“Welcome to Pyongyang”

Acaba de publicar en España su crónica de viajes En Corea del Norte (Debate). Florencia Grieco es periodista especializada en el país asiático y nos habla de sus andanzas por esa nación que tanta curiosidad despierta.

¿Por qué viajó a Corea del Norte?

Llevaba informando sobre ese país desde 2008 y decidí que tenía que conocerlo. Fui por primera vez en septiembre de 2015, cuando se abrió a los extranjeros toda la red de metro de Pyongyang, la capital del país.

¿Y qué impresión le dejó el metro?

Está impecable, y tiene algo que recuerda al de Moscú, por sus murales enormes de propaganda.

¿Pudo moverse por su cuenta?

No, has de ir con todo organizado por una agencia, normalmente con base en Pekín. No puedes elegir ni hotel, y te acompañan dos guías norcoreanos.

¿Qué les enseñan a los extranjeros?

Hay un circuito típico de monumentos oficiales. Por suerte, los de mi agencia nos llevaron a visitar lugares distintos, como un mercado privado abierto a los extranjeros en la ciudad de Rason. Allí los norcoreanos compran de todo: alimentos, ropa…

¿Y había souvenirs para turistas?

Hay básicamente propaganda comunista, que saben que llama la atención. Por ejemplo, carteles y unas camisetas que ponen “Welcome to Pyongyan”. Lo que no está a la venta son los prendedores con los retratos de los líderes que todo norcoreano debe llevar en la solapa desde los 12 años.

¿Era la única que viajaba sola?

Sí, y también la única que iba desde Latinoamérica. El resto de viajeros eran parejas o grupos de amigos, principalmente europeos.

Aparte de los guías, ¿conoció a otros norcoreanos?

Sí, nos llevaron a casa de una familia que había sido cuidadosamente seleccionada por ser modélica. Era una familia modesta de pescadores. Vivían cerca de Chongjin, sobre la costa que mira hacia Japón. Hay un turismo local incipiente en esa zona, pero los norcoreanos también han de pedir permiso para moverse por su país.