Respeto y comprensión

En una ladera de esquisto roto por los años, el sol y el viento, la frescura en un vino tinto no surge espontánea. Nace de la observación y de la comprensión del viticultor. Ante el viñedo todo es posible y las diferencias vienen de las sensibilidades con que se miran las cepas. Joachim Roque es un viñador joven cuya forma de entender la vieja viña es inmediata e innata, arcana. La sintonía es perfecta: ha visto que el reposo de las cepas y la menor intervención en la tierra dan la mejor fruta. Y ha actuado en consecuencia en la bodega: la uva no se separa de su racimo y la fermentación empieza ya en su interior. En Esta Fête 2016 la fruta cae en la copa y en la garganta como goterones sobre un monte sediento. La flor de tilo propia de la garnacha blanca; la fresa salvaje de la tinta; el cítrico de la gris y el cincel seco de la cariñena dibujan una acuarela fresca y fragante, de un atrevimiento cautivador que los años no diluyen.