Una de cada cuatro empresas españolas ha diversificado sus importaciones ante los desafíos comerciales

El buen desempeño de la economía nacional en términos agregados inyecta confianza en el tejido empresarial. Las firmas españolas son más positivas que sus homólogas europeas sobre el futuro, pese al entorno internacional lleno de incertidumbre y desafíos comerciales. La proporción de compañías que prevé una mejora en su negocio es 23 puntos porcentuales superior a las que tienen una visión pesimista; en la media de la UE, estas proporciones son equivalentes. Otro dato que refleja optimismo es que el 36% de las sociedades planea invertir para aumentar su capacidad, diez puntos más que la media comunitaria. Asimismo, una de cada cuatro ha diversificado sus importaciones en el último año para blindarse ante los riesgos geopolíticos, también por encima del promedio de la UE, de acuerdo con una macroencuesta que publica este martes el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Las previsiones indican que España será, una vez más, el gran país del euro que más crecerá este año. La brecha no será marginal: todos los organismos, nacionales e internacionales, proyectan un avance que al menos duplica el estimado para el bloque de la moneda única, lastrado por el mal desempeño de Alemania y las turbulencias que vive Francia, inmersa en una crisis económica y política. La buena marcha del empleo en España, junto al intenso crecimiento demográfico por la inmigración, explican parte de este relato, y cristalizan en la confianza de las empresas en torno a su actividad.

Este optimismo, sin embargo, hay que ponerlo en contexto. La integración de las empresas españolas en los mercados globales es elevada. Un 63% de ellas exportan o importan a otros países, un porcentaje que gana protagonismo a medida que crece el tamaño de la compañía y que justifica la preocupación por el actual escenario internacional. Un 24% de las firmas locales ha diversificado la lista de países de los cuales importan, un incremento con respecto al año pasado y por encima del dato medio de la UE (19% en ambos casos), que responde a la inquietud que generan la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos y las crecientes tensiones geopolíticas.

Hasta un 55% de las firmas españolas (43% en la UE) perciben las interrupciones en la logística y el transporte como un obstáculo. Seis de cada diez, al igual que la media comunitaria, afirman que el cumplimiento de nuevas regulaciones, normas y certificaciones supone una barrera adicional a su actividad, y cerca de la mitad opinan lo mismo sobre los cambios recientes en aduanas y aranceles. En cambio, son más positivas que sus pares europeos en cuanto al acceso a la financiación, que consideran menos restrictivo. Este resultado que concuerda con otros hallazgos: solo el 2,9% de la muestra española declara sufrir limitaciones financieras y un 27% dicen beneficiarse de crédito bancario en condiciones favorables, frente a un 6,1% y un 11%, respectivamente, de media en la UE.

Según el estudio del BEI, dos tercios de las más de 600 empresas encuestadas en España —la muestra total en el conjunto de la UE supera las 12.000 firmas— consideran que la normativa medioambiental no impactará en su actividad o será una oportunidad para su negocio. De hecho, el 74% se declaran preocupadas por los impactos del cambio climático, frente al 68% del mercado comunitario. Y más del 94% han implementado medidas para reducir su contaminación, sobre todo en términos de reducción de residuos (77%) y eficiencia energética (69%).

Las compañías españolas también cuentan con una representación femenina levemente superior a la media comunitaria tanto en puestos directivos como a nivel de propiedad de la empresa: un 26% y un 15%, mientras que la UE promedia un 25% y un 13%, respectivamente.

Nuevas tecnologías

La adaptación a los desafíos emergentes se refleja también en el campo digital. Las empresas españolas se muestran más propensas que la media de la UE a la hora de emplear distintas tecnologías digitales en sus negocios: la proporción ha crecido del 59% de 2024 al 66% este año (51% en la UE), sobre todo en las grandes compañías y el sector manufacturero. La encuesta revela que ya la mitad de las firmas españolas utilizan de forma sistemática herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa para mejorar sus procesos, cuando la media de la UE es del 37%.

La incertidumbre sobre el futuro, sin embargo, se mantiene como el mayor reto: representa la principal barrera a la inversión para más del 80% de los empresarios españoles, un porcentaje alineado con el sentir europeo. En este campo, los problemas no vienen tanto de dentro como de fuera. Nueve de cada diez compañías perciben una excesiva fragmentación dentro de las propias fronteras comunitarias, debido a las distintas exigencias normativas y a las diferentes medidas de protección al consumidor. Además, citan con frecuencia que la regulación empresarial, la disponibilidad de personal con las competencias adecuadas y la legislación laboral suponen una barrera añadida a su expansión.