Préstamos y deducciones

García Escudero, presidente del Senado, no hizo constar en el impuesto del patrimonio el préstamo de 24.000 euros recibido de su partido porque “no sabía que había que hacerlo”. Es extraño que no lo supiera y que nadie se lo advirtiera, ya que le resultaría beneficioso al restar el importe pendiente de pago de la base imponible.

También podría tener efecto en el IRPF, ya que las cantidades amortizadas, cuatro pagos de 6.000 euros sin precisar fechas, podrían ser desgravables en concepto de rehabilitación de vivienda, si fuera la habitual, aunque con la condición de que el coste de rehabilitación o reconstrucción de la vivienda supere el 25% de su valor de mercado o de su valor de adquisición, si se adquirió los dos años anteriores.

En todo caso, resulta sorprendente que personas de formación sólida sean tan negligentes con sus obligaciones fiscales y carezcan de asesores adecuados. Las explicaciones del señor Floriano al respecto, más se parecen a la tinta del calamar que a una aclaración pertinente, porque los préstamos se hubieran podido desgravar de estar debidamente acreditados y parece que este no es el caso.— Eduardo Antonio Sánchez.