Viña Mein 2017, elegante juego floral

Javier Alén, propietario de la bodega Viña Mein, fundada en 1988, tiene una idea muy clara del vino de Ribeiro que quiere elaborar, y posee la sagacidad suficiente como para saber que los proyectos vitivinícolas necesitan tiempo para madurar. Su última apuesta ha sido contar con el trío de enólogos que conforman Comando G (Fernando García, Daniel Landi y Marc Isart), autores de algunos de los mejores tintos de la fabulosa garnacha de Gredos. Su impacto en los vinos ha sido providencial: Eiras Altas, Tega do Sal, son apuestas por la elaboración bajo roble de resultados portentosos. Pero, paradójicamente, o quizás no tanto, destaca su blanco joven por la gracia, el desparpajo y la expresividad que caracterizan a los grandes vinos gallegos.

En este caso, utiliza un viñedo de suelo de granito y arena (sábrego); cepas con unos 25 años, mayoritariamente treixadura, acompañadas de un ramillete de variedades autóctonas, plantadas en los bancales y suaves laderas del valle del río Avia; y un escrupuloso respeto por el principio de mínima intervención. El vino te atrapa con su propuesta aromática de fruta blanca en sazón, su elegante juego floral, su frescor cítrico, su paisaje de hierba y mineral, que se resuelve en la boca con el sensual sabor de la autenticidad.