Vodafone tomará el control de Finetwork para evitar su quiebra
El juzgado de Alicante autoriza al operador de Zegona a hacerse con la mayoría del capital de la firma eldense para saldar la deuda que mantiene por el alquiler de la red


El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha dado luz verde el plan presentado por Vodafone España para hacerse con el control de Finetwork mediante la capitalización de los créditos que le adeuda la operadora eldense por los retirados impagos del contrato mayorista para el alquiler de red, según el auto al que ha tenido acceso este diario. Tras la decisión judicial, Vodafone deberá ahora conseguir las autorizaciones necesarias de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), puesto que está controlado por el fondo británico Zegona.
“El auto publicado hoy aprueba el plan de reestructuración presentado por Vodafone España para Finetwork. Este fallo respalda nuestra posición y constituye un paso relevante en el proceso, que sigue pendiente de autorización por parte de las autoridades regulatorias competentes, que confiamos se produzcan en el plazo de un mes. Con la aprobación del plan de reestructuración se refuerza la estabilidad operativa de Finetwork y se garantiza la prestación regular del servicio a sus clientes”, ha señalado un portavoz de Vodafone.
A finales de julio pasado, Vodafone España presentó ante el juzgado de Alicante un plan de reestructuración para asumir el pasivo de la compañía deudora y quedarse con el 95% del capital de Webi Mobile, sociedad propietaria de Finetwork, como adelantó este diario. Con este movimiento, Vodafone se acogía al capítulo de la nueva ley concursal que ya se aplicó en 2023 cuando el juzgado otorgó la razón a los fondos acreedores de la siderúrgica catalana Celsa que solicitaron el canje de parte de la deuda por el capital de la compañía, cuyo control arrebataron a la familia catalana Rubiralta, históricos propietarios de la firma. Vodafone ha declinado hacer comentarios a esta información.
El auto del juzgado revela que Vodafone planea llevar a cabo un aumento de capital mediante compensación de créditos y remodelar el consejo de administración con la designación de tres miembros. El plan prevé además una línea de financiación adicional de hasta 20 millones de euros por parte de Vodafone para blindar la situación patrimonial de Finetwork, que se encuentra en la actualidad en “insolvencia inminente”.
La decisión adoptada pone fin al preconcurso de acreedores iniciado el pasado mes de mayo y evita la caída de la empresa en concurso, lo que hubiese puesto en peligro el servicio a sus más de un millón de clientes móviles y de banda ancha. Hay que recordar que Finetwork solicitó a finales del pasado mes de mayo la comunicación de apertura de negociaciones con los acreedores –lo que antes se conocía como preconcurso de acreedores- tras reconocer su insolvencia. Esa situación le permite negociar el importe de las deudas con los acreedores durante tres meses, ampliables a seis en el supuesto de que no se alcance un acuerdo y se acuerde una prórroga. Es decir, por este proceso concursal Finetwork hubiera tenido hasta finales de noviembre para llegar a un acuerdo. Sin embargo, Vodafone ha interrumpido este proceso logrando acelerar la resolución del caso.
La compañía que dirige José Miguel García se acogió a esta opción de la ley concursal puesto que poseía el 66% del pasivo de la firma de Elche, que le adeuda más de 70 millones de euros por los impagos en virtud de su contrato mayorista por el uso de la red. Por su parte, Finetwork, que preside Pascual Pérez, ha alegado en el proceso que el plan de Vodafone no se puede aprobar a las espaldas de los socios de Finetwork sin someter la decisión a ante una junta general “privándoles de voz y voto”, puesto que la Ley Concursal “prevé la intervención de los socios previa a la solicitud de homologación” y que ésta “no se ha producido”, vulnerando sus derechos, según recoge el auto. Unos argumentos que ha rechazado el juez, que ha dado por bueno el plan de la firma de servicios profesionales FTI Consulting que contrató Vodafone para pilotar la reestructuración.
Negociación con Asterion
Paralelamente a la vía judicial, Finetwork estaba negociando con Asterion, el mayor fondo de capital riesgo español, la venta de la empresa por una cifra de en torno a 200 millones de euros, a los que habría que sumar la deuda. La propia operadora comunicó a sus empleados el pasado 2 de julio que había llegado a un principio de acuerdo con el fondo pero desde entonces no se ha conocido ningún avance en esas pretendidas negociaciones que no fueron ni confirmadas ni desmentidas por Asterion. Queda por ver si el fondo negociara ahora con Vodafone España, el nuevo dueño, el traspaso de Finetwork, o abandonará la operación. Asterion, a través de su participada Olin Group, ha comprado varias empresas de telecomunicaciones como Olivenet, Fibranet, Mowitel, Club TV, Waytel, Conecta y Comenersol.
Webi Mobile registró unos ingresos de 157 millones de euros en 2024, el 24% más que en 2023, y un beneficio de 6 millones de euros, según declaraciones de sus responsables aunque aún no ha depositado las cuentas oficiales en el Registro Mercantil. La deuda financiera asciende a más de 100 millones de euros, a la que habría que sumar los impagos a Vodafone.
Operador móvil virtual
Finetwork es lo que en la jerga del sector se conoce como un operador móvil virtual (OMV), es decir, que no tiene red propia y debe usar la infraestructura de otras compañías para ofrecer servicio a sus clientes. Posee 1,3 millones de líneas de fibra y móvil. Sus accionistas principales son el empresario y fundador Pascual Pérez, con cerca del 50%, y el fondo Kai Capital, que entró en el accionariado en septiembre de 2024, con una inversión inicial y un préstamo convertible por 20 millones de euros.
En el caso de la empresa alicantina, utiliza la red de fibra y móvil de Vodafone desde el inicio de sus operaciones. A finales de mayo de 2024, y tras tensas negociaciones, renovó al acuerdo de alquiler mayorista que mantenía con Vodafone por un plazo de diez años, llegando a pactar una quita de 40 millones de euros para cerrar el trato, pero casi desde entonces dejó de pagar las mensualidades alegando diferencias contractuales con Vodafone.
La compañía atraviesa una difícil situación de gestión además de los problemas financieros. Cesó fulminantemente a su anterior consejero delegado, Óscar Vilda, el último día de 2024 y, desde entonces, el puesto está vacante y la gestión corre a cargo de un “comité de transición” encabezado por Pascual Pérez, que quiere imponer un giro estratégico. El origen del problema es que la firma experimentó un rápido crecimiento a costa de endeudarse con las miras puestas en conseguir un comprador o un inversor para conseguir rápidas plusvalías. Ese inversor no llegó nunca y la empresa hubo de recurrir a préstamos bancarios, cuyo coste está pesando en su balance.
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