El príncipe y Letizia celebran el 36 cumpleaños de Don Felipe con una visita a Covadonga

Coincidiendo con su 36 cumpleaños, Felipe de Borbón, acompañado de su prometida Letizia Ortiz, ha visitado el santuario de Covadonga cumpliendo así el deseo expresado por la pareja en octubre pasado. Pasadas las 12.30 de la mañana, ambos han sido recibidos en la sala capitular de la basílica por el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y por el arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro.

Allí, el arzobispo les ha entregado una talla en plata de la Virgen de Covadonga, patrona de Asturias, y varios discos grabados por el Coro de la Escolanía de Covadonga. Después se han trasladado a la cueva para rezar ante la santina. Este mismo lugar fue escenario el 1 de noviembre de 1977 de la proclamación por parte del Rey de su hijo como Príncipe de Asturias, en su calidad de heredero de la Corona. El arzobispo ha oficiado una liturgia religiosa en la que ha pronunciado una oración dedicada a la pareja, y el Coro de la Escolanía de Covadonga, dirigida por Leoncio Dieguez, ha interpretado Alabanzas a María y Paloma mía, de J. Jordán; y Como la estrella del alba y el Himno de la Virgen de Covadonga, de Busca Sagastizabal.

La pareja pide un deseo ante la santina

Después del acto litúrgico, Don Felipe ha bajado junto a su prometida por la denominada escalera del peregrino hasta el estanque situado al pie de la cueva. Allí, varios centenares de personas se han acercado a la pareja mientras entonaban el cumpleaños feliz, que también ha sido interpretado para Don Felipe por los niños del Coro de la Escolanía de Covadonga. Como manda la tradición, Don Felipe y Letizia Ortiz han arrojado una moneda al estanque al tiempo que pedían a la virgen un deseo, que no han querido revelar. "Hemos pedido muchas cosas a la santina, pero eso queda entre nosotros y ella", ha respondido enigmático el Príncipe a la pregunta de un periodista.

El santuario de Covadonga se encuentra situado en el municipio de Cangas de Onís, limítrofe con el de Ribadesella, en donde se encuentra la localidad de Sardeu, en la que viven los abuelos paternos de Letizia y a donde la pareja viajó recientemente.