Democracia europea

El 22 de octubre, su diario publicó el interesante artículo de Ignacio Urquizu Europa, ante su mayor desafío. En él, entre otras observaciones que comparto, se critica a la UE por su déficit democrático. Se argumenta que la UE no cumple con la definición mínima de democracia de Przeworski que implica “que podemos echar al Gobierno que no nos gusta”. La entonces Asamblea Parlamentaria de las Comunidades Europeas ya contaba con la capacidad de echar a la Comisión mediante una moción de censura. El Tratado de Roma preveía que “si la moción de censura es adoptada por una mayoría de dos tercios de los votos, habiendo votado la mayoría de los miembros que componen la Asamblea, los miembros de la Comisión deben abandonar colectivamente sus funciones”. En 1999, la Comisión presidida por Jacques Santer dimitió antes de que se pudiera hacer efectiva una moción de censura. Respecto del presidente de la Comisión, el Tratado de Lisboa obliga a tener en cuenta los resultados electorales al momento de proponer una persona para este puesto por el Consejo Europeo, lo que también permite la alternancia política si cambian las mayorías en la Cámara.

Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores