La esencia deportiva del Toyota GT86

Peso pluma, 200 CV y propulsión trasera. El Toyota GT86 ofrece una visión diferente de la deportividad, más ágil y viva que la de los GTi de tracción delantera, por ejemplo. Un cupé que va contracorriente y cambia potencia por ligereza para emocionar al volante.

Se sitúa a medio camino entre un Mazda MX-5, menos contundente (160 CV), y un Nissan 370Z, que tiene un poderío muy superior (330 CV). Pero encuentra la virtud del término medio para postularse como el deportivo de propulsión trasera con la mejor relación entre potencia, dinamismo y precio: llegará en julio, desde 29.990 euros.

Equipa un motor 2.0 bóxer con cambio manual de seis velocidades que se estira hasta 7.400 revoluciones. Tiene un funcionamiento puntiagudo, con una respuesta pobre a bajas vueltas y brillante en altas. Pero como pesa solo 1.240 kilos, la potencia cunde más de lo esperado y el chasis la digiere sin problemas y permite divertirse con seguridad.

No resulta incómodo, es compatible con el uso diario y añade valores adicionales, como un interior con 2+2 plazas y un consumo medio asumible en conducción normal: 7,8 litros.