Los sindicatos se manifestarán mientras se vota la reducción de jornada para presionar a Junts
UGT y CC OO protestarán el miércoles cerca del Congreso en Madrid y de forma simultánea en decenas de ciudades para reclamar la contracción de 40 a 37 horas y media


Pocas veces ha habido tantos ojos pendientes de una votación de enmiendas como los habrá este miércoles ante la reducción de jornada. Esta anomalía se da porque el Gobierno y la oposición son muy conscientes de la importancia política de lo que se vota ese día, del refuerzo al Ejecutivo (y particularmente a su ala más izquierdista) que supondría que la reducción prosiga su camino legislativo y del fracaso a la vista si embarranca tan pronto. Los sindicatos más representativos de España, UGT y CC OO, creen que esa lectura es “torpe”, que hay 12 millones y medio de personas que se beneficiarían del recorte a las que los partidos contrarios no están teniendo en cuenta. Por ello presionarán para que el escenario que se haga realidad sea el primero, que el proyecto que pactaron con el Gobierno continúe su trámite en la Cámara baja, y para ello se manifestarán el miércoles por la tarde cerca del Congreso en Madrid y en otras ciudades de forma simultánea mientras se votan esas enmiendas.
Así lo han anunciado este lunes en rueda de prensa los jefes de ambos sindicatos, Unai Sordo (CC OO) y Pepe Álvarez (UGT). “Pedimos que retiren las enmiendas a la totalidad”, ha reclamado Sordo a los grupos parlamentarios de PP, Vox y, especialmente, Junts. “Es paradójico que diputados y diputadas que ganan 100.000 euros al año, con pisos en propiedad, que tienen acciones y despachitos que les puso papá vayan a votar en contra de reducir la jornada a los trabajadores de la hostelería. Dice mucho del sesgo de clase detrás de esta votación”, ha indicado el jefe de CC OO. “Estamos ante uno de los ejemplos que mejor ilustran la desconexión radical entre lo que preocupa a nuestros representantes y a la gente corriente”, ha agregado Sordo.
El líder de UGT ha dicho que el recorte de jornada “afecta a la columna vertebral de las reivindicaciones y los anhelos de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país; no es de recibo que se pretenda castigar a la inmensa mayoría de personas que queremos que se reduzca la jornada por razones que nada tienen que ver con esta cuestión”. Álvarez ha recordado que el miércoles se votan las enmiendas, no la medida en sí: “No se trata de aprobar las 37 horas y media sin más. Es simplemente que se abra ese debate en el Parlamento. Reclamo que no hurten al pueblo español de conocer cuáles son sus opiniones”.
El Ministerio de Trabajo intenta que Junts cambie de parecer y facilite la tramitación parlamentaria de la norma, pero de momento el grupo de Carles Puigdemont mantiene su enmienda a la totalidad. Si PP y Vox, que también han presentado sus propias enmiendas a la totalidad, apoyan la de Junts el proyecto sería devuelto al Gobierno y Trabajo debería empezar de cero. El departamento de Díaz ya ha avisado de que haría justo eso, que volvería a activar la norma y que, a la vez, aprobaría por decreto el endurecimiento del registro horario (que no necesita convalidación parlamentaria).
Los sindicatos han respaldado esta estrategia. “El debate sobre el tiempo de trabajo no va a desaparecer. La reducción de jornada va a perseguir a los grupos todo lo que dure la legislatura, pase lo que pase el miércoles”, ha agregado el secretario general de CC OO, en línea con el de UGT: “Esto va a ser una pesadilla. Vamos a generar las condiciones para que nadie se pueda escaquear de explicar por qué no se puede reducir la jornada de trabajo”. Tanto Álvarez como Sordo han defendido la conveniencia de que el cambio del registro horario se dé por decreto si fracasa el proyecto de ley.
Los dos sindicalistas han pedido a la ciudadanía que reivindique la contracción del tiempo de trabajo, que se moje a favor; han recordado el apoyo demoscópico de la propuesta, también entre los votantes de los partidos que presentan las enmiendas a la totalidad; han subrayado que la medida beneficiaría a más mujeres que a hombres; y han defendido que todos los sectores se pueden permitir la bajada de horas. “No es cierto que haya sectores que no puedan recortar la jornada. En la hostelería, la limpieza o el comercio hay convenios provinciales que ya la tienen reducida. No hay ley matemática ni económica que impida que esto se traslade al conjunto del país”, ha pedido Sordo.
En Trabajo insisten en que siguen hablando con Junts, pero el grupo catalán mantiene su negativa y se transmite que hay poco margen para que retiren la enmienda. El grupo de Puigdemont viene deslizando que hay un desacuerdo ideológico de base, como manifiestan en el texto contra la reducción de jornada: en él critican que el Gobierno fíe la solución de varios problemas estructurales de la economía española a la reducción de jornada y también el impacto que la misma tendrá en las pequeñas y medianas empresas.
Justo las ayudas directas y bonificaciones a las cotizaciones para estas compañías son una de las armas de Trabajo para que Junts gire, junto a planes específicos contra el absentismo, pero a la vez en el ministerio saben que hay mucho trasfondo político y que la decisión de los de Puigdemont no depende solo de esas medidas de índole laboral.
Otro de los aspectos más criticados por Junts es que el proyecto solo tenga el apoyo de los sindicatos, que no fuera acordado también con las patronales. CEOE y Cepyme, los negociadores empresariales con el ministerio, rechazaron la norma, al igual que las patronales específicas catalanas. El no es nítido en Foment (asociada con CEOE) y algo más condicionado en Pimec (rival de CEOE y muy vinculada a Junts), aunque desde esta patronal se insiste en que ni el proyecto actual ni las medidas complementarias propuestas por Trabajo son suficientes para que Junts cambie de posición.
Tanto Sordo como Álvarez han iniciado sus intervenciones denunciando la “masacre” y el “genocidio” en Gaza. Además, han aprovechado para apoyar a los manifestantes propalestinos de La Vuelta a España. “Es una exterminación sistemática. Cuando se está cometiendo un genocidio todas las formas de expresión de la denuncia de quien está cometiendo esas denuncias está justificada, siempre que se haga dentro de la ley”, ha opinado el jefe de CC OO.
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