El arte de adaptarse

Para disfrutar de un momento de éxito pasajero no hace falta más que un golpe desuerte. Sin embargo, una trayectoria a largo plazo exige algo mucho más difícil de alcanzar: coherencia y capacidad de adaptación. Hace casi un siglo que el zapatero americano Nathan Swartz puso los cimientos en Boston de lo que en 1973 pasó a denominarse Timberland: una compañía especializada en calzado resistente y cómodo para actividades al aire libre que lleva más de cuatro décadas comercializando de forma ininterrumpida un tipo de botas resistentes al agua que hoy son sinónimo de la firma.

Aunque siguen siendo su modelo más popular, las botas clásicas hoy conviven en Timberland con una importante labor de innovación cuyo episodio más reciente es la tecnología Sensorflex, un sistema de suela exterior elaborada a partir de tres capas que absorben los golpes y se adaptan al terreno. La primera capa, firme, estabiliza el pie. La intermedia, elaborada en EVA, amortigua el impacto. La tercera cuenta con surcos y formas capaces de adaptarse a cualquier suelo.

El resultado final es la traducción más exacta en forma de calzado de la filosofía todoterreno: un calzado visualmente atractivo y muy ligero que al mismo tiempo se acomoda a distintos usos y espacios. También a distintos públicos, desdedeportistas y montañeros en busca de calzado versátil hasta urbanitas preocupados por la comodidad. Uno de ellos es el actor Harrison Ford., que en su visita más reciente a Barcelona visitó la tienda Timberland en Passeig de Gracia para hacerse con unos Sensorflex. Para alguien que ha dado vida a Han Solo, a Indiana Jones o al replicante Rick Deckard de Blade Runner, la aventura puede estar a la vuelta de la esquina. Y mejor que no le sorprenda en mocasines.