que debe ordenar las categorías”. El texto enfatiza que el PP se compromete a “combatir la LGTi fobia”.

Aumento de las penas por malversación. En plena crisis política en el PSOE por la presunta corrupción de los dos últimos secretarios de Organización, el PP se compromete a “endurecer las penas por malversación”.