Corruptores

El Diccionario de la Real Academia Española define el adjetivo “corruptor”: que corrompe. Ni más ni menos. Para que haya corruptelas debe haber corruptores. Sin embargo, nos preocupamos más del receptor de las dádivas pecuniarias y menos del sujeto que saltándose la ley, con la intención de obtener los beneficios más altos, prepara la conspiración contra el Estado de derecho con sobornos u otras artes para pervertir a alguien, buscando los mayores beneficios y rendimientos a costa del dinero público. Sin obviar al intermediario, que en todas las tramas de corrupción los hay. Es el Estado de derecho el que se debilita con estos hechos. Si no se ponen barreras a estos comportamientos nada éticos y carentes de moral, la convivencia está llena de trampas y desconfianzas.

La corrupción viene por un fallo de los garantes de las buenas prácticas en los negocios y la tardanza de la justicia. Mirar para otro lado es otro error que aprovechan los amigos de lo ajeno. Nosotros debemos mirar de frente y a los ojos cuando veamos comportamientos de baja calidad o que intenten sacar beneficios ilegalmente. Ni en tu casa ni en la mía permitiremos corruptelas, por el bien de todas las personas.— Victorio Martínez Armero.