Miles de personas exigen parar el “genocidio” de Gaza y rinden homenaje a los periodistas: “ Son nuestros ojos en Palestina”
La plataforma Parar la Guerra celebra manifestaciones en 125 localidades de toda España este sábado


Miles de personas han salido este sábado en localidades de toda España para pedir “que pare el genocidio en Gaza”. La plataforma Parar la Guerra ha convocado concentraciones en 125 puntos del territorio. En la de Madrid, unos 1.500 manifestantes —datos de la Delegación del Gobierno— se han dado cita junto al Museo Reina Sofía, a pesar de que el sol castigaba una plaza donde escasean los árboles y recalentaba el granito por encima de los 30°C de las predicciones. “Aguantamos el calor, aguantamos, que no es nada. Aguantamos por Palestina”, comenzó uno de los portavoces de la plataforma desde del escenario, ubicado en la plaza Juan Goytisolo, con el público jaleado por los organizadores, ya antes de que empezaran los turnos de palabra, con gritos de “¡Palestina libre!“.
La plataforma Parar la Guerra tiene por fin unir a personas “de diferentes ideologías, credos y sensibilidades” bajo la premisa de que “lo que está ocurriendo en Gaza es un genocidio que tiene como objetivo final el exterminio y la limpieza étnica de más dos millones de gazatíes“. La última concentración que convocaron fue en marzo. En la de este sábado han querido rendir un especial homenaje a los periodistas que trabajan desde la Franja. “Son nuestros ojos en Palestina”, escriben en el manifiesto. En la ofensiva israelí han perdido la vida unos 200 reporteros, según un balance reciente.
De manera paralela, en Tarragona un centenar de manifestantes ha desplegado una bandera de Palestina gigante en la playa del Miracle. En San Sebastián, también ha salido gente a la calle convocada por otras asociaciones y han pedido un boicot económico a Israel. En Toledo, una marcha ha recorrido las calles para llegar a un olivo que plantó el embajador palestino allí en 2014. En otras ciudades, como Barcelona, la manifestación está convocada para la tarde de este sábado.

Sobre el escenario, Josep Borrell, ex alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores; Cristina Narbona y Paca Sauquillo, presidentas del PSOE federal y el de Madrid, y Lara Hernández, coordinadora de Sumar, acompañados de diputados y militantes de ambas formaciones. Abajo, algunos manifestantes achacan a la organización “tibieza”. “Menos palabras y más acciones”, explica Pedro Esteban, que ha ido al lugar protestar a voz en grito. Cada vez que alza la voz, alguien lo manda callar. “¡Hipócritas! ¡Nihilistas!”, responde enfadado. Desde casi cualquier punto de la plaza, en cada silencio, se escucha a Esteban junto a otras dos mujeres y otros dos hombre pidiendo que se tomen cartas en el asunto con mayor contundencia. “¡Sanciones ya!”, exigen.
Pero el aire general de la concentración —bajo el lema “Por una paz justa. Alto el fuego definitivo. Ni terrorismo ni genocidio”— es otro y para unir a gente tan diversa se mantiene un tono institucional. Se insiste en la importancia de la cultura para acabar con las bombas y el hambre que sufren los palestinos a diario. “La cultura es un arma sin la que no podemos parar el genocidio”, dice el organizador antes de que dos universitarias interpreten una pieza en honor a Gaza con una flauta y un saxofón. “Pues anda que a los niños hambrientos les va a hacer ilusión este concierto”, ironizaba una mujer entre el público, que dice sentirse avergonzada de que haya políticos “colgándose medallas” en el escenario “cuando no están haciendo nada de verdad para parar” la ofensiva que ya ha acabado con la vida de más de 55.000 personas en Gaza.

Para Josep Borrell, esa acusación solo tiene sentido si se dirige hacia la Unión Europea, pero no hacia el Gobierno de España, porque este último “ha hecho todo lo que podía”. Sin embargo, para el exjefe de la diplomacia de la Unión “Europa no hace lo que podría hacer”, y no tiene la esperanza de que eso vaya a cambiar. “Después de haber estado dentro y conociendo cómo funciona la Comisión Europea y su presidenta, desgraciadamente creo que no se va a hacer nada”, señala.
Pero ese mensaje desalentador no ha sido motivo suficiente para disuadir a los miles de manifestantes que han ido hasta allí con carteles en los que podía leerse desde “Netanyahu asesino” hasta “¡judíos, rebelaos!”. Ni tampoco ha impedido que sonara Libre Palestina y Solo le pido a Dios, que la gente se ha arrancado a seguir con palmas. Los asistentes han escuchado también discursos de intelectuales y artistas, como la catedrática Fany Rubio, el director de cine Fernando Colomo, los Juan Echanove e Isabel Ordaz, y el director de teatro Lluís Pasqual. Cada vez que alguno pronunciaba el nombre del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, alguien contestaba con un “¡asesino!”, un ¡genocida!”, o con un sonoro “¡hijo de la gran puta!”.

Los abanicos verdes que ha distribuido el sindicato Fetico han salvado de la lipotimia a más de uno de los presentes. Otros más previsores han acudido con paraguas para taparse del sol que caía a plomo. Cuando los organizadores han dado por finalizado el acto, la masa se ha disuelto a gran velocidad.
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