Las ofensas de la Generalitat

El president de la Generalitat, Quim Torra, preferiría no tener ninguna relación con la Corona. ¡Él se lo pierde! Lo que no puede es prohibir al Rey de todos los españoles, incluyéndole a él, la asistencia a un acto de conmemoración a las víctimas del atentado de Barcelona del pasado año. Este comportamiento es un tanto extraño para un presidente que para acceder oficialmente a su cargo necesita la firma del Rey y asumir el deber de someterse a la legalidad de la Constitución.

Este humillante trato de las fuerzas independentistas para con Felipe VI es uno más de sus desaires a las personas que no piensan como ellos. En una monarquía parlamentaria, el rey tiene el deber de defender la Constitución y los derechos de todos los ciudadanos. El nuestro cumple con su deber honorablemente. Torra defiende una doctrina separatista que no incluye a la totalidad de catalanes ni a una mínima parte del resto de españoles. Haría mejor en trabajar dentro de la legalidad para mejorar una Cataluña para todos los ciudadanos. Es indispensable el respeto a todos los ciudadanos y a las leyes para el buen funcionamiento de las instituciones.— Cristina Sande Cecchi. Zaragoza.