Los cuatro menores acusados de agresión sexual y física en Almendralejo estudiarán fuera del instituto

Los cuatro menores acusados de agresión sexual y física sobre otro alumno en un instituto de Almendralejo (Badajoz) continuarán sus estudios en unas “dependencias educativas” habilitadas en la localidad, fuera del centro donde estaban.

Así lo ha dicho este lunes en Badajoz la consejera extremeña de Educación, Ciencia y Formación Profesional, María Mercedes Vaquera, a preguntas de los medios en relación al final del periodo de medidas cautelares instauradas para estos menores tras producirse estos hechos, ocurridos a finales del pasado mes de marzo.

Según ha precisado, de forma conjunta con la Fiscalía de Menores se ha determinado que los alumnos estudien a partir de mañana “en otras dependencias educativas” que se habilitarán en Almendralejo para que “puedan mantener su derecho a la educación”, aunque fuera del centro donde está el otro menor. Vaquera ha realizado estas declaraciones antes de asistir a la entrega de distintos premios educativos en Badajoz.

Los cuatro menores acusados prestaron declaración ante la Fiscalía de Menores el pasado 3 de abril. Testificaron en la sede provincial de la institución, en Badajoz, donde llegaron por separado y acompañados de sus familiares. Las agresiones denunciadas por su compañero, de 16 años, se produjeron entre el 17 y el 27 de marzo en el vestuario del instituto Carolina Coronado ―uno de los tres centros públicos de la urbe, de unos 34.000 habitantes― y fueron reiteradas, según explicaron desde la Asociación contra el acoso escolar de Cáceres (Acoes), que está apoyando y asesorando a la familia.

Los hechos se hicieron públicos el 27 de marzo, cuando el chico contó en el centro la situación que padecía y fue trasladado al Hospital Tierra de Barros para que le realizaran un examen médico. La familia se enteró en ese momento y un día después interpuso una denuncia en la comisaría de la localidad pacense. Entonces, se tomó declaración a los cuatro acusados, que fueron puestos en libertad. El caso se derivó entonces a la Fiscalía de Menores.

A pesar de que parecía tener relación con sus supuestos agresores, el joven había compartido con algunas personas de su círculo que estos compañeros en ocasiones se metían con él: “Decía que era de broma, pero yo creo que se aguantaba por encajar”, relataba una amiga. Recientemente, el joven les comentó que las agresiones habían ido a más. “No dio detalles y nos dijo que iba a hablar con los profesores”.

La madre del menor escribió en una carta, que se dio a conocer el pasado 2 de abril, que su hijo había sido “la voz silenciosa de muchos niños, que por temor no se dejaban escuchar. Que sepan todos ellos que no están solos, que sus familias siempre los protegerán, y que los aman demasiado”. También pidió más esfuerzos en “formar a hombres y mujeres para el bien de esta sociedad” y añadió que su hijo, “a pesar de todo, no se ha sentido solo”.