Lagarde reivindica en Jackson Hole el aterrizaje suave de la economía europea
La presidenta del BCE ha centrado su discurso en la resistencia del empleo frente al embate inflacionista, y recalca que la buena marcha de la economía española “se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera”


La versión más académica de Christine Lagarde apareció este sábado en el simposio de banqueros centrales de Jackson Hole (Wyoming). Sin referencias, ni siquiera veladas, a la asfixiante presión de Donald Trump sobre el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ni un mensaje de respaldo a la independencia de la Fed, Lagarde se ciñó en su discurso al guion del encuentro, cuyo tema de este año Mercados laborales en transición: demografía, productividad y política macroeconómica, le sirvió para hacer un recorrido por los motivos que explican que Europa haya salido de la crisis inflacionista sin grandes cicatrices en el mercado laboral.
Eso no significa que la presidenta del Banco Central Europeo vaya a abandonar EE UU sin gesto alguno hacia Powell, que lleva meses aguantando un chaparrón de descalificaciones de Trump: este domingo será entrevistada por la cadena FOX, y sería extraño que el tema no apareciese.
Antes de eso, en su alocución de este sábado, la francesa se centró en la sorpresa positiva del empleo, que ha resistido indemne a las subidas de tipos para atajar la inflación. “Era razonable suponer que un ajuste brusco podría provocar un aumento del desempleo que luego podría consolidarse”, señaló.
No ha sido así. El paro, del 6,2%, ronda mínimos históricos en la zona euro. Lagarde atribuyó esa bonanza a tres factores: la menor indexación de los salarios a la inflación, que ha permitido evitar un círculo vicioso de aumento de precios y sueldos; la reducción de las horas trabajadas por el auge del trabajo a tiempo parcial, y una expansión de la oferta laboral que se ajustó al ritmo de la creciente demanda a medida que más mujeres y personas mayores se unían al mercado de trabajo.
Sin indexación a la inflación
Los bajos salarios se han convertido en un problema de poder adquisitivo para muchos hogares, pero para el BCE, la lectura en clave de contención de la inflación es positiva. “La indexación automática de los salarios a la inflación prácticamente ha desaparecido: en la década de 1970 cubría a aproximadamente la mitad de los empleados del sector privado, mientras que hoy solo se aplica a alrededor del 3%”, destacó Lagarde. Según sus datos, el 60% de los trabajadores siguen cubiertos por convenios que tienen en cuenta la inflación, pero se ajustan gradualmente, por lo que no presionan los precios como antaño.
“A medida que la fuerza laboral envejece, las prioridades sindicales están cambiando, con más énfasis en las pensiones y la protección del empleo en lugar del crecimiento salarial”, agregó.
Otra razón que explica la fortaleza del mercado laboral es la inmigración. La presidenta del BCE señaló que el PIB alemán sería un 6% menor desde 2019 sin la contribución de los trabajadores extranjeros. Y puso también a España como ejemplo. “El sólido desempeño del PIB de España tras la pandemia, que ha contribuido a sostener el agregado de la zona euro, también se debe en gran medida a la contribución de la mano de obra extranjera”.
Europa vive un claro declive demográfico si se excluyen las llegadas del exterior, ¿se mantendrá entonces la tendencia de crecimiento del número de trabajadores extranjeros? Lagarde tiene dudas. “Incluso cuando la inmigración es significativa, su impacto en la mitigación de la escasez de mano de obra depende de la adecuación de las competencias de los migrantes a las vacantes en sectores clave”.
Eso será más adelante. Ahora, con la inflación en un tranquilizador 2%, Lagarde se permitió utilizar al pensador estadounidense Alexis de Tocqueville para entonar su particular canto de la victoria. “La historia es una galería de imágenes donde hay pocos originales y muchas copias”, citó. Y a continuación, llevó la frase a su terreno. “En política monetaria también solemos buscar orientación en ciclos pasados, esperando que los patrones se repitan. Pero este ciclo ha demostrado ser original de maneras sorprendentes”.
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