Despertar y descubrir los Arribes del Duero

"Como golpes de mar en una playa extraña añoraba mi Saucelle natal y regresé para levantar esta casa, donde poder finalmente descansar”. Con estas emotivas palabras, Tomás Perera Andrade inauguraba una época en la España de principios del siglo XX marcada por el retorno de aquellos emigrantes que “hicieron las Américas” y se convirtieron en los nuevos caciques locales a golpe, no de mar, sino de la fortuna lograda allende éste. En el caso de El Brasilero, nacido en 1853 en el seno de una humilde familia saucellana, su vuelta de Brasil en 1890 significó el relanzamiento económico de este municipio del parque natural de los Arribes del Duero, en cuyo altozano se hizo construir una mansión de cantería con sillares de granito y tres ejes verticales de fachada. A su muerte, en 1932, pasó a sus herederos, que, no pudiendo afrontar el mantenimiento del edificio, decidieron su venta al Ayuntamiento. En 2011 se resolvió convertirlo en una posada real de Castilla y León.

Salvada la verja de acceso, diseñada según los cánones portugueses, aparece a la izquierda un incómodo mostrador de recepción y un pequeño vestíbulo lineal que precede a una terraza y un jardín. Al fondo, a la derecha, se ha habilitado el comedor, cuya gestión se rige por una contabilidad aparte. La calidad del ambiente es alta. Tanto como la amabilidad de sus responsables, a cuyo frente se encuentra Ángela Notario.

En el mismo edificio se localiza la oficina de turismo de la villa, así como el centro BTT que alquila bicicletas a todo aquel que desee emprender una excursión por los Arribes del Duero. El G14 pasa cerca, por si acaso los senderistas quieren emprender esta exigente excursión de montaña.

Agua Santa, Espadacinta, Lavanderas, La Jana, La Arena, El Sierro, El Llano, El Tambor de las Brujas… Nueve habitaciones resueltas con sencillez y buen gusto, con sillares a la vista y ventanas de cuadrantes abiertas a la luz. Sin duda, El Brasilero es la más amplia y con mejores vistas, como corresponde a la categorización de una suite. Está dividida en tres secciones, una con sofá, la alcoba con cama de matrimonio y la cocina. Aparte están el cuarto de baño y otro dormitorio pequeño con dos camas individuales.

Antes de partir conviene visitar la salita de exposiciones, donde la posada habla por los fotógrafos que en tiempos del brasileño retrataron la vida de Saucelle y la comarca de Vitigudino.