Las Bolsas se tiñen de rojo ante la renovada amenaza arancelaria de Trump
El Ibex (-1,48%) lidera los descensos en Europa, afectado por las caídas en banca y el pago de dividendos de Repsol, Iberdrola y Redeia


El festivo en Wall Street no impide que los inversores sigan dirigiendo toda su atención hacia Estados Unidos. A pocas horas de que el presidente, Donald Trump, rubrique la reforma fiscal, la guerra arancelaria vuelve a primer plano. Faltan cinco días para que expire la tregua comercial y los mercados, pese a cotizar en zona de máximos, ya estaban en alerta. Aún más después de que Trump adelantara que prevé enviar entre 10 y 12 cartas a los socios comerciales para notificarles la imposición de aranceles a partir de este viernes. Las Bolsas se han acostumbrado, en la medida de lo posible, a las bombas informativas del republicano, pero aun así la noticia de hoy ha sido un jarro de agua fría. Destaca el retroceso del Ibex 35, que cede un 1,48%, algo superior al de otros mercados europeos. Y, aunque la Bolsa de EE UU permanece cerrada, los futuros apuntan a caídas el lunes. En la semana, el balance para el Ibex 35 es neutro, pues ha pasado las cinco jornadas alrededor de los 14.000 puntos.

“El fin de la incertidumbre arancelaria sería sin duda bien recibido. Dicho esto, Trump sigue siendo una figura imprevisible. No se ajusta a los esquemas preestablecidos ni parece guiarse por el camino que a otros les pueda parecer más racional. Desde esta perspectiva, afrontamos la próxima semana con nerviosismo e incertidumbre ante la posibilidad de que Trump vuelva a intensificar los aranceles o decida señalar a un país o sector específico para un trato especial”, señalan los analistas de RBC. Los socios de EE UU llevan semanas negociando acuerdos para suavizar las barreras comerciales, y el mercado no esperaba pactos de última hora, pero el fantasma del 2 de abril sigue en la retina de los inversores. De hecho, el dólar, que se alejó de los mínimos contra el euro al calor del buen dato de empleo de EE UU del jueves, vuelve a roza las 1,18 unidades por euro.
Las caídas en la Bolsa española son generalizadas, pero el castigo es mayor que en el resto de Europa por el efecto del pago de dividendo de algunos valores y por el elevado peso de la banca. El peor valor del día es Repsol, con una caída superior al 3,35% vinculada tanto al leve descenso del petróleo (apenas al 1%) como, sobre todo, al descuento del dividendo que pagará el próximo martes. En la misma situación se encuentran Iberdrola y Redeia, que ceden el 2,69% y el 2,52%, respectivamente. El BBVA, bajo la lupa de los inversores por sus movimientos corporativos, baja un 2,57%. y es el banco que más baja en una jornada negativa para todas las entidades financieras. Otros bancos como Santander o Bankinter registran caídas del 1,6%. Es la excepción el Banco Sabadell, que mantiene un tono más positivo con el viento de cola de su macrodividendo. Baja el 0,45% y ensancha el diferencial sobre la oferta del BBVA: ya cotiza un 12,7% más caro.
Inditex, uno de los pesos pesados de la Bolsa española, retrocede cerca de un 2,18% ante el riesgo de enfriamiento de sus mercados exteriores. Solo unas pocas cotizadas logran esquivar los descensos, y lo hacen de forma muy modesta. Entre ellas destaca Acciona Energía, que sube el 3,73% pendiente de una posible exclusión de Bolsa por parte de su matriz.
En el resto de mercados europeos manda también el rojo, con caídas que rondan el 1%. Solo Reino Unido, que ha sido uno de los pocos países que han logrado acuerdos hasta la fecha ha escapado las ventas y cerrado en tablas tras una semana de alta volatilidad. El FTSE baja un 0,3%. “La situación fiscal del Reino Unido sigue siendo precaria, especialmente tras los recientes cambios de rumbo respecto a los recortes de gasto anunciados”, señalan los analistas de Barclays. Los sectores más castigados en Europa son la banca y el consumo, en línea con España, y en el lado positivo destaca el sector de la defensa, con el fabricante alemán Rheinmetall más del 3% al alza ante un posible macropedido de tanques por parte de Berlín.
“El ruido de las negociaciones comerciales provocará que hoy los inversores opten por la prudencia hasta que este tema se aclare. Un Trump crecido por el éxito que supone la aprobación de su ley presupuestaria puede ser un peligro, aunque luego vuelva a recular”, señala Juan José Fernández Figares, director de inversiones de Link Gestión. En las últimas horas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reconocido que será complicado alcanzar un pacto antes de la fecha límite; de ahí la preocupación por las cartas de Trump. Según lo anunciado por Trump el pasado abril, además de un arancel universal del 10% y del impuesto del 25% sobre el acero y el aluminio, las importaciones procedentes de la región podrían enfrentarse a un gravamen adicional de hasta el 20%.
Con la política comercial pensando sobre la mente de los inversores, tanto las expectativas de rebaja de tipos como el impacto del plan fiscal en el déficit de EE UU y la deuda quedan en un segundo plano. La solidez del mercado laboral estadounidense (en junio se crearon 147.000 empleos, más de lo previsto) refuerza el planteamiento de Jerome Powell de esperar antes de bajar tipos. El mercado ha anulado las limitadas probabilidades que otorgaba a un recorte en julio. Eso sí, la victoria fiscal del Trump puede redoblar la presión sobre Powell, agravada en las últimas semanas después de que el diario estadounidense The Wall Street Journal adelantara que Trump estudia un plan para adelantar la sucesión de Powell en septiembre u octubre. Es decir, un año antes de lo previsto en el mandato.
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