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La gran jubilación: el retiro de los ‘baby boomers’ copará la creación de empleo los próximos diez años

El Sepe calcula que el 80% de los nuevos puestos serán vacantes dejadas por jubilados. Las administraciones, la sanidad y la educación son los sectores con menos relevos

Una clase del Colegio Palacio Valdés de Madrid.
Raquel Pascual Cortés

Las jubilaciones masivas que se esperan en España en los próximos veinte años por la llegada a la edad de retiro de los nacidos en el baby boom no solo tendrán efectos en el gasto en pensiones, sino que también van a convulsionar el mercado laboral. Los técnicos del Servicio Público de Empleo (SEPE) han calculado que, solo en los próximos diez años, el 80% del nuevo empleo que se genere en España serán puestos de reemplazo. Es un problema del que han alertado organismos como la OCDE y que también salió a relucir en el pasado fin de semana en el encuentro de banqueros centrales de las principales economías del mundo en Jackson Hole (EE UU). Christine Lagarde, presidenta del BCE, destacó el papel de la inmigración para mitigar la escasez de fuerza laboral en las economías avanzadas. “El sólido rendimiento del PIB español tras la pandemia, que ha contribuido a sostener el agregado de la zona del euro, también se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera”, dijo en una alusión específica a España.

La cifra del enorme peso que tendrán los puestos que se quedarán vacantes por jubilaciones en la futura creación de empleo aparece en el último informe sobre las Tendencias del mercado de trabajo en España 2025 elaborado por el SEPE, dependiente del Ministerio de Trabajo, donde también se señalan tres sectores de actividad como los más tensionados por el envejecimiento de sus trabajadores y la ausencia de relevistas: se trata de la sanidad (con el 12,7% de sus ocupados con 60 o más años), las Administraciones públicas (el 15,6%) y la educación (7,8%). Estas tres actividades, que emplean en su conjunto a más de 3,5 millones de trabajadores, son las que concentran más trabajadores de entre 51 y 64 años en relación con la plantilla de entre 16 y 30 años. De ahí que sean las actividades que más oportunidades de reemplazo generarán en los próximos años.

La Administración pública en general cuenta con una edad media de sus trabajadores más avanzada que la mayoría de los sectores. Y, concretamente, la situación más preocupante la vive la Administración General del Estado, que desde hace años alerta de la situación a través de un estudio anual sobre el envejecimiento de su plantilla. Función Pública calcula que, de los cerca de 200.000 funcionarios de la AGE, se jubilarán más de la mitad (unos 104.000) en los próximos 10 años.

De momento, se están reponiendo las bajas, pero el problema de la dimensión del personal viene de lejos. “Entre 2010 y 2017, los recortes de la crisis financiera se llevaron por delante unos 41.000 puestos de la Administración estatal y ahora se reponen entre el 110% y 120% [de las vacantes]. Esto equivale a crear solo unos 1.500 puestos más al año que las bajas que se producen”, explica Carlos Álvarez, secretario de Administración del Estado de UGT Servicios Públicos. A este ritmo se tardarían 27 años solo en recuperar el empleo destruido en la anterior crisis, denuncian en el sindicato.

Las cifras del sector educativo evidencian igualmente el tensionamiento de sus plantillas, tanto en el sector público como en el privado. Según el boletín estadístico Las cifras de la educación en 2025, que elabora anualmente el Ministerio de Educación, los maestros de infantil y primaria menores de 30 años representan el 8% del total frente al 29% de los mayores de 50 años.

Pero aún más escaso es el relevo entre los profesores de secundaria y universitarios. En el primero de los casos, los enseñantes por debajo de la treintena solo representan el 6% frente al casi 40% de los de más de 50. En las universidades, dado que la incorporación es más tardía, esta comparativa puede hacerse entre el peso de los profesores de más de 50 (el 42% del total) y los de menos de 40 años (el 19%).

En la sanidad, el tercero sectores más golpeados por el envejecimiento y la falta de relevo, según el SEPE, se unen otras tensiones como la presión de la privatización sobre las plantillas públicas; la falta de planificación y organización del talento y la precariedad en la contratación, según los expertos. “El poco relevo que hay se va todo a la sanidad privada. Eso se está notando ya con mayor intensidad en las especialidades de radiología y anestesiología”, se queja Sergio García Vicente, portavoz y miembro de la junta directiva de la Asociación de Economía de la Salud (AES). “Esto está retrasando los diagnósticos y en muchos casos bloqueando los quirófanos, lo que aumenta también las listas de espera”, agrega.

Además, este médico, experto también en gestión sanitaria, considera que “ya que existen previsiones de población, podría hacerse una mejor planificación de las plantillas, por ejemplo, aumentando considerablemente el número de enfermeras”. Finalmente, reclama una mejora de las condiciones laborales para atraer y mantener a estos profesionales “los contratos diarios, los bajos incentivos, entre otras cosas, son ineficacias que echan a los profesionales sanitarios fuera de España, lo que agrava el problema del relevo generacional”.

Radiografía sectorial

Además de llamar la atención sobre los sectores más tensionados, el estudio del SEPE también muestra el grado de envejecimiento de todas las ramas de actividad. Esto indica, independientemente de si ya hay o no trabajadores relevistas empleados en cada sector, que cuantos más jubilados próximos haya, más oportunidades de empleo habrá.

