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La filial de Renfe en la que Ábalos enchufó a una mujer responde al juez que no puede aclarar los detalles bajo sospecha de ese contrato

LogiRAIL esgrime falta de documentación para no dar “una respuesta exhaustiva” a requerimientos como el de quién valoró el currículum y propuso contratarla

Claudia M. sale el pasado 21 de mayo de los juzgados de Gijón tras declarar por videoconferencia por el 'caso Ábalos'.

LogiRAIL, la filial de Renfe en la que trabajó durante más de dos años Claudia M., supuestamente enchufada por el exministro socialista José Luis Ábalos, ha remitido al magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente un escrito en el que admite que no puede “dar una respuesta exhaustiva” a las cinco preguntas planteadas por este sobre la contratación bajo sospecha de la mujer. En el texto de respuesta, Óscar Gómez Barbero, presidente de la empresa pública, asegura que ha sido imposible recuperar los correos electrónicos que pudiera haber enviado o recibido la trabajadora porque en el periodo en el que estuvo contratada, entre diciembre de 2019 y febrero de 2022, la empresa no hacía copias de seguridad.

También afirma que en los archivos no se ha encontrado documentos que permitan saber la identidad de la persona que valoró el currículum que la mujer y propuso su contratación. En su declaración del pasado 21 de mayo ante el juez, Claudia M. aseguró que había pedido al entonces ministro de Transportes que le ayudara a buscar un trabajo y que, unos días después, el asesor de este, Koldo García, le consiguió una entrevista en la empresa pública. En la documentación ahora remitida, LogiRAIL no recoge la existencia de ninguna entrevista.

La investigación sobre la contratación de esta mujer se inició después de que un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil revelara que el exministro supuestamente medió para que ella fuera contratada por LogiRAIL, cuyo único accionista es Renfe, dependiente de Transportes. “Para ello, Koldo [García, entonces asesor de Ábalos] actuó como transmisor con el fin de que dicha contratación no solo se llevara a cabo, sino que, una vez fuera formalizada, no fuera rescindida”, señalaron los agentes.

En su declaración como testigo, Claudia M. afirmó que conoció a Ábalos en un acto del PSOE (partido del que era militante), y que poco después, en octubre de 2019, le contactó por Instagram, le contó que estaba atravesando “una situación muy complicada” y le pidió ayuda para encontrar trabajo. La mujer, que negó ante el magistrado haber mantenido una relación de pareja con el entonces ministro, explicó que este le puso en contacto con su asesor, Koldo García, también imputado en el caso, quien le pidió fotos para hacer un currículum. Según detalló, para lograr ese trabajo fue entrevistada por Vicente Camarena, directivo de Renfe.

El presidente de LogiRAIL detalla ahora al magistrado que cuando fue contratada la mujer, “la empresa no disponía de una plataforma o web en la que se diera publicidad a las plazas vacantes para las que se necesitaba la contratación de personal” y que los currículums de los candidatos “se recibían por distintas vías, como correo electrónico, correo postal o entrega en mano”. Y añade que, “con carácter general”, estos se estudiaban cuando surgía la necesidad de cubrir un puesto.

“La selección de los mismos se realizaba considerando aspectos relacionados con los conocimientos, formación, idiomas y experiencia de los posibles candidatos”, añade. El siguiente paso era contactar con los candidatos elegidos “por escrito y telefónicamente” para confirmar su interés en la oferta de empleo y remitirle las características de la misma para saber si la aceptaban. En el caso de Claudio M, LogiRAIL asegura no tener documentación sobre todo este proceso, salvo el correo que se le envió para que aceptase la oferta y la respuesta de esta. La respuesta también incluye copia de los dos contratos que se le hicieron y la prórroga del último.

Sobre las funciones que realizaba Claudia M. ―ella aseguró al magistrado que cuando tuvo unos supuestos problemas laborales para los que pidió la mediación de Koldo García, este le dijo que su jefe era él y que no fuera a trabajar hasta que no se solucionara el problema―, la respuesta de LogiRAIL detalla que fue contratada como “encargada comercial de Sección del proyecto para la implantación de una oficina de promoción y venta de plazas en trenes turísticos en Asturias” y que tras una formación en Santiago de Compostela, se la envió a Oviedo.

A partir de ese momento pasó por otros puestos de la compañía hasta que, en febrero de 2022, no se le renovó el contrato al considerarse que no tenía “encaje” en el último departamento en el que estuvo destinada. En ningún momento. El documento no recoge que se le abriera un expediente de despido, como Claudia M. aseguró ante el magistrado en su declaración.

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