Es el tejido del futuro, viene de Italia y es eco-sostenible

Desde siempre los colores de la sastrería masculina han replicado fielmente los del paisaje en el que se insertaban. Esta idea, un remanente de una época en que una chaqueta de tweed en tonos pardos o verdes tenía que funcionar casi como una prenda de camuflaje durante una jornada de caza, acaba de ser actualizada por Ermenegildo Zegna, que en el desfile de su colección para este otoño introdujo casi por sorpresa una nueva variedad de tejidos inspirados de forma literal en un lugar concreto: el Oasi Zegna, un paraíso natural alpino que la firma italiana preserva y cuida como parte de su cruzada por la sostenibilidad.

El tejido, llamado Oasi Cashmere, es una muestra del virtuosismo del que es hoy capaz el Lanificio Zegna, la fábrica de tejidos artesanales fundada en 1910 en la localidad de Trivero y que elabora aún hoy muchos de los materiales empleados por la firma.

La clave está en el cachemir, pero también en los pigmentos orgánicos y en los colores intensos logrados mediante una técnica exclusiva de secado sostenible. En una época en que el lujo se redefine a cada minuto, apostar por el paisaje es hacerlo por el futuro.