Es el caso, por ejemplo de la rama de actividad más envejecida de toda la economía española: la reparación de objetos de uso doméstico, efectos personales y ordenadores emplea a casi 53.000 personas registradas en la Seguridad Social, de las cuales el 22,4% tiene más de 60 años. Esta tasa duplica la media de todos los afiliados al sistema, donde el 10,2% de los cotizantes ha cumplido ya 60 o más años. En general, hay una treintena de actividades económicas que superan el porcentaje medio de trabajadores con más de 60 años en España. Entre ellas, figuran la agricultura (un 16,2% de sus trabajadores ya son sexagenarios), la industria del cuero y del calzado (14,6%) o las actividades inmobiliarias (14,4%).

Atendiendo a los distintos regímenes de la Seguridad Social, el más envejecido con diferencia es el de empleadas de hogar, donde también se duplica la media nacional, con el 21,2% que han rebasado los 60 años. Le siguen los autónomos, con un 17%, y el agrario (13,5%).

En este análisis, se muestran también los sectores donde más han crecido los afiliados de 60 años y más en el último año, lo que refleja las ramas donde más rápidamente están envejeciendo las plantillas. El resultado es que la programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática son las áreas donde más ha crecido el colectivo de trabajadores de más edad en 2023 respecto a 2022 (últimos datos que maneja el estudio). Pero, paradójicamente, es el sector donde menos peso tienen estos ocupados (solo un 2,5% del total de afiliados en estas actividades). El sector postal y de correos es el segundo que más mayores ha ganado en un solo ejercicio, con un incremento anual del 22%; mientras que el sector financiero y de seguros ha visto aumentar sus ocupados de más de 60 años un 19% en un año.

La OCDE advertía recientemente de las implicaciones económicas de este envejecimiento. Para 2060, las proyecciones manejadas en este informe sugieren que la población en edad de trabajar se reducirá en un 30% en España, y que el país experimentará el mayor descenso de la tasa de empleo (número de ocupados con respecto a la población activa) entre los países del club de economías ricas. Esto “tendrá importantes consecuencias para el crecimiento económico de España”, han señalado los economistas del organismo.

Donde buscar el relevo: inmigrantes y mujeres

Ante la situación de previsible falta de relevo, el Gobierno no tiene un plan específico más allá de las medidas para incentivar la prolongación de la vida laboral aprobadas en las últimas reformas de pensiones. Más recientemente también ha sacado a consulta pública un borrador de proyecto de ley para aprobar las nuevas condiciones de la jubilación flexible, que incentiven la vuelta parcial al trabajo de quienes se hayan retirado ya.

Según los datos oficiales de población del Instituto Nacional de estadística (INE) está previsto que en los próximos diez años 5,3 millones de trabajadores alcancen las edades de jubilación (actualmente tienen 55 años o más), pero solo alrededor de 1,8 millones de jóvenes que ahora tienen entre 6 y 15 años se incorporarán al mercado de trabajo (existen 4,8 millones de personas de esas edades pero solo alrededor del 38% de los menores de 25 años tienen un empleo o lo buscan). Según estas cifras, por cada tres personas que se jubilen, solo una se incorporará al mercado de trabajo. España se enfrentaría así a la falta de 3,5 millones de trabajadores en diez años para mantener la fuerza laboral.

Pero el problema no se presenta de forma homogénea. Según ha detallado un reciente análisis de la Fundación Adecco, la comunidad que tendrá mayores dificultades en el relevo de sus jubilados será el País Vasco, donde por cada 4,6 personas que salgan del mercado laboral solo entrará una. Le siguen Galicia y Castilla y León, donde esa ratio es de 4,4 jubilados por cada nuevo ocupado; y Asturias (4). Por el contrario, Murcia y Cataluña son las que menos problemas presentarán, ya que por cada dos trabajadores que abandonen sus puestos se incorporará uno.

En cualquier caso, este informe apunta varias vías para que España consiga los 3,5 millones de trabajadores que faltarán por efecto del envejecimiento y mantenga así la dimensión de su mercado de trabajo y su producción. En primer lugar, señala la llegada de 4,6 millones de inmigrantes entre 2026 y 2035, según las proyecciones del INE. De estos extranjeros, el 70% buscarán activamente empleo (2,5 millones de personas). El millón restante de ocupados que necesitará España en los próximos diez años deberá llegar de una mejora de la tasa de actividad (personas en edad y disposición de trabajar tengan ya un empleo o lo busquen) de las mujeres, las personas con discapacidad y los profesionales sénior, con más de 50 años. A todo esto se suma una mejora de la productividad gracias a la inteligencia artificial y las tecnologías.

Es una receta idéntica a la aconsejada por la OCDE en su último informe sobre el mercado de trabajo español, que considera que “movilizando recursos laborales sin aprovechar (...) España podría impulsar el crecimiento anual del PIB per cápita hasta el 0,73%, superando su tendencia histórica reciente”. No obstante, concluye que para alcanzar el crecimiento del 0,9% previsto para el conjunto de la OCDE en un escenario similar, España necesitaría mejorar su productividad.

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Sobre la firma

Raquel Pascual Cortés
Es periodista de la sección de Economía, especializada en información sobre empleo, Seguridad Social, pensiones y relaciones laborales. Licenciada en C.C. de la Información por la U. Complutense, empezó a trabajar en Cinco Días en 2000 y antes pasó por las secciones de política y economía de la agencia Europa Press y por el diario Soria 7 Días.
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