Espinosa de los Monteros: “Feijóo no ha conseguido ilusionar”
El exportavoz del Vox en el Congreso monta una fundación y descarta presentarse a las elecciones con el PP


Iván Espinosa de los Monteros (Madrid, 54 años) era la cara más popular de Vox, con permiso de Santiago Abascal, hasta que en agosto de 2023 dimitió por sorpresa como portavoz de su grupo. Incluso quienes detestaban sus ideas le reconocían como uno de los parlamentarios más brillantes del Congreso. Más de año y medio después, reaparece como autor de un libro (España tiene solución, Almuzara) que es todo un programa político: el diagnóstico de los problemas que a su juicio aquejan al país y las recetas para resolverlos. Este miércoles, en la Fundación Rafael del Pino de Madrid, se lo ha presentado la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, verso suelto del PP, con quien tejió complicidades cuando ambos dirigían los dos grupos de la derecha en la Cámara. El regreso de Espinosa de los Monteros, que ha encendido las alarmas en Vox y se observa con interés desde el PP, se oficializará en septiembre con la puesta de largo de una fundación liberal en lo económico y conservadora en lo social (y lo moral), como su promotor.
Pregunta. Su libro homenajea a Ignacio Echeverría, el héroe del monopatín, que murió en 2017 en Londres defendiendo a las víctimas de un atentado terrorista, para instar a los ciudadanos a actuar ante los problemas y no ser meros espectadores. ¿Cómo va a actuar usted?
Respuesta. Yo he dedicado unos años a la política, que no era mi profesión, he estado muy feliz ahí dentro, pero creo que puedo contribuir también desde fuera, con este libro, con un centro de pensamiento que lanzaré a la vuelta del verano. Lo que voy a hacer es intentar contribuir al debate público,
P. En su libro han colaborado empresarios como Luis del Rivero, Juan Lasala o Ismael Clemente, profesores como Alejandro Macarrón o Juan Carlos Corvera y exdiputados de Vox como Rubén Manso o Malena Nevado. ¿Le acompañarán en su proyecto?
R. Me gustaría que todos ellos me acompañaran y además abrirlo a más gente que probablemente no quiere estar en el mundo de la política partidista pero sí en el de las ideas.
P. ¿Qué forma jurídica va a tener?
R. Será una fundación.
P. En su libro, en vez de escribir Vox, dice: “El grupo parlamentario del Congreso del que fui portavoz”. Recuerda al “señor por el que usted me pregunta” de Rajoy. Él no quería citar a Bárcenas y usted parece rehuir a Vox…
R. Es que este no es un libro sobre un partido, sino sobre mis ideas para el futuro en base a las experiencias del pasado…
P. Desde Vox se mira con mucho recelo a esta nueva fundación…
R. No lo sé, porque no estoy en contacto con la cúpula de Vox.
P. ¿Desde cuándo?
R. Desde que me fui… Pero sí lo estoy con afiliados, con ex y no ex cargos electos, porque soy cofundador y he estado ahí 11 años.
P. Sigue siendo afiliado.
R. Lo soy, con el número más bajo después de Santiago [Abascal].
P. Usted ha recibido ataques feroces desde su propio partido.
R. Sí.
P. ¿Cómo los vive?
R. Sin reciprocidad. Quizá no entienden el momento político en el que estamos. Lo que tenemos que hacer es lo contrario: no contribuir al fraccionamiento de todo lo que no es la izquierda ni el separatismo.
P. ¿En qué se diferencian las ideas de su libro de las Vox?
R. Frente a una situación que diagnostico como preocupante, y eso lo comparten muchas personas, podemos recrearnos en lo mal que estamos o pensar en cómo salir adelante. Yo propongo ideas que ojalá adoptaran todos los partidos, no uno u otro.
P. No me dice en que se diferencian sus ideas de las de Vox…
R. El libro refleja mejor lo que yo pienso que lo que piensa cualquier partido.
P. Si fuera eurodiputado ¿habría abandonado el grupo de [la primera ministra italiana Giorgia] Meloni para irse con Le Pen, como ha hecho Vox?
R. A mí me parece que Meloni es la líder europea más interesante en este momento.
P. ¿Y qué piensa de Trump?
R. Hay cosas que está haciendo muy bien y otras que no me gustan tanto y prefiero juzgar a medio plazo. Y luego tiene un estilo muy particular, propio de su personalidad. Cada político es fruto del momento que vive su nación: Trump, Bukele, Milei, Meloni no se parecen en nada, pero son la respuesta a los errores cometidos por la izquierda.
P. ¿Qué tiene que ver el liberalismo de Thatcher, que usted admira, con el proteccionismo de Trump?
R. Yo creo firmemente en el libre comercio, porque genera prosperidad para todos, y creo que los aranceles provocan inflación, pero sospecho que lo que Trump está haciendo es dar un golpe muy fuerte en el tablero para luego negociar desde una posición de fuerza.
P. ¿Le daría un margen de confianza a Trump?
R. No me gusta lo que está haciendo. Ha causado turbulencias económicas que nos perjudican a todos, pero tengo confianza en que al final las cosas se enderecen.

P. Leyendo su libro uno pensaría que la culpa de todo la tiene la izquierda…
R. Totalmente [suelta una carcajada]. Estoy convencido de que la mayoría de los problemas derivan de la izquierda y el nacionalismo, pero también soy crítico con la falta de reacción del otro lado. Lo que le pasa a la derecha le acaba pasando a España: falta de cohesión, de unidad, de convencer, de enamorar, de entusiasmar. En definitiva, falta de vigor intelectual para combatir la agenda de la izquierda. Soy muy crítico con quienes no son capaces de contraprogramar con un proyecto ilusionante.
P. ¿Cree que Feijóo puede llegar a ilusionar?
R. [Largo silencio] Es la pregunta más difícil…
P. Hasta ahora no parece haberlo conseguido.
R. No lo ha conseguido, la verdad. Contrariamente a lo que él parece pensar, yo creo que no va a haber elecciones en los próximos dos años. Tiene este tiempo por delante para cambiar el rumbo de un partido que en 20 años no ha generado ninguna ilusión, que ha hecho seguidismo del PSOE, sin confrontación ideológica, asumiendo que la gestión lo cubre todo y no es verdad. El PP se atribuye el liderazgo en economía pero el mayor endeudamiento respecto al PIB, la mayor vuelta de tuerca de Hacienda se han dado bajo el gobierno del PP. Enderezar ese rumbo es muy difícil.
P. ¿Le daría un voto de confianza a Feijóo como a Trump?
R. Me reservo la opinión por ahora.
P. Le pregunté en qué se diferencian sus ideas de las de Vox ¿y de las del PP?
R. Es que yo no sé muy bien qué propone el PP.
P. Cayetana Álvarez de Toledo está más cerca de usted que muchos de Vox.
R. Tengo mucha afinidad personal con Cayetana pero también la tengo, y le sorprendería, con gente de izquierdas. Antes en España se podía tener afinidad, incluso amistad, con personas que no pensaban como tú y esto es algo que hemos perdido con esta polarización a la que quizá yo haya contribuido…
P. Quizá ha contribuido, sí.
R. Creo que siempre he tenido una actitud prudente, tolerante, creo que he ayudado a mejorar el tono, no me atribuyo más. Eso sí: he dado la batalla cultural y política porque soy un apasionado de lo que creo.
P. ¿Descarta ir en las listas del PP?
R. Ese no es el camino por el que voy.
P. ¿Lo descarta o el mañana no está escrito?
R. No voy a ir por el PP a las elecciones.
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