Una injusticia y una solución

El proyecto de reforma fiscal aprobado por el Gobierno mantiene, a mi entender, una injusticia que puede afectar al bolsillo de muchísimos españoles. Cuando se rescata el plan de pensiones y se hace en forma de capital todo su importe se sigue sumando al resto de la renta general con lo que se tributa a tipos muy elevados y, en cierto modo, ocurre lo mismo cuando se hace en forma de renta.

De esa manera, se hace tributar con la escala de la renta general del IRPF tanto a las aportaciones que en su día se hicieron como a sus rendimientos. Que se haga tributar así a las aportaciones puede ser lógico, pero no tanto a los rendimientos. Yo sugiero que una parte del rescate, que si se hace en forma de capital podría ser del orden de 300.000- 500.000 euros y si se hace en forma de renta alcanzaría unos 25.000-30.000 euros anuales, tribute con un tipo fijo, que podría ser del 20%, y el resto lo haga como hasta ahora. Algo similar se hace, salvando las diferencias, con los rendimientos irregulares cuyos primeros 300.000 euros tributan en el IRPF con tipos de gravamen más reducidos que el resto, y si se hace esta distinción con los rendimientos irregulares con más razón debería hacerse con los rescates de los planes de pensiones. Actuando así, la tributación sería mucho más justa, o mucho menos injusta. Y no dejarían de gravarse adecuadamente los escandalosos, por abultados, planes de pensiones de algunos directivos.— Jesús Marín Martínez